Los
sindicatos y la patronal, no se han puesto de acuerdo para reformar nada hasta
ahora y de golpe y porrazo el flamante futuro primer ministro de España les da
tres semanas hábiles, para que presenten la reforma laboral que se nos pide
desde la Unión Europea. Lo que pasa de verdad es que lo que se pide desde los
estamentos internacionales, es poco más o menos que cambie la sociedad española
de arriba abajo, desde fuera no saben que para un español, en su fuero interno,
el trabajo sigue siendo un castigo bíblico. Fuera de aquí, el trabajo es una
obligación social necesaria para vivir en un entorno mejor o peor, según las
capacidades y suerte de cada uno, pero se tiene claro que unos trabajan y
cobran un salario, y otros pagan y normalmente son más ricos ya que de lo
contrario no podrían pagar, y ni uno es tonto ni el otro es un estafador.
Yo creo que
sería más fácil que el Sr. Rajoy llamase a un entendido en materia de
regulación laboral alemán, y directamente le pidiese que le trajera una copia
de las leyes vigentes en Alemania se las explicase a él, a los sindicatos y
empresarios todos reunidos, y al acabar unos canapés y la firma sobre los
documentos traducidos al castellano. Este ejemplo lo saco a colación por dos
motivos, uno porque si no se demuestra lo contrario, el país menos conflictivo
con respecto a los acuerdos laborales entre trabajadores y patronos es Alemania,
y por otro lado si alguien tiene que bendecir la nueva regulación española es también
Alemania, de lo contrario, (si se mantiene el euro para reyes) si no les gusta
no habrá ayuda para la economía española, luego porque perder el tiempo y
seguro que la paciencia.
No sé por
donde irán los tiros esta vez, pero me temo que los sindicatos siguen sin entender
que lo que el mundo laboral quiere, y lo que el mundo real necesita, esta vez
no casan ni en broma, lo que el mercado laboral necesita es una absoluta desregulación
regulada parece un contrasentido pero no lo es, que no se pongan a crear
variantes de contratos fijo, indefinido, temporal, parcial, por obra, etc. en España
existen todas las formas posibles de contratar, no van por ese lado las cosas,
lo que el mercado pide es poder utilizarlos todos, dejando que las empresas
elijan el que en cada situación les encaje mejor, para la situación contractual.
Todos los contratos sirven lo que no sirven son las clausulas que los invalidan
uno tras otro, porque casi todos tienden a complicar la propia contratación en
lugar de facilitarla.
Y no lo
duden si una empresa por muy grande que sea, no ve beneficio en contratar sino
que solo ve problemas, no contrata, prefiere reducirse a sí misma antes que
exponerse a costes fijos que no puede variar por sí misma, porque otra regla de
tres, es que las empresas deben de poder actuar en sus costes más o menos
libremente, ya que no lo pueden hacer con sus mercados, puesto que son estos
los que tienen la demanda en sus manos, así que esta es, a grandes rasgos, la
situación que se da con el mercado libre actual.
Esta es la
razón básica por la que el mundo laboral español debe de cambiar, si quiere ser
competitivo y crear sobre todo empleo a corto plazo, al menos como mínimo crear
un empleo rotatorio y repetido que no produzca como ahora, parados de larga duración
que terminan siendo marginados, el trabajador debe entender que el trabajo es
una necesidad y una obligación necesaria para una vida mejor, pero no es un
derecho como nos han dicho hasta hace poco tiempo, y tampoco es un castigo
Bíblico, y que en ninguna empresa figura
en sus estatutos fastidiar a sus
empleados.
Propongo el
despido libre. NO en ningún momento he dicho esto, lo que propongo es la
flexibilización reglada y efectiva de las plantillas de trabajadores de acuerdo
a las necesidades de producción de las empresas, esto es complicado pero voy a
intentar explicarlo lo más fácil de que sea capaz. Primero quiero decir que
esto hoy sería posible, gracias a la informática, porque a través de ella se
pueden realizar programas de ajustes, cuadres de jornadas, horas trabajadas,
etc. Impensables unos años atrás, también hoy hay numerosas personas que
estarían dispuestas a trabajar un tiempo y estudiar otro tiempo y trabajar solo
la mitad de jornada semanal trabajar
solo fines de semana, etc.
Aplicar
todas las variables posibles es hoy en día factible, solo hay que cambiar el
sistema de contratación y la mentalidad retrograda de los sindicatos, veamos un
ejemplo: Una empresa X tiene una estadística de ventas cuyo promedio dice que
ha de fabricar durante su año laboral de 240 días 24,000 artículos, 100
artículos al día de promedio, y para fabricar cien artículos necesita 10
obreros, parece sencillo contrata 10 obreros y listo pues no, no es así, porque
resulta que la empresa en cuestión no vende 100 artículos cada día del año,
sino que los vende de promedio y por ejemplo, en el primer trimestre del año 150
artículos al día, en el segundo trimestre vende 75 artículos al día, en el
tercer trimestre vende 50 artículos por día, y al cuarto trimestre 125
artículos diarios, si la empresa quiere ser competitiva lo que no puede hacer
es fabricar y acumular producto en almacenaje durante el segundo y tercer
trimestre porque representaría un coste adicional, que podría hacerle perder
competitividad en su mercado y con ello ventas, producción, y por lo tanto
empleo.
La empresa
en cuestión debería tener pues la posibilidad de contratar 15 empleados durante
el primer trimestre, bajar a 8 en el segundo, a 5 en el tercero, y a 12 en el
cuarto; Esto quiere decir que la empresa en cuestión debería tener como
plantilla fija y continua, 5 obreros, y los demás se repartirían 3 durante 9
meses, 4 durante 6 meses, y 3 un solo trimestre. Seguro que en las condiciones
sociales actuales, encontraríamos personas que les iría de perlas trabajar 9
meses al año, otras solo 6, y también otras que tres, y si esto se generalizase
pues habría trabajadores que 3 meses aquí y seis allí y tres en otro lugar
harían el año completo.
Y aquí no
hay que hablar de despidos, si no de regulación de contratación, el despido es
un acto que solo tiene que tener cabida, cuando a un trabajador por
incumplimiento o falta se le rescinde su contrato laboral bruscamente, entonces
si se le despide, pero esta palabra ahora ya debería de dejar de tener el uso
generalizado, y solo tener un significado punitivo cuando diese el caso.
Si las
empresas pudiesen contratar así les aseguro que se abrirían las puertas a
infinidad de trabajadores, que si bien de momento seria un choque muy
importante, se adaptarían perfectamente porque hoy los trabajos cada vez tienen
un menor componente de habilidad manual, que necesite años de aprendizaje, y
por supuesto en estos casos las necesidades son otras, y su regulación laboral también.
Pero tampoco
puede ser que en una empresa mediana y consolidada, consiga una innovación tecnológica
para su proceso industrial que le reduzca (x) numero de obreros ganando con
ello competitividad, y tenga que prescindir de ella por la imposibilidad de costear
los despidos y la inversión a la misma vez, y como consecuencia surge la
competencia que la aplica y la empresa tiene que cerrar, consecuencia por no
poder ajustar por ejemplo 15 obreros, pierden el trabajo 60.
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