Las empresas
en boca de sus organizaciones más significativas han estrado en campaña lo que
no queda muy claro es si en favor o en contra de la independencia de Catalunya
quizás debería explicarme mejor creo que entran en campaña a favor y en contra
de las dos posibilidades así pase lo que pase intentan quedar bien y al margen
de las circunstancias que puedan acontecer.
De todas
maneras en mi opinión al mundo de las empresas españolas no les preocupa el
hecho de la independencia de Catalunya en lo que respecta a Catalunya ellas
saben que una Catalunya independiente será mucho más fuerte que la Catalunya
autonómica por lo tanto las grandes empresas españolas aquí instaladas ya sea
como cuartel general o como sucursal no tienen ninguna inquietud sobre el mercado
catalán futuro.
Entonces
porque juegan el juego de la intervención más o menos tremendista y preventiva
de pérdidas de negocios y deslocalizaciones y demás amenazas. Creo que nadie ha
caído en ello sin embargo yo lo tengo muy claro las grandes empresas y los
grandes empresarios lo que temen de la posible independencia de Catalunya no es
por Catalunya sino por España. Al mundo empresarial de verdad de lo que se
preocupa es que la perdida de Catalunya representa un cambio muy importante en
el esquema económico español. No les preocupa la pérdida del mercado catalán
porque este sabe que seguirá igual o mejor dicho más reforzado, el problema
está en cómo quedara el poder adquisitivo y de inversión de muchas regiones de
España y del propio estado español.
Intentare
hacer algunos ejemplos para dejar más claro lo que quiero exponer a mis
lectores: el Corte Ingles, sin duda la mejor plataforma comercial de España y
posiblemente de Europa ustedes creen que porque Catalunya fuese independiente
se iría de Catalunya y a la vez alguien cree que los catalanes dejaríamos de ir
a comprar a sus almacenes claro que no, ni una cosa ni la otra.
Otros
ejemplos las constructoras y grandes industrias y suministradoras de servicios:
Ferrovial, Fomento, Ocisa, Alstom, Siemens, Telefónica, Vodafone Acesa, Endesa,
etc., de verdad creen que les preocupa Catalunya independiente, en absoluto,
todas saben que la independencia sería
un relanzamiento de actividad porque habrá que hacer más infraestructuras, más
servicios, más trenes, más de todo.
La cuestión
que les preocupa es como quedara España sin el 19/20% de la aportación del PIB
de Catalunya, esta es la razón de sus preocupaciones, pero no lo dudemos no
somos los catalanes. Las grandes corporaciones empresariales solo tienen un punto
a decidir ¿Dónde situar su cuartel general en Madrid en Barcelona o uno en
ambos lugares?
La mediana y
pequeña empresa ya se ha manifestado en Barcelona a favor de la independencia
en su mayoría y es lógico porque su mercado básico no menguara sino que crecerá
el interno por el empuje del nuevo país y sus salidas al mercado internacional
también porque la “Marca Catalunya” es mucho más moderna actualizada y fiable
que la “Marca España” además el mercado
es así contara con la novedad de ser un nuevo país unos artículos nuevos y ya
saben que pasa con las novedades hay que probarlas y esto es la ocasión de
pescar en los mares del consumo internacional.
Ya estamos
en él, somos el 25% de las exportaciones de España y eso porque no podemos
hacer más, no tenemos el corredor Mediterráneo no tenemos un Aeropuerto hub
Intercontinental. Negociadores de muchas partes del mundo tiene que pasar por
Madrid o Paris o Frankfurt, hasta poder llegar a Barcelona, esto yo se lo
aseguro porque lo he vivido, es un lastre tremendo, no tanto si es una sola
acción a realizar, pero es que nadie que lo viva se le ocurre instalar un
centro en Barcelona, para que sus empleados internacionales pierdan el tiempo
en escalas aéreas (salvo que sea indispensable).
Estas son a
grandes rasgos las bondades de la independencia de Catalunya desde el punto de
vista de los negocios, y las malas son lo que puede pasar a España. Las encuestas
que manejan en Madrid los círculos empresariales más importantes y los
grupos económicos influyentes están provocando mucha inquietud entre
ellos, y la contagian ya a los centros de poder político. De acuerdo con esos
sondeos, el último de los cuales se cerró hace pocos días, la candidatura de la
que forman parte el president Artur Mas, CDC y ERC, ella sola sin las CUP, (la
otra formación que apoya una declaración unilateral de independencia en caso de
lograr una mayoría de escaños), alcanzaría holgadamente la mayoría absoluta en
escaños y, posiblemente, en votos.
Un escenario
poco tranquilizador para los que quieren poner punto y final a un proceso que a
su juicio ha ido demasiado lejos. Esas encuestas indican también que para una
aplastante mayoría de los votantes decantados hacia las opciones
independentistas, una franja en cualquier caso cercana al 50% de los que
participen en los comicios del 27 de septiembre, serían insensibles a uno de
los argumentos manejados con más contundencia por los opuestos a la
independencia: que una Catalunya independiente quedaría excluida de la Unión
Europea y la eurozona.
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