Yo como muchos catalanes tenemos un sueño
desde hace unos años y este no es otro que ser soberanos de nuestro lugar de
origen y lo tenemos por sentimiento y por qué nos sentimos ahogados en una
política y una cultura centralista de rasgos imperialistas que se limita a ir
viviendo de los acontecimientos que acontecen sin haber ni querer influir en
ellos esto no es nuevo España siempre ha sido diferente no descubro creo yo
nada nuevo frases hechas como “Spain is diferent” o “que inventen ellos” no han
salido de Catalunya las ha forjado la cultura española.
Hay otros ejemplos más actuales como es
que España es el país de Europa donde menos se habla inglés donde el presidente
del gobierno no puede negociar ni tratar nada con nadie en Bruselas si no es
con la mediación de un intérprete, y ustedes que creen que al presidente le
importa o le avergüenza yo creo que no porque con los años que está en la
política como ministro y presidente podría haber aprendido si le hubiese interesado
pero no le da igual él es un ejemplo clásico de España, para que intervenir en
el mundo, mejor que el mundo intervenga en España y a fe que el mundo lo hace,
al menos la eurozona.
Esta postura nos ha llevado a la ruina
social y económica por mucho que el gobierno diga lo contrario, España ya no
cae eso es cierto pero no cae porque la aguantan pero tampoco crece y no lo
hace porque en nuestra economía no hemos solucionado nada simplemente nos han
tapado el agujero de los bancos y estos el del estado y este a su vez ha dejado
a la sociedad sin ninguna salida hacia una recuperación la prueba de lo que digo es que desde 2006 el
PIB español está fijado en los 1000 millones de euros y oscila en una punta
máxima de 116 mil millones en 2008 y vuelve a bajar hasta la última estimación
real de 1058 millones de euros el 2014.
Más claro el agua señor Rajoy y compañía
yo a esto lo llamo una estanflación en toda regla y además peligrosa porque
seguimos a expensas de las economías exteriores economías que nos dicen que impuestos
hay que subir, que salarios hay que imponer, que pensiones hay que eliminar,
como y cuantos subsidios de desempleo hay que mantener, que déficit
presupuestario hay que tener etc. etc… esto no es ser un país soberano Sr.
Rajoy esto es ser un país parasito que se deja llevar con tal de que, una clase
política tradicional pueda vivir en paz y en abundancia, y al resto que la
suerte les acompañe.
En estas realidades muchos catalanes decimos
hasta aquí hemos llegado, nosotros creemos que podemos salir de esta comodidad
exclusiva de la España tradicional y anacrónica que ni nos escucha, ni nos
valora, excepto a la hora de recoger los impuestos, por eso y por sentimientos
humanos muchos de nosotros hemos emprendido el sueño de formar nuestro propio
país buscando la manera de separarnos de España. Ustedes naturalmente no lo
quieren ni escuchar y confían en que la propia y heterogenia riqueza social de
Catalunya frene esta idea malvada.
Y no les falta razón son ustedes por
historia y costumbre unos verdaderos estrategas en el arte de confundir la
realidad con promesas o con datos amañados y si no es suficiente con la amenaza
y la fuerza. Ustedes han valorado la situación de la siguiente manera: en
Catalunya hoy hay posiblemente tantos nacionalistas catalanes como unionistas
españoles y por lo tanto hay que convencer a estos unionistas que siempre
estarán mejor con su España y si a esto unimos que la presión económica y
amenazas de catástrofes hacen mella en algunos catalanes no muy nacionalistas
la cuestión está resuelta.
Esta deducción yo también la he hecho y
por eso hoy quiero reflejarla en este artículo porque quiero que los españoles
catalanes y los catalanes dudosos vean cual es el sueño catalán desde el punto
de vista material es decir qué país podemos conseguir y puedan comparar con lo
que la realidad española nos ofrece.
Primero quiero plantear que en caso de una
independencia de Catalunya a nadie se le va a obligar a permanecer en ella
simplemente podrá seguir en Catalunya si le interesa y le gusta o no creo que
este aspecto no variara mucho la demografía de Catalunya porque si muchos se
irán, creo que otros muchos vendrán, con lo que en mi estimación el número de
catalanes permanecerá entre los 7.3 o 7.5 millones el PIB catalán a estas
alturas de las peleas entre España y Catalunya se moverá poco porque los que
han hecho algún tipo de boicot a los productos catalanes ya lo han hecho y hoy
la economía catalana se basa en la exportación más que en el mercado interior.
Basándome en estas premisas lo más complicado
es la UE que no le da miedo Catalunya sino España porque Catalunya tiene una
relación (PIB / deuda) en que esta es solo del 31% sobre el PIB además esta
deuda es con España cosa que facilita mucho las cosas a puesto que la deuda de
Catalunya la rebajaría España de la suya en caso de separación, pero no sería
suficiente España quedaría en peligro porque a pesar de que desapareciese de su
pasivo 65 mil millones de la deuda catalana su deuda seguiría siendo peligrosa
puesto que quedaría en unos 930 mil millones sobre un PIB de 850 mil millones
lo que significaría un ratio de 1,1 muy por debajo de Grecia e Italia pero peor
de la situación actual.
Para ayudar a que esta situación fuese más
llevadera se ha hablado y escrito sobre la necesidad de que Catalunya se
hiciese cargo de la misma cantidad de deuda que el importe del PIB que se
llevaría consigo si esto se aceptase significaría que Catalunya debería cargar
con un 19.7 de la deuda española es decir con 190 mil millones de euros en los
que por supuesto estarían incluidos los 65 mil millones directos de deuda
catalana es decir asumiría o pagaría por su independencia 125 mil millones.
Con estas cifras Catalunya quedaría con un
ratio de deuda sobre el PIB de un 0,92 por ciento y España a su vez de 810 mil
millones de deuda por un PIB de 850 mil millones 0,95 por ciento más
igualitario no se puede plantear este hecho y creo que la UE a esto no pondría
ningún problema. Amigos catalanes independentistas y españoles y catalanes
unionistas, yo estoy de acuerdo con pagar 125 mil millones por la independencia
de un país en que la capacidad de trabajo, de innovación, de
reindustrialización, de exportación y comercio internacional, y de calidad de
vida en general nos permitiría realizar el sueño de rehacer un nuevo país
europeo llamado Catalunya, mi país nuestro país.
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