Es evidente que la intención de Draghi de
poner en funcionamiento la máquina de fabricar euros es la posible salvación de
la economía de la UE y la euro zona sé que a Alemania no le gusta pero es que
deben de entender que la euro zona ahora es una zona pobre y por lo tanto si
quiere salvarla no hay otra solución que reconocer la realidad y hacerla pobre
oficialmente y esto se hace devaluando su moneda de lo contrario la deflación llevara
a las industrias bancos y todos los agentes productivos a la quiebra de nuevo.
Lo he venido explicando desde hace
tiempo la crisis se profundiza en la euro zona porque no hay manera de producir
competitivamente en el mundo actual por dos motivos uno porque ya no tenemos
inventiva y ello nos lleva a una oferta pobre y con mucha competencia, y la
otra y más importante es que el euro la pone fuera de la lógica comercial del
valor añadido, esto ha causado una depreciación en cadena de toda la economía de
la UE, han cerrado industrias, han creado desempleo, y los europeos no consumen
por miedo y porque sus productos son caros.
La prueba de lo que digo es la industria
del automóvil los vehículos más vendidos en Europa son los orientales de gama
media baja es que no hacemos en Europa coches de este segmento de mercado pues
si hacemos pero resultan caros y no llegan a las prestaciones de los fabricados
en Japón por ejemplo, es más algunas marcas europeas venden su marca fabricada allá,
esto no podía continuar no podemos en la UE vivir solo de AUDI, BMW Y Mercedes Benz.
La avalancha de euros que introducirá en
el mercado el Banco Central Europeo a partir del próximo mes de marzo sigue
haciendo mella en su cotización. En apenas 24 horas, la divisa comunitaria se
ha desplomado desde los 1,16 hasta los 1,11 dólares. Esta es la fórmula que yo pedía
que fuese el BCE el que devaluase no el mercado de divisas porque el mercado nos hacía más baratos pero
no nos proporcionaba euros para invertir y trabajar, ahora el BCE si lo va a
proponer veremos que hacemos nosotros.
En su caída, la mayor en una jornada
desde el año 2011 con descensos del 2%, el euro renueva sus mínimos desde
septiembre de 2003. La divisa se desploma a 1,111 dólares, rompiendo
otras dos barreras, la de los 1,13 y los 1,12 dólares, y poniendo incluso en
peligro los 1,11. En menos de un mes, la divisa comunitaria se ha derrumbado
desde los 1,209 dólares con los que cerró 2014. La velocidad de estos descensos
y la magnitud del QE anunciado ayer por el BCE avivan el debate de una posible
paridad entre el euro y el dólar.
Antes del BCE e incluso de la inesperada
revolución desatada por Suiza en el mercado de divisas, firmas de tanta
influencia como Goldman Sachs y Pimco habían incidido en las opciones de una
paridad euro dólar. Desde el año pasado, el euro se ha convertido en una de las
apuestas bajistas más reiteradas por las firmas de inversión, debido en gran
parte a las diferencias de rumbo en las políticas monetarias de la eurozona y
de EEUU. Pero yo creo que en el fondo sabían que no había otra solución para la
zona euro.
El histórico programa de compra de deuda
puesto en marcha ayer por el BCE contrasta con las previsiones de una futura
subida de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal. La FED, de
hecho, ha tenido que prometer paciencia antes de realizar el primer ajuste al
alza en los tipos en medio del acelerón que registra la economía
estadounidense. Hay caídas frente al
franco suizo, la libra y el yen, el varapalo al euro no se limita a su
cruce frente al dólar.
A partir de ahora la economía europea deberá
reacondicionar sus aprovisionamientos y su producción deberá pensar más en fabricar
aquí porque será igual de barato que en Japón o Corea y con la inyección de
euros que en lógica tendrán que ir a parar a las industrias y al consumo la reactivación
puede ser un hecho.
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