En la
visita a la ONU El ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo
se olvidó este martes por unos minutos de la crisis de Siria y se concentró en
"el problema nacional". Esto es, Catalunya y la resaca de sus
elecciones, asuntos que se tomó a broma para darles un cierto tono de punto
final que no es ni mucho menos la realidad pero que espera que en Nueva York a
miles de kilómetros del problema así lo crean.
En
los "márgenes" de las regiones de Naciones Unidas, donde asiste a la
Asamblea General, Comparó “Junts pel SI” con el camarote de los hermanos Marx, el
ministro aseguró que "todos -en referencia a sus colegas internacionales-
han experimentado un enorme alivio porque el
plebiscito no haya conseguido la mayoría necesaria y porque la integridad
territorial, uno de los principios básicos de la legalidad internacional, se ha
preservado". Es exactamente la predicción que hizo Artur Mas: según sean
de contundentes los resultados, esto será unas elecciones o un plebiscito, y
como parece al gobierno de Madrid le interesa que ahora sea un plebiscito
cuando antes lo negaba y en verdad no lo ha sido se pongan como se pongan.
A
pesar del respiro, el jefe de la diplomacia española reconoció que existe
"cierta inquietud por la situación interna de las fuerzas que han ganado
las elecciones". Situación que es la de una victoria absoluta de las
fuerzas del SI, lo que les permite formar un gobierno con mayoría absoluta y con
el poder democrático de dar a las elecciones un carácter de plebiscito
nacional.
Tras
asegurar que sigue las noticias que ocurren en España –aunque no se quiso
pronunciar sobre la imputación del president Mas apelando a la separación de
poderes-, Margallo afirmó: "Tengo serias dudas de que Mas pueda ser
presidente de la Generalitat. Empezó con 62 escaños, se apuntó a una deriva
separatista que le llevó a tener 50, acentuó esa deriva y calculo que, si tiene
30, es todo lo que tiene" es evidente que la desesperación y la rabia
ciega la capacidad de hacer cuentas y comprender que no estamos hablando de CDC
sino de Junts pel SI.
En
este sentido, insistió: "Junts pel Sí se parece cada vez más al camarote
de los hermanos Marx. Ahí está la gente que ha creado Convergència, la gente de
Esquerra, de ANC, las monjas exclaustradas" y solo le faltó mencionar al
diablo. El ministro ha agregado que, como español, le preocupa
"enormemente" que Catalunya, "que es la región más dinámica de
España", entre "en un periodo de inestabilidad política". Para
Margallo, esta situación es mala "para los catalanes y para España".
"A ver si las cosas se calman y volvemos todos al sueño de la razón", ¿Quién
respiró?, le preguntaron los periodistas. "Yo y La Virgen del Pilar ", contestó.
De
sus colegas internacionales, aclaró que "me han dicho que era una
tranquilidad para todos". Y añadió: "Han manifestado que querían una
España fuerte y unida, que querían una UE con las fronteras que tienen los 28
miembros actuales". Al insistirle, replicó que el presidente Obama lo dijo
con bastante claridad, el Reino Unido, "los suecos, los suizos, los
sudafricanos, los saudís, los jordanos... todo el que me ha visto me ha dicho
que menos mal que se ha evitado algo que era malo para los catalanes, para los
españoles, para los europeos y para la comunidad internacional".
Por
tanto, "respiro generalizado", subrayó. Y remató: "Le puedo
decir que nadie me ha dicho que no se alegre de que este falso plebiscito
inconstitucional haya fracasado. En qué quedamos Margallo, usted mismo lo dice,
el falso plebiscito ha fracasado porque no lo era, ahora bien, las elecciones catalanas
han dado una mayoría absoluta a las fuerzas soberanistas. Es evidente Sr Margallo
no ha habido un plebiscito, han sido unas elecciones democráticas de acuerdo a
la constitución española y perfectamente legales, y ahora nos corresponde a los
catalanes, no a los sud africanos ni demás amigos suyos, darles un carácter plebiscitario o no.
"La
Constitución no está tallada en piedra", como usted mismo dice y Catalunya
ha dado una legalidad a sus representantes políticos para actuar fuera de su
marco proclamando leyes propias que permitan moverse en otras dimensiones. Para
una posible reforma de la carta magna española en aras a la salida al
conflicto, se deberían dar varias condiciones. Entre estas, algo tan evidente
como seguir el procedimiento legal establecido.
También
citó que haya un consenso "similar al de los constituyentes de 1978, que
permita saber qué es lo que queremos reformar y lo que no, y su utilidad, qué
problemas crearía y que problemas crearía. Cuando eso se produzca, se podrá
reformar, está previsto". Volvió a matizar: "Ahora no me parece que
sea el momento, en vísperas de unas generales". Pues nada disfrútenlo
hasta diciembre cuando se den cuenta que España les hecha del gobierno, o antes
si el proceso catalán se pone a trabajar sin esperar a ver qué pasa en diciembre
en España.
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