La
situación en el continente europeo es de lo más pintoresco que imaginarse pueda,
es una situación que podríamos perfectamente denominar de Kafkiana en donde los
mismos intereses, luchan contra los intereses mismos, donde los mismos
gobiernos se enfrentas a los gobiernos mismos, el norte se enfrenta con el sur,
el este con el oeste, los bancos centrales
contra los bancos comerciales, la derecha con la izquierda, y todo sigue
igual, es como el juego de tirar de la cuerda, aquel que se cogen dos grupos uno
a cada uno de los extremos de la cuerda y en el centro se cuelga un piñuelo,
ambos grupos tiran hacia su lado pero es tal el equilibrio, que el pañuelo permanece
inmóvil en el mismo lugar, no va ni hacia un lado ni hacia el otro. Esta es la
situación en la que se encuentra la economía y la gobernabilidad de la europa
del euro.
El
viernes, 26 de los países de la UE firmaron un plan que impondrá políticas de
austeridad contractivas en todo el continente. Al mismo tiempo, el presidente
del BCE, Mario Draghi, explicó claramente que el banco central no utilizará su
balance para hacer bajar los tipos de interés de la deuda soberana. Y aun así,
casi todo el mundo y sobre todo en EEUU que han seguido estas decisiones con interés,
simplemente han asumido que ocurriría lo
contrario. La Europa del euro, no llegará realmente hasta el final en su plan
para imponer la austeridad, y el BCE, a juicio de muchos, acabará por saltar al
ruedo y rescatar a Europa del desastre. ¿Por qué tanta gente asume las
promesas de la semana pasada de austeridad fiscal y monetaria si no se
cumplirán?
La explicación es sencilla desde dentro de la unión y
desde fuera mucho mas, se ve claramente que en la Unión Europea hay demasiada política
y demasiada Europa por unir todavía a estas alturas de la película, a las 72
horas de los acuerdos anunciados a bombo y platillo, se ha entablado ya la
guerra entre la Comisión europea y los gobiernos de Alemania y Francia, que
ahora representan la otra Unión Europea, si no se rían, ahora tenemos dos
uniones una la antigua Unión Europea con toda su estructura burocratizada, y
sus sistemas imposibles de mover con la premura que la economía y la política necesitan,
y la Europa Unida a golpe de llamémosle
decreto de fuerza por parte del eje París Berlín, pero no termina aquí la cosa,
en cada una de las uniones coexisten varias uniones más, que cada una
contradice a la otra, por evidentemente intereses políticos, me refiero a la
confederaciones de partidos y políticos de derechas y de izquierdas que cada
uno ve su europa y su solución, así que si no me equivoco en la unión europea,
cuento como mínimo 8 uniones europeas.
Esto es así ya lo han leído en notas de prensa en Francia
se combate contra Sarkozy en Alemania contra Merkel, en Italia contra Monti en España
no se sabe aun pero pronto se sabrá, Inglaterra esta también casi partida en
tres , y suma y sigue, por eso no es de extrañar que tantas dificultades por
parte de los
líderes europeos de adoptar la ideología de la "austeridad
expansionista" como un requisito legal, ha sido recibida con una reacción
todavía más extraña que en EEUU. Y en el resto del mundo financiero.
En
EEUU, y especialmente en Wall Street, hay un fuerte consenso respecto a que si
el BCE no empieza a actuar como la Fed de 2009 comprando deuda soberana, la
crisis no tendrá final. Asumimos que el BCE es lo suficientemente inteligente
para hacerse esta idea, y para saber que si la zona euro se quiebra bajo la
presión, significaría el fin del euro y del BCE, y de la unión europea para
siempre, o mejor dicho hasta después de la III Guerra europea, o mundial, vaya
usted a saber la que se armaría en estas circunstancias.
Por
tanto, aunque asumamos que los líderes del BCE están comprometidos con la
ideología de la austeridad expansionista, esperamos que en algún momento
abandonen esta ideología para salvar su culo. Al final, suponemos que tienen un
fuerte incentivo para no permitir que Europa se autodestruya. El problema está
en que si esto llega tendremos entonces una tercera unión europea contemos: una
la Unión Europea, dos la Europa del Euro, tres la Europa del BCE, y si se
reproduce en cada una de ellas las divisiones de rigor ya nos vamos a 12 grupos
con el mismo propósito y fin salvar su Unión Europea. Entre tanto el pañuelo de
la cuerda que explicaba al principio seguirá estando inamovible en el mismo
sitio.
Paul
Krugman explicaba ayer esta línea de pensamiento: “Es realmente muy destacable como mucha gente informada basa sus análisis
en la presunción de que el BCE hará lo que tiene que hacer”. Barry
Eichengreen, que es un auténtico experto en el euro, empieza su análisis de
previsiones para 2012 con la afirmación confiada de que “el BCE vendrá al
rescate” pero se equivocan esto es lo
que ellos quieren, porque lo necesitan sus economías basadas en hacer la bola
cada vez más grande.
Pero
lo que tienen que entender los economistas anglosajones es que los alemanes y
el BCE no comparten la misma visión del mundo; realmente creen que la
austeridad es todo lo que hace falta, y que la necesidad de una política
monetaria expansiva es incompatible, con sus otras ideas sobre cómo funciona el
mundo. Y todo indica que mantendrán esa creencia aunque el euro se derrumbe, un
acontecimiento que, a juicio de Krugman, será causado por la irresponsabilidad
de los deudores. "Dada una elección entre salvar a Europa y mantener sus
convicciones, elegirán lo segundo", concluye el premio Nobel. Que es lo
mismo pero al contrario que decidirán los europeos, entre nuestra política económica
y la que nos quieren imponer, que se hunda el mundo.
Arrancamos
la semana con más preguntas que respuestas. La cumbre europea terminó con este
resultado algo inesperado de reforzar la unión política bajo el control de
Alemania y gracias a la autoexclusión de Londres. Puede que sea positivo en el
terreno político, pero quedan ambigüedades en el económico: tenemos acuerdo
fiscal, pero no sabemos ni cuándo ni cómo funcionará. Tenemos mecanismos de estabilidad, pero no sabemos si tendrán los
recursos para pacificar las primas de riesgo. Y tenemos a un banco central
satisfecho de los resultados de la cumbre, pero todavía poco proclive a asumir
el papel de prestamista de último recurso fuera de lo que cabe en su mandato,
es decir fuera del sector bancario.
En
resumen: se incrementa el riesgo de recesión y aleja la senda del crecimiento, a
no ser que como pedía ayer, que entre aprobación de nuevos tratados y
modificaciones se trabaje a la par y sin pausa, en medidas de reactivación, una
vez elegido el camino económico financiero, hay que pautar el de la economía productiva
que es la que tiene que aportar los recursos nuevos para que el primero
funcione, de lo contrario solo podremos administrar miseria cada vez mas ¿Cuándo
y cómo Alemania instrumentará una estrategia de crecimiento? ¿Cómo puede
reaccionar el Bundesbank al acuerdo europeo? ¿Qué señales espera Draghi para
girar hacia una estrategia más agresiva de apoyo a los bonos soberanos? Son
preguntas cruciales para todas las economías del mundo, incluidas las europeas.
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