viernes, 26 de junio de 2015

PODRIA ESCRIBIR UN LIBRO SOBRE LA "ODISEA" MODERNA DE GRECIA


Grecia y sus acreedores siguen a la caza de un acuerdo bueno yo creo que unos de un acuerdo y otro de un des-acuerdo. Los mercados, sin embargo, muestran signos de que no quieren esperar a que se alcance uno. Atenas, después de todo, no es lo único en lo que pensar y tienen razón yo no esperaría nada se llegue a un acuerdo o no, nadie va a cobrar nada por ello no hay otro acuerdo posible.

Ayer jueves cayó encima de los negociadores otro elemento de presión, ya que el presidente del Bundesbank Jens Weidmann cuestionó en público la inyección constante de financiación de emergencia para los bancos de Grecia. Si el Banco Central Europeo retirase la ayuda, los problemas de Grecia empeorarían deprisa, y podría ser difícil dar la vuelta a la situación. Pero la constante ayuda que se va dando para aguantar la deuda es ya casi más alta que la misma deuda a devolver, dicho de otro modo Europa está haciendo el negocio del Roberto de las Cabras, que cambiaba cuatro de negras por tres de blancas. 

Las noticias que sugieren que se está negociando un acuerdo provocan un repunte de los activos de riesgo; las noticias posteriores que exponen más obstáculos están teniendo menos efecto. En comparación al pasado viernes, el Stoxx Europe 600 sigue un 2,7% al alza; la rentabilidad alemana a 10 años es más alta, mientras que los rendimientos italianos, españoles y portugueses han caído; y el coste de asegurar la deuda de una compañía con calificación de bono basura a través del índice iTraxx Crossover es alrededor de un 8% más bajo.

Esto implica que parte de la protección que los mercados habían construido frente a un mal desenlace en las negociaciones griegas se ha visto minada. Los inversores tal vez sean culpables de desear demasiado un buen final para la odisea griega. Pero mientras los titulares griegos dominan minuto a minuto los movimientos, el trasfondo global está mejorando. La economía de la eurozona en su conjunto parece demostrar su resistencia a los temores sobre Grecia. Los salarios muestran signos de vida en EEUU, Reino Unido e incluso la Eurozona. El miedo a la deflación se ha desvanecido.

Esto puede resultar condescendiente, pero también cuesta ver los vínculos financieros que puedan hacer que las inevitables turbulencias dentro de Grecia se extiendan al resto del mundo, dicho de otro modo no hay riesgo real que 270,000 millones de euros pongan en peligro la economía mundial. Los mayores riesgos son políticos, ya que el ímpetu por llegar a un acuerdo depende más de la política que de la economía y es así si hoy no hay acuerdo es porque en Grecia gobierna un partido neo comunista es decir Syriza.
  
Visto así, la debilidad relacionada con Grecia empieza a parecer una oportunidad para comprar, más que para vender. Una ruptura política causará una reacción negativa; pero puede ser corta. Los líderes de la UE aseguran que Atenas tendrá mañana su última oportunidad de llegar a un acuerdo; de lo contrario, pondrán en marcha un plan B de cara a evitar que el impago perjudique al resto de la eurozona.
  
El ultimátum llega después de varios intentos fallidos de que Grecia acepte un plan de reformas para que la UE desbloquee los 7.200 millones de euros de ayuda. La reunión de mañana de ministros de Economía de la eurozona se ha tenido que programar después de que el Eurogrupo haya sido incapaz de encontrar un consenso, a pesar de haberse reunido en cuatro ocasiones esta semana y de las negociaciones maratonianas entre el primer ministro Alexis Tsipras y los acreedores.
 
El Eurogrupo ha encargado a la troika que analice la última propuesta griega para ver qué elementos pueden incorporarse a su propio paquete de medidas, y preparar una oferta final. Los planes de los acreedores se fueron al traste después de que el ministro de Finanzas heleno, Yanis Varoufakis, presentara su propia propuesta, que los ministros acordaron evaluar antes de cortar las negociaciones definitivamente.

Las autoridades creen que no hay posibilidades de que los acreedores acepten la nueva propuesta griega y sugirieron que están preparando un plan para que un posible impago de Grecia no tenga un efecto contagio. Entre esos planes se incluirían controles de capital e incluso ayuda humanitaria, que esto va en serio lo indica que la reunión final se realizara en fin de semana con los mercados cerrados para evitar así movimientos más bruscos de lo necesario.
 
La incapacidad de los ministros de Finanzas de alcanzar un acuerdo significa que "ahora la solución final está en manos de los líderes". Al parecer, Angela Merkel, insistió en que el tema lo discutiesen los ministros de Economía. "En algunos aspectos, tenemos la impresión de que hemos dado un paso atrás", declaró Merkel tras su llegada a la cumbre de los 28 líderes de la Unión Europea que tuvo lugar en Bruselas. Y tiene razón pero la culpa es de los "lideres" que son incapaces de tomar una decisión como correspondería a los "lideres" lo cual significa que como vengo diciendo una y otra vez en la UE no hay ni unión ni lideres para hacerla.

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