Pocas veces una política de estado se comporta de forma tan ignominiosa y
falsa cómo se comporta la política y los políticos nacionales españoles con la
identidad catalana, creo que tengo razón en afirmar que en el mundo occidental
moderno, solo hay un caso parecido aunque no comparable gracias a dios, fue el
odio que llevo al holocausto judío por parte de la Alemania nazi , no hay en
ningún sitio una situación igual en que un estado y sus políticos, siembren y
cultiven la semilla de la antipatía y casi el odio entre sus gobernados,
durante años y años. En España el centralismo del estado y de la política de
estado ya sea en la dictadura pasada, o en la democracia actual, propaga
sistemáticamente una discriminación feroz y casi visceral, frente al
nacionalismo de una región, de momento española, como es Catalunya.
Esta acción se apoya en unos fundamentos completamente falsos, pero muy
bien hilvanados por la fuerza de la centralidad del estado, que domina con su
poder la opinión pública, con ello crea tendencias de opinión que falsean
agrandando o minimizando hechos de la realidad con vivencial, de la relación
entre las dos culturas, la española y la catalana, siendo la primera de estas
falsedades el negar la propia existencia de una cultura catalana propia y más
antigua que la propia nación española.
Esta realidad dentro de España es muy desmembradora, y hace mucho daño a la
sociedad española en conjunto, y crea una confusión extraña y curiosa cuando
menos en el contexto internacional, nadie fuera de aquí lo comprende, si lo
entienden cuando lo explicas, pero no es lo mismo entender que comprender y es
esto último lo que no consiguen asimilarlo. Y creo que aquí nos pasa lo mismo,
al menos a quien escribe este articulo, así que he estado dándole vueltas al
porque de esta realidad, y he llegado a la conclusión, que todos los motivos
que la sociedad española asume como dañinos para ella, son básicamente imbuidos
por su política y políticos, y además van en dirección contraria a lo que les
quieren hacer creer.
No es el problema que tengamos y usemos una lengua propia, no importa que
nuestra forma de ver las cosas sea un tanto diferente, no tiene importancia que
aquí se hayan prohibido las corridas de toros, etc., lo único que importa en
realidad es que España no podría mantener su estatus económico en el contexto
europeo, si por aquellas cosas de la vida, Catalunya se independizase
económicamente y ya no digamos físicamente de España. Los gobiernos pasados, presentes
y futuros, saben o se dan cuenta rápidamente, que España no podría sostenerse
sin Catalunya y por el contrario Catalunya si podría, no ya mantenerse, sino
crecer sin España pegada a la espalda.
Y esto que digo no es ni una fanfarronería ni un orgullo nacionalista
gratuito, es una realidad que no puede el gobierno de la nación explicar al
resto de la nación, pero las cosas son como son y no como uno quisiera que
fuesen, y esto es así de sencillo. No sé que ganan la política y los gobiernos
españoles que persisten en negar una evidencia hasta el extremo de llegar a
oponer a casi toda la sociedad española, en contra de los catalanes, quienes
junto con la comunidad de Madrid sostenemos mejor o peor a España entera.
Esta es la realidad España, la imperial, la centralista, la conquistadora,
aquella que fue “una grande y libre”, no puede soportar depender de una región
conquistada, que se mantiene firme en sus creencias e identidad nacional, que
no asume como propia la nacionalidad global impuesta, y que a pesar de esta
insumisión, no puede prescindir de su capacidad y fuerza económica,
emprendedora, y nacionalista. Esto y no otras motivaciones son el verdadero
pecado de los catalanes.
Y esta afirmación este planteamiento hay que refrendarlo con datos y para
ello vamos a repasar la realidad de la economía española. Solo hay tres
regiones que son en la actualidad contribuyentes natos al tesoro público
español. Estas regiones son: Madrid, Catalunya, y Baleares, todas las demás,
(excepto País Vasco y Navarra que todos sabemos van por libre) son receptoras,
es decir pagan sus impuestos y luego el estado les devuelve más de lo que han
pagado, con el fin de poder mantener su desarrollo cotidiano, esta diferencia
proviene de los impuestos de estas tres regiones aportadoras netas.
Si me permiten pues la licencia, está claro que en realidad España
económicamente hablando es Madrid y Cataluña, (omito Baleares porque su tamaño
aunque contributivo es muy pequeño) dado que ambas comunidades son casi parejas
en cuanto a PIB y Habitantes, podemos decir hipotéticamente que cada una
soporta media España. Y llegados aquí, está claro el porqué del problema que
tiene España con la nacionalidad catalana -¿y si un día estos catalanes no
quieren ser españoles y lo consiguen?-, que haremos con nuestra “una grande y
libre” España.
Así se entiende todo no les parece, y se
comprende porque solo se ataca al nacionalismo catalán, y no por ejemplo al
vasco, porque una cosa es la lucha policial por causa de la banda terrorista
ETA, y otra muy distinta el golpeteo continuo de la insolidaridad, del ataque
al castellano, de la educación tendenciosa, de las embajadas en el exterior, de
las políticas de la Generalitad, etc., que permanentemente sufrimos en Cataluña
por parte de la prensa y la política oficial de España. La cosa esta clara, los
vascos no entran en el juego económico, incomprensiblemente pero es así, por lo
tanto a los puristas de la nación española, les da igual lo que hagan, pero
Catalunya es otra cosa, Catalunya paga y mucho y esto sí es importante esto no
se puede perder.
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