Bruselas
reitera dentro la batalla orquestada por el gobierno de España esta semana para ver de asustar a los independentistas
catalanes, que Catalunya quedaría fuera se independiza. La razón es clara lógica
y es la que siempre he mantenido. La nueva región independiente "se convertirá de facto en un país
tercero respecto a la Union. En realidad creo que llegado este punto, la
verdad es que creo que tan asustados estamos los catalanes por lo que vamos a
emprender (eso espero), como lo está España.
La
diferencia entre los dos contrincantes creo que está en la ilusión no tanto en
el riesgo, yo lo tengo muy claro prefiero ser una nación fuera de la CE que seguir siendo una región de España,
y no es que desprecie con ello a España en absoluto, lo que tengo muy claro es
que si soy una Nación podré volver a la CE
como un país soberano y responsable de sus actos de su economía y de su
desarrollo social y político esto no hay duda es un paso enorme hacia adelante.
Mientras que España no ve el futuro igual por eso pelea sucio y necesita de
apoyos que no son tal sino meras declaraciones políticas.
España
si pierde Catalunya no da un paso adelante es evidente lo da hacia atrás por
mucho que siga estando en la CE no quiero volver a las cifras del PIB ni las
deudas de unos y otros ya lo he repetido muchas veces, me limito a ver
simplemente una evolución humana jurídica política y social no es lo mismo
convertirse en una nación soberana, que perder una región importantísima diría que
la otra capital de facto de España.
La
independencia de una región europea tendrá consecuencias directas en
relación a su pertenencia a la CE. "Si una parte de un Estado
miembro deja de ser una parte de ese Estado por el hecho mismo de la
independencia los tratados no se
aplicarán en ese territorio", ha declarado este mediodía el portavoz de la
Comisión Europea, Margaritas Schinas. La nueva región independiente
"se convertirá de facto en un país tercero respecto a la Unión, que naturalmente
como país europeo puede solicitar su ingreso" en la CE, ha añadido el portavoz del presidente Jean-Claude Juncker
La
posición de la Comisión Europea sobre las consecuencias de la independencia de
una parte de los Estados miembros de la UE no ha variado y es que no puede
variar es Catalunya la que varía su estatus y es del todo lógico que deba
solicitar pertenecer a la CE, eso sí, siempre que le interese, porque hay
muestras de que la CE tampoco está en una posición de mucha fuerza, de aquella
CE que se fundó en 1993 a la de hoy hay una gran distancia en todos los
aspectos sobre todo en su estabilidad y equilibrio económico, social y su puesto
de influencia en la economía y la política mundial.
Hoy
la CE está cuestionada por Gran Bretaña, está envuelta en unos problemas económicos
graves de algunos de sus socios como Grecia, Portugal, Italia, y la propia España,
que la hacen una Unión desequilibrada social y económicamente, creo que de esto
se aprovecha España a la hora de pedir declaraciones de amenazas de exclusión “in
eternum” porque de alguna manera la posible independencia de Catalunya afectaría
no solo a España sino de rebote a la propia CE y al euro no lo duden ni un
momento.
Lo
digo porque no es lógico el argumento que se pone en boca de la CE cuando dice:
No hay un automatismo entre independencia y pertenencia a la Unión, es que no
hay automatismo ni se contempla porque no ha sucedido nunca En Europa no se plantea esa cuestión. La
independencia de Catalunya en este caso supone la creación de un nuevo estado
no la salida de un estado de la UE y la normativa a aplicar es que este nuevo
estado solicite la adhesión a la CE y se convierta en un nuevo socio.
De
todo esto solo hay una cuestión que si requeriría una buena información sobre
todo por parte de los políticos independentistas catalanes y es muy importante
un país nuevo europeo podría adoptar el euro como moneda de curso legal aunque
sea sin capacidad de intervención en decisiones monetarias mientras no sea
miembro de la CE, esto es lo único que debe preocuparnos de verdad miren como
ejemplos contrarios tenemos varios uno muy claro es Gran Bretaña que es socio
de la CE y sin embargo no tiene como divisa el euro, otros ejemplos contrarios son
Andorra y Mónaco que sin ser miembros de la CE, si tienen como divisa el euro.
Evidentemente
esta cuestión creo que se medirá por la capacidad económica del país que
solicite asumir el euro como moneda oficial si es así no tengo la menor duda
que Catalunya podrá seguir usando dicha moneda porque su ratio de calificación
de riesgo que se mide por la, calidad de unos determinados productos
financieros o activos. Sus notas o calificaciones valoran el riesgo de impago y
el deterioro de la solvencia del emisor. Para ello utilizan modelos econométricos
en los que usan distintas variables como la deuda acumulada, la velocidad en devolverla,
etc., que les sirven para valorar el potencial económico del sujeto país empresa
banco etc analizado.
Hoy
hacer el cálculo de Catalunya es imposible porque su situación financiera no está
bajo su dominio, sino que depende del tesoro español así los datos que se
manejan en los mercados no tienen mucha validez de todas formas y para que no
se diga que no pongo todo sobre la mesa, hoy con todo y la dificultad de Catalunya
para financiarse, los datos de la deuda catalana (la poca que hay en el
mercado) El interés de la deuda de la Generalitat supera en un 56% el de la
española y es la segunda más alto de la zona euro solo Grecia paga más que Catalunya
por su deuda.
En concreto,
el bono catalán emitido en 2010 y con vencimiento en 2020, que se puede tomar
como referencia de un bono a 10 años y cuyo importe asciende a 1.000 millones
de euros, cotiza ya en el 3,29%.
El bono español a 10 años, por su parte, está en el 2,11% después de los
repuntes que ha registrado en las últimas semanas como consecuencia,
precisamente, de las tensiones políticas que se avecinan. De esta manera, la
diferencia entre ambas referencias supera ya el 55%.
Como comparación,
el bono de Portugal, cuya economía todavía está lejos de recuperarse de la
grave crisis que ha padecido, está en el 2,68%, mientras que el de Italia
cotiza por debajo del 2%. Y si se incluyen otras naciones que no pertenecen a
la Eurozona, el bono de una
hipotética nación de Cataluña ofrecería
una rentabilidad superior al de Polonia (3%), y sería algo inferior al
de Hungría (3,5%) o Rumanía (3,6%). Pero estos números repito vienen dados
porque hoy el mercado sabe que no depende de Catalunya el poder pagar su deuda
sino que depende de España y todos conocen el juego del gato y el ratón que hay
entre ambas tesorerías en el momento de una Catalunya independiente en que
pudiese ofrecer al mercado un PIB del orden
de 190,000 millones de euros y una deuda de 63,000 mil millones contraída solo
con un acreedor España creo que habría mucho interés por financiar a Catalunya.
Esta
situación, no obstante, no ha sido ni mucho menos siempre así. De hecho, si se
hace una prima de riesgo entre los bonos de España y Cataluña se observa que, a
mediados del pasado mes de junio, la diferencia era de apenas 8 puntos. En ese
momento la rentabilidad exigida por el mercado a la deuda catalana comenzó a
escalar con respecto a la española, un proceso que registró su punto de mayor
apogeo entre el 20 y el 30 de julio. En ese periodo de tiempo, el interés del
bono aceleró desde el 2,4% hasta casi el 3,4% en lo que supuso una contundente respuesta a la presentación de la candidatura
unitaria de Mas, Oriol Junqueras, Raül Romeva, Carme Forcadell y Muriel
Casals. O sea economía política destructiva, que terminaría en el momento de la
soberanía de la Republica Catalana en o
fuera de la CE.
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