jueves, 19 de febrero de 2015
LAS VENTAJAS DE SER RUSO EN RUSIA Y SUS AÑADIDOS
Uno se siente un poco desengañado cuando ve que en el contexto del mundo actual su experiencia y conocimientos los cuales ha decidido exponer públicamente mediante las nuevas tecnologías son por un lado acertados y por otro tan ineficaces como inútiles, esto viene a cuento porque hoy he leído un artículo sobre la realidad actual de Crimea aquella península tan importante para Putin y su Armada y que fue el inicio del jaque mate que ahora está imponiendo a la OTAN a la UE y los EEUU recuerdo que les decía entonces que lo mejor para occidente era dejar que Crimea pasase a ser rusa porque era cierto que allá estaba el principal puerto de su armada naval del Mediterráneo y que su absorción les costaría más a los rusos que no su defensa por parte de occidente y Ucrania.
Pero lo que no dije y no digo es que tras aquella concesión se permitiese seguir jugando al monopolio por parte de Rusia por dos motivos uno porque es para Putin una forma de molestarnos y por otro lado distraer a sus rusos que no lo están pasando nada bien máxime cuando sus ingresos por parte del petróleo han caído en un 50% ya han visto supongo la última bronca de Putin a uno de sus ministros el de transporte concretamente por haber comprado 140 vagones Talgo españoles. El ministro respondió que el contrato con Talgo fue firmado en 2011 y que el 80% de los pagos en concepto del mismo ya han sido abonados a la empresa española. Ya ven como están las cosas.
Bien todo esto es el entrante de lo que en realidad quiero volver a remarcar. Rusia está muy mal económicamente hablando y su sistema para evitar que esto sea reconocido oficialmente es poner en alerta al ejército ruso para hacer creer a los rusos que hay que defenderse de los ataques de los occidentales y que esto es la causa de sus males es decir Putin se crea un desastre externo para tapar el auténtico desastre. Y como también les digo siempre el pueblo ruso esta tan acostumbrado que se lo cree.
El 1 de enero de este año culminaba el proceso de anexión de Crimea por parte de Rusia. A la región tenía que haber llegado una oleada de inversiones y turismo procedente de su nueva 'madre patria', pero a día de hoy a lo que se enfrentan sus habitantes es a una inflación galopante, una dramática reducción de los visitantes foráneos y, en general, a una economía de capa caída.
Desde que en marzo de 2014 Crimea se independizó de Ucrania y se adhirió a Rusia, muchas cosas han cambiado en esta península en la que los antiguos zares, y más tardes los ciudadanos ucranianos, solían veranear. Para sus 2 millones de residentes, la realidad está lejos de la prosperidad que les prometieron que iban a alcanzar con la unión a Rusia, unas expectativas creadas por los supuestos planes de inversión que avanzaba el Kremlin y que planteaba incluso la construcción de un complejo turístico tipo "las Vegas".
El principal sector económico de la región, el turismo, está en caída libre afectada principalmente por las sanciones impuestas por Ucrania y la Unión Europea. Según los datos oficiales recogidos por "Bloomberg", el número de turistas que escogieron Crimea como destino de vacaciones se redujo en un tercio el pasado año, hasta los cuatro millones de visitantes. El 80% de ellos eran rusos, un significativo aumento si se compara con 2013, cuando representaban solo el 25% del total. Se echa en falta la entrada de ucranianos, que hasta 2014 eran el grueso de los viajeros y que ahora prácticamente han desaparecido.
En los últimos meses, muchos negocios internacionales se han marchado del país, una retirada que no ha sido compensada con la llegada de empresas rusas. UniCredit, MasterCard, Visa o McDonald's, entre otros, han echado el cierre a sus negocios en Crimea. En su lugar se ha implantado una economía de comercio de 'solo en efectivo'. Mientras, las firmas rusas no acaban de decidirse a apostar por el nuevo territorio ruso, ni siquiera el banco estatal OAO Sberbank, la mayor entidad del país.
La explicación, según indica a Bloomberg el profesor de Ciencias Políticas de la Escuela Superior de Economía de Moscú, Nikolai Petrov, es que quieren evitar posibles sanciones por operar en Crimea, a la que tanto EEUU como la Unión Europea califican de "territorio ocupado". Sin embargo, para la mayoría de habitantes de la península, el problema más acuciante es el encarecimiento de los alimentos y el desabastecimiento de las tiendas. De acuerdo con fuentes oficiales de las autoridades de Crimea, la inflación en diciembre fue del 42.4 % en términos interanuales.
Este avance es debido, fundamentalmente, al bloqueo impuesto por Ucrania, que al no reconocer la frontera ha ilegalizado de forma indirecta el comercio con Crimea. De hecho, Ucrania no permite ningún tipo de comunicación con su antiguo territorio. Pocos productos se han librado de este bloqueo y ahora la mayor parte del aprovisionamiento de las tiendas de alimentación y supermercados llega, vía ferry, desde Rusia, con el consecuente repunte de los costes. Esto naturalmente es un planteamiento falso en teoría si Crimea quería y apoyaba ella unión a Rusia era por todo lo contrario es decir era mucho mejor depender de una súper potencia con 140 millones de clientes y de un potencial económico incalculable que de un país como Ucrania que todavía hoy no se sabe a qué bloque pertenece.
Así hoy al gobierno de Crimea le gustaría recibir suministros de Ucrania para evitar las tensiones sociales, pero la política está triunfando sobre el negocio en Ucrania, afirma Sergei Makeyev, director de la Asociación de Comercio de Crimea. Después de la anexión, Vladimir Putin, presidente de Rusia, propuso recompensar sus nuevos votantes duplicando las pagas a unos 560.000 pensionistas y 200.000 trabajadores públicos. Pero esta subida de los ingresos ha sido engullida por la creciente inflación.
Así las cosas, los 681.000 millones de rublos que Rusia se había comprometido a gastar en Crimea hasta el año 2020, incluyendo infraestructura, podrían no ser suficientes para satisfacer las necesidades de la región, afirma Oleg Saveliev, el ministro que Rusia ha designado para tutelar la península. Y, de todas formas, sigue sin estar claro cuándo empezará a llegar la inversión prometida por Moscú que se enfrenta a su propia crisis económica, y que la va a multiplicar con la parte pro rusa de Ucrania que acaba de conquistar.
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