Parece que estamentos importantes catalanes, o al
menos que se ganan los beneficios partiendo de aquí, se alineen sin sentido
alguno contra una medida democrática que una gran parte de la sociedad de Catalunya
pide, solo es comprensible entender esta digamos “traición social” al hecho de que democráticamente les
da miedo luchar a favor de sus ideas tan licitas como las de ,los catalanes que
creemos que estaremos mejor siendo un país soberano y solo hay una causa que
puede ocasionar este temor y es que las organizaciones empresariales y la banca
sabe que democráticamente van a perder que no pueden luchar contra la sociedad
porque es evidente que hay más sociedad que entidades por lo que hay más votos
de la gente ya que las entidades no votan.
Ayer escribía sobre la amenaza de la banca
completamente absurda. Porque como les decía ya se pueden ir todos cuando
quieran no hace falta que esperen a después del 27, el dinero que se llevaran
no es de ellos, así que desde Madrid o desde donde sea, nos lo tendrán que
devolver o hacerlo trabajar y cumplir con los compromisos adquiridos sea desde
el Paseo de Gracia de Barcelona o desde la castellana de Madrid. Y menos mal
que no amenazaron con quitarnos el euro porque hasta aquí podían llegar sus estúpidas
amenazas la divisa que un país asume utilizar es una decisión del país y no del
emisor de la divisa es decir si Catalunya como tiene decidido seguir con el
euro nadie puede impedirlo eso si Catalunya deberá asumir las normas que le
dicte el BCE sin derecho alguno a influir (de momento) mientras no sea miembro
el Eurogrupo.
Hoy tenemos que hablar de “El Círculo de Economía”,
una de las organizaciones empresariales más respetadas de Cataluña, que ha sido víctima de sus propias contradicciones
internas. Su última hoja de opinión demuestra que la organización que preside
Antón Costas ha sido pasto de la profunda división que padece la sociedad
catalana. Para no romper el consenso y la unidad que caracteriza los setenta
años de historia del Círculo, Costas ha cedido a la presiones de su
vicepresidente Artur Carulla, dueño del grupo Agrolimen y vicepresidente del
diario independentista Ara.
El resultado de la negociación ha dado lugar a un
manifiesto que dice una cosa y todo lo contrario y que, en su indefinición,
favorece los intereses de los partidarios de la independencia de Cataluña. Cuando
anteriormente se había manifestado el círculo como contrario a ella. En el
preámbulo de la hoja de opinión, el Círculo de Economía asegura que "es
una institución de la sociedad civil en la que conviven personas con
preferencias políticas diversas" y que por lo tanto "no nos
corresponde tomar una posición partidista. Cualesquiera que sean los resultados
electorales [del 27-S], el Gobierno que resulte estará legitimado por el
ejercicio libre democrático y soberano de los votantes".
El primero de los puntos del manifiesto reconoce
que "si las fuerzas políticas que llevan en su programa la opción
independentista tienen una mayoría absoluta el 27-S, gobernarán legítimamente y
habrán acumulado fuerza política en defensa de su opción", aunque matiza
que "creemos firmemente que cualquier cambio estructural -y la
independencia sería la máxima expresión- requiere una mayoría cualificada que
en ningún caso puede desprenderse de unas elecciones como éstas, sino de la
legitimidad de una consulta legal, acordada y bien informada" aquí empiezan
a meterse en un jardín con flores que no saben cómo se riegan no les
corresponde a los empresarios si un gobierno elegido democráticamente y con mayoría
absoluta puede hacer, entre otras cosas
porque de lo que se trata de hacer no está reflejado en ninguna ley actualmente.
Y sigue metiendo la pata como se dice vulgarmente
cuando se configura en parte del tribunal Constitucional y dice, en su punto
cuarto, que "si de forma clara los ciudadanos de Cataluña diesen su apoyo
a formaciones políticas que llevan en su programa la opción de la
independencia, el principio democrático de nuestra Constitución obligaría a los
poderes públicos a encontrar una vía legal y acordada que permitiese celebrar
una consulta específica para conocer el sentir preciso de los ciudadanos
respecto al encaje de Cataluña en España. Creemos que, de darse esas
circunstancias, y de acuerdo con lo que ha señalado el propio Tribunal
Constitucional, hay vías legales para introducir en nuestro ordenamiento una
norma de claridad de este tipo". Lo que el Círculo no hace es definir que
sería para la organización un "apoyo claro de los ciudadanos
catalanes".
Ya estamos otra vez que les pasa a todas las
organizaciones económicas que quieren hacer de legisladores a ver si lo
entienden si los resultados de las elecciones del 27S dan una mayoría
suficientemente clara a los partidos independentistas y estos forman un
gobierno las leyes del Tribunal Constitucional español dejaran de tener una
trascendencia obligatoria porque lo primero que hará el nuevo gobierno es
plantear la discusión política entre el gobierno de España y sus leyes y el catalán
y las suyas con el fin de llegar a un acuerdo si es posible, si España sigue enrocado
el gobierno elegido por los catalanes aprobara en el Parlament las leyes de una
constitución catalana, que todos sabemos que ya está hilvanada.
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