miércoles, 28 de enero de 2015

SYRIZA NO ENGAÑA PARECIA UN LOBO Y ES UN LOBO



El nuevo primer ministro griego, Alexis Tsipras, afirmó hoy que una de las prioridades del nuevo Gobierno será renegociar la deuda, luchar contra la corrupción y la evasión fiscal, ayudar a las pymes y combatir el desempleo. Entre tanto los mercados tiemblan hoy tercera sesión de caídas en la bolsa de Grecia, los bonos a cinco años marcan máximos y la prima de riesgo roza los 1.000 puntos,  reflejo claro de que el capital deja sola a Syriza de momento en Grecia ahora solo falta esperar a ver qué pasa en la UE.

Tsipras afirmó que una de las prioridades del nuevo Gobierno de "salvación social", será "la renegociación de la deuda griega con los socios", con vistas a una solución que sea en "beneficio de todos". "Tenemos un plan griego para hacer reformas sin incurrir en déficit, pero sin superávit primarios asfixiantes", dijo Tsipras. Evidentemente esto es muy bonito pero completamente falso y de Grecia ya tenemos experiencias de que esta más en el Olimpo que en la tierra.

El líder izquierdista me temo que se cree un descendiente directo de algún dios del olimpo no se todavía de cual y lo digo porque ha afirmado que "Grecia está lista para contribuir a una solución para toda Europa", y celebró que para mañana mismo está prevista la visita del presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, y el viernes la del el Eurogrupo, Jeroen Djisselbloem. "Las negociaciones con ellos serán muy útiles", aseguró. Seguro porque si es cierto que un país arruinado y con unos doce millones de habitantes tiene la solución para toda Europa, desde luego podremos considerarlo un dios.

En su discurso de apertura del Consejo de Ministros, Tsipras afirmó que el Gobierno "de salvación social" debe "acabar con el clientelismo político y la corrupción" y aplicar las "reformas que no se han podido hacer durante 40 años". "Estamos aquí para acabar con el clientelismo político y con la corrupción y para poner fin al Estado que funcionaba contra los intereses de la sociedad", dijo, para recalcar que la lucha contra la evasión fiscal será de máxima prioridad. Es como si hablase Pablo Iglesias pero cambiando “la caspa” por la clientela.

También anuncio como prioritario "el reinicio de la economía", ayudar a "las pequeñas empresas que están en riesgo de bancarrota", y una "política para reducir el desempleo". Yo diría que las tres cosas son las mismas el problema es que donde están las empresas para reflotar y para que contraten desempleados "Este Gobierno es el primero de una nueva era. No tenemos derecho a cometer errores", afirmó, y añadió que el Ejecutivo no debe olvidar que es "un Gobierno de salvación social", que tiene que devolver a los ciudadanos "la sensación de seguridad y de dignidad" realmente peligroso todo esto no lo puede hacer ni tiene empresas ni tiene por lo visto el apoyo del capital griego y aya no digamos con estas perspectivas el capital internacional.

Antes de que comenzara el Consejo, el ministro de Reconstrucción Productiva, Medio Ambiente y Energía de Grecia, Panayiotis Lafazanis, anunció que el Gobierno paralizará "inmediatamente" todo proceso de privatización de las eléctricas, el nuevo ministro de Trabajo, Panos Skurletis, confirmó que está previsto restaurar el salario mínimo de 751 euros brutos, frente a los 586 que regían en la actualidad. Skurletis también afirmó que se restablecerá las negociaciones entre sindicatos y la patronal. La Sanidad ha sido otro de los temas del día. El gobierno restaurara el acceso universal al sistema público de salud y anulará los pagos impuestos sobre la atención hospitalaria y los medicamentos.

Para un primer día el proyecto de Syriza es espectacular pero lo malo es que no explican cómo lo van a pagar, ni tampoco explican si va a ser solo propósitos como ocurre en los regímenes comunistas y populistas donde la gente vive de promesas y sueños que jamás llegan por culpa de los demás, nunca por la imposibilidad manifiesta de los recursos del propio país, en el fondo Syriza está pidiendo un milagro a la UE pero lo malo es que no lo pide rezando a sus dioses sino que lo exige con la amenaza de un chantaje que sabe asusta mucho a Bruselas el salirse de la economía del euro.

La zona euro tiene prisa por cerrar un acuerdo con el Gobierno de Alexis Tsipras para poner fin cuanto antes a la incertidumbre sobre el futuro económico y financiero de Grecia, puesto en duda por los mercados tras la victoria de la coalición de izquierdas Syriza en las elecciones del pasado domingo. El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, decidió ayer trasladarse este mismo viernes a Atenas para entrevistarse con el nuevo primer ministro griego, Alexis Tsipras, y conocer de primera mano sus intenciones en relación con el rescate financiero.

La cita del viernes iniciará la cuenta atrás para una posible prórroga del rescate actual, del que quedan más de 33.000 millones disponibles entre los recursos del fondo de rescate de la zona euro, del FMI y los beneficios de los bancos centrales por la compra de bonos griegos. Para continuar con el rescate es imprescindible que Atenas cierre el acuerdo con la troika (CE, BCE y FMI), bloqueado desde el año pasado por las discrepancias de esos organismos con el Gobierno de Antonis Samaras.

El acuerdo permitiría mantener la disponibilidad de los recursos pendientes y facilitar la negociación de una salida escalonada del rescate o la aprobación de un tercer rescate. La continuidad del rescate abriría también a Grecia la puerta para acogerse al plan de compra de deuda aprobado la semana pasada por el Banco Central Europeo, como recordó ayer mismo el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble. Pero no parece que esto sea el proyecto de Antonis Samaras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario