Es evidente que España ha dado un vuelco total a su estructura política de
base y cuando me refiero a la base me refiero a sus pueblos ciudades y Autonomías o regiones, a la vista
de lo reafirmado ayer sábado en la consolidación y formación de ayuntamientos y
de algunos gobiernos autonómicos esta claro
que España da un vuelco a la griega es decir se va a la extrema izquierda esto
no es extraño en este país en el que alternativamente pasa de izquierdas a derechas
a cada dos legislaturas, pero esta vez esto ha pasado o quizás debería decir pasara
con tan solo una legislatura.
Si el retrato político que se ha impuesto ya en las bases públicas y
sociales del país se confirma es de esperar que en las próximas elecciones
generales de noviembre España será un país de extrema izquierda será en
definitiva otra Grecia y esto pondrá en entredicho la continuidad de la Unión
Europea si no se arregla la situación económica con Grecia y en la propia Unión.
Madrid y
Barcelona las dos capitales de España, ponen
a prueba las promesas de las fuerzas del cambio, no ha habido marcha atrás pese
a los esfuerzos del PP y Rajoy que presionó a Rivera para que el PP mantuviera algunas
capitales andaluzas.
Al final del
proceso electoral y tras las dos semanas de negociaciones a triunfado sin
paliativos la “Revolución en los ayuntamientos". Los muchos alcaldes procedentes
de los nuevos partidos emplean fórmulas de desafío institucional. 'Acercaremos la política a la calle',
coinciden Colau y Carmena" (Barcelona y Madrid). El PP deja de gobernar a
más de 16 millones de habitantes para hacerlo sobre menos de 6, mientras que el
PSOE pasa de cuatro a ocho millones el PP culpa a la izquierda por sus pactos
excéntricos y sectarios y el PSOE le llama 'indigno' y le pide que respete la democracia.
En definitiva "España consuma su giro radical a la
izquierda. Porque entre los 10 millones que pierde el PP y los 8 que gobernara
el PSOE el diferencial sobre el resto de españoles casi 35 millones estarán gobernados
por las fuerzas de izquierda populistas sin ninguna experiencia de gobierno la mayoría
y con un grado de democracia que está por ver de momento y para que sirva de
ejemplo sepan todos mis lectores que en la toma de posesión de las dos
alcaldesas de España. Manuela Carmena y Ada Colau prometieron el cargo de 'por imperativo legal' y entre gritos de
'sí se puede' el eslogan electoral
de PODEMOS.
Efecto este
muy difícil de analizar porque en ningún gran ayuntamiento ha ganado PODEMOS
pero curiosamente ha puesto este partido ha sido el que ha nombrado al alcalde
y este ha sido investido al grito de guerra de podemos “SI SE PUEDE”
Las
reacciones de los medios de información son una muestra del mosaico de colores
en que se ha convertido el suelo español. Mientras que los periódicos de
Barcelona, optan por destacar en sus portadas el 'fenómeno Colau' al acceder a
la alcaldía y por recoger la imagen de apoyo popular expresado en la plaza de
Sant Jaume, (ubicación de los edificios del Ayuntamiento y la Generelitat), la
derecha mediática deja constancia de su profundo malestar por los resultados de
las elecciones municipales tanto en las primeras páginas como en los
editoriales. "Una negra España
municipal" es el titular de 'La Razón' en la resaca de los pactos
electorales que tan caros le han salido al PP por la pérdida de
ayuntamientos. Se denuncia en la prensa de la capital la "nefasta
forma de hacer política que consiste en aislar a un partido democrático como el
PP" lo que indirectamente acusa a los ganadores y nuevos regidores
dela sociedad española de "frentes
populistas".
El centralismo
tan arraigado en España mete a todos en el mismo saco, y como decía antes que
en las proclamaciones de los alcaldes se hizo al grito de SI SE PUEDE los
identifica con el chavismo y el castrismo lo que invita en algunos comentarios
a esperar unas trayectorias políticas cercanas a la desobediencia e incivismo e
incluso la violencia. De nada ha servido que la imagen del acceso a la alcaldía
de Manuel Carmena y Ada Colau se parecieran más a una
fiesta que a un acto político, El abrazo constrictor del poder de PODEMOS se empezó a sentir ayer en los
dos partidos que han sido los dueños de la España democrática hasta ayer el PSOE segundón y ninguneado y el PP completamente derrotado y apartado
del gobierno del pueblo.
La España más
central y centralista se lanza ya sin reparo en mostrar su pánico ante lo que
dan por hecho como un giro radical a la izquierda, lo cierto es que esto va
hacia este final de aquí hasta noviembre no hay tiempo para hacer cambiar la
tendencia política iniciada. No hay tiempo para que los nuevos poderes se
estrellen, ni para que los viejos y orgánicos partidos puedan cambiar sus imágenes,
así las cosas lo lógico es pensar que la próxima España puede ser una bomba de relojería.
Pero la cuestión
es estamos ante "Un futuro inestable y conflictivo", o en un cambio difícil
pero sensato, la verdad es que hay inicios que indican ambas tendencias desde
la izquierda ganadora se habla de cambio difícil pero en paz y sin dramatismo,
sin embargo la derecha española empieza a hacer sonar el ruido de sables, y
reclama a Mariano Rajoy una
reacción inmediata para atar muy corto a los ayuntamientos donde mandan las
fuerzas emergentes de iniciativa ciudadana.
La derecha
de la capital, encarnada por el diario
madrileño ABC, anima al presidente del Gobierno a "aplicar los mecanismos
de disciplina financiera establecidos en la ley de estabilidad presupuestaria y
a impugnar en los tribunales, incluido el Constitucional, las decisiones con
las que los nuevos ayuntamientos y los futuros gobiernos autonómicos quieran
hacer y que no gusten a esta derecha que ve cómo será imposible aguantar el
poder general el próximo noviembre.
Como decía no
hay tiempo hasta las próximas generales. En el tiempo que pase desde hoy hasta
noviembre se llama al presidente Rajoy a frenar cualquier coste en política
social que pueda desequilibrar las prioridades presupuestarias. Desde la
identidad ideológica, se pretende que en un acto de nula democracia, el estado
impida gobernar a los ayuntamientos y regiones y para ello que use todas las
fuerzas que le quedan al gobierno central incluyendo en ello sobre todo el
Tribunal Constitucional el Tribunal Supremo y añado con mucho respeto y temor
el ejército.
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