martes, 13 de marzo de 2012

LA EUROPA RICA QUIERE SEGUIR ABUSANDO DE LA EUROPA POBRE


La competitividad es uno de los caballos de batalla de los países del sur de Europa, incluido España, para corregir sus desequilibrios económicos. Hasta ahora, la deflación de los salarios, (el ya famoso trabajar más por menos) y de la economía en general, es el camino escogido para tratar de mejorar la posición exportadora de los países más débiles y así tratar de volver a la senda del crecimiento. Pero esto está mal planteado desde el punto de vista de los países débiles, porque esta medida está tomada desde los países fuertes y es absolutamente ineficaz y diría que contraproducente para los países débiles.

La razón es muy simple, el problema común de los países débiles es que no poseen un tejido industrial importante, y no que su producto o mano de obra sea caro, es simplemente que no tienen nada que exportar, porque su tejido industrial fue en su momento producto de la localización de empresas extranjeras, que utilizaron la mano de obra barata y que cuando las cosas se han torcido se han des localizado como debe ser por otro lado. Por lo tanto el país hoy débil o pobre como quieran, no posee condiciones de reactivarse por muy bajo que sea el salario que intente imponer en su legislación laboral.

España por ejemplo aunque llegase a pagar salarios de 600 euros brutos, no podría exportar nada, se entiende en cantidades suficientes para considerar una posibilidad de reactivación y de aumento de productividad nacional. Y no es que España no exporte, lo hace por supuesto pero en campos o de muy bajo valor, o de muy poca utilización de mano de obra, ejemplos: Productos agrícolas y alimenticios, y alta tecnología e informática; los automóviles y los trenes por ejemplo, son bajo marcas extranjeras todas las exportaciones.

En estos tiempos la industria exportadora está ubicada en el centro norte europeo, su centro vital es Alemania y Francia, le sigue Italia en su zona norte y se termino, los demás tienen o tenemos algunas rarezas exportadoras, pero no una potente industria de la exportación, claro si el país que posee la “rareza” es pequeño, perfecto eso son los casos de IKEA, y Nokia, por ejemplo, pero es que  España solo tiene de exportador mundial ZARA nada mas, todo lo demás es o servicios o obra civil, que mas que exportar es que se implanta en el lugar en que se produce el servicio, o la obra civil, no es que se construya o se realice en España y luego se exporte, queda claro.

Pocas alternativas se han dado, una vez que parece difícil que Alemania, paladín de la austeridad, trate de estimular a sus consumidores para reducir el superávit gigantesco del país y ayudar así a las exportaciones de los más débiles. Sin embargo, dicen que hay otra alternativa: la devaluación fiscal, idea defendida por los profesores Emmanuel Farhi y Gita Gopinah, de Harvard, y Oleg Itskhoki, de Princeton, ¿Y en qué consiste esta devaluación fiscal? Muy simple: un incremento del IVA acompañado a su vez de una reducción de las cotizaciones sociales. Con este movimiento se simularía una devaluación de la moneda (algo que está limitado por la pertenencia al euro), ya que encarecería las importaciones y abarataría las exportaciones.

La rebaja de las cotizaciones sociales dicen, haría de contrapeso para que las empresas locales no subieran a su vez los precios por el incremento del impuesto al consumo. Con este movimiento se obtendría un resultado similar al de una salida del euro y una devaluación monetaria, pero sin los riesgos para el país (y para el resto de la Eurozona) que conllevaría una ruptura del euro. Según las investigaciones de los autores, esta "devaluación fiscal" tiene unos efectos muy similares que una devaluación tradicional en términos de PIB, consumo, empleo e inflación, no es así yo digo que esta medida aportaría depreciación social bajada de consumo e inflación.

Como ven no lo entienden las teorías económicas todas, están pensadas desde la opulencia de sociedades con déficits saneados y balanzas comerciales positivas, si en España se sube el IVA y se rebaja las cotizaciones de la Seguridad Social, lo único que pasará es que bajarán las prestaciones sociales en conjunto para toda la sociedad, pero no los precios de consumo ya que con la subida del IVA se quedan en la situación actual, que habría que verlo, así que el resultado sería: mismos salarios bajos, mas inseguridad social por la pérdida de servicios sociales, y la misma o menos exportación de los mismos productos alimenticios agrícolas y tecnológicos. Eso si los fabricantes extranjeros se frotarían las manos porque ganarían mas al pagar menos por la misma producción. Europa por favor no nos des más recomendaciones y danos mas soluciones.

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