Las batallas
políticas, económicas, las acciones de desprestigio, las acusaciones falsas o
poco probadas, ahora se preparan las trampas contables, son acciones todas empleadas
por España contra Catalunya, son ya tan comunes que ya no nos hacen efecto
alguno, estos hechos que empezaron diría que antes e instantes después de la
confirmación del acuerdo suscrito entre las dos fuerzas políticas mayoritarias
catalanas para formar el gobierno de la Generalidad de Catalunya, cuyos
objetivos son mantener un “status quo” con el gobierno central de España, y
paralelamente buscar la forma legal que pueda ofrecer un camino hacia la
creación de una Catalunya soberana e
independiente. Están quedando fuera de lugar por lo repetitivas y por su
carencia de valor
Esta es la
actual situación ni más ni menos, además la presencia en la prensa y en los
juzgados de la degradación política real y sin paliativos de la política
española quita todavía más fuerza a aquello de “difama que algo queda” esto ha
desatado un vendaval de acciones de todo tipo, y desde todos los estamentos
españoles, es decir, desde el gobierno, pasando por la oposición y por el
cuarto poder, ese que se denomina libre e independiente y que desde luego no es
libre porque no es independiente. Esta realidad incuestionable, yo no tengo bien
claro cuál es el objetivo que persiguen, no sé si lo que pretenden es que se
evolucione hacia una mayor velocidad y virulencia de los acontecimientos, sean
cuales sean sus consecuencias, o todo lo contrario que el descontrol, la
presión y las amenazas, hagan que se detengan.
En mi
opinión creo sinceramente que lo que se pretende es la segunda posibilidad,
pero lo que también creo, es que tal y como se plantea lo que conseguirán será que
suceda la primera, estoy convencido que ni la actitud de guerra feroz y sin
miramiento alguno, ni la de “a enemigo que huye puente de plata”, son en el
caso que nos concierne las medidas a adoptar. Verán yo comprendo que a España
no le puede gustar ni interesar que se quiera segregar una parte conquistada y
sometida, desde hace ya 300 años, lo que no comprendo es que encima se culpe al
sometido por querer dejar de serlo, sin preguntarse a sí mismos porque lo
quiere.
Si después
de 300 años Goliat no ha podido con David, es que o no ha sabido ni podido
vencerlo, y debe ser que el pequeño no es tan pequeño y además resulta peligroso
enfrentarse a él en campo abierto, será por aquello de la onda en este caso por
una onda denominada PIB de un calibre del 20%. Esta es la realidad. Son ya
trescientos años desde el último sometimiento por la fuerza de Catalunya por
España, y España no ha podido doblegar el espíritu catalán.
Yo quisiera
hacer ver a mis conciudadanos españoles, que este hecho se debe más al
comportamiento del grande que no del pequeño, yo no sé qué Historia de España
les han explicado en las escuelas, si se que les dicen en los periódicos, y
como se habla en los comentarios y tertulias televisivas, y creo que todo eso
tiene la culpa del porque muchos españoles nos echan la culpa de ser catalanes
como si este hecho fuese poco menos que
un delito de traición.
Ahora las
cosas se van a complicar y mucho, porque aquí en Catalunya, mucha parte de la
sociedad quiere dejar de pertenecer a una nación que la odia, que la insulta
que la acusa de las mil y una barbaridades, y yo vuelvo a señalar, ¿porque
somos tan malos, que les hemos hecho ?, y si la respuesta es que lo somos por
naturaleza simplemente por ser catalanes, entonces la pregunta cambia y es
¿porque nos quieren aguantar y no nos echan? la realidad nadie la dice, pero la
realidad es que después de trescientos años de dominio absoluto, Catalunya
sigue pensando en catalán y España no ha conseguido conquistar su alma, ni su corazón,
otra cosa es su territorio.
Y volvemos
al principio, España se ofende y se revela y va a usar todas las tretas y toda
la legalidad actual para intentar someter
a los díscolos catalanes, y creo que volverá a equivocarse, porque esto ya lo
hicieron, y trescientos años después seguimos defendiendo lo mismo, la
independencia como estado propio, y porque, pues por que España no ha querido
nunca entender a Catalunya, integrar y aceptar su cultura, su forma de ser, no
ha querido nunca compartir España con Catalunya, sino que ha hecho todo lo
contrario ha querido desmembrar a Catalunya ha querido borrar o hacer
desaparecer el ser y el sentimiento catalán.
Ahora
llegado a este momento la situación puede ser muy comprometida, España puede
hacer mucho daño a Catalunya, pero si este es el camino que toma para conseguir
que la decisión catalana cambie, todo el daño que cause España, se le volverá
contra ella misma, si hunde la economía catalana, que es una de las
posibilidades, hundirá su propia economía, porque además de atacar la economía
general de España, atacará a los millones de españoles que viven y trabajan en
Catalunya, y muchos de ellos verán asombrados él porque Catalunya quiere ser
independiente y quien la está atacando, y en circunstancias como estas muchos
“fieles soldados” cambian de bando.
El asunto está
feo muy feo y lo digo como catalán, pero ya no hay más remedio que afrontarlo,
así que esta es la moraleja. No deberíamos tratar de evitar la situación sino
todo lo contrario, ver cómo se pueden obtener los dos objetivos sin necesidad
de destrozar a ninguno de los dos, porque no lo duden o se hace así, o los dos saldrán
mal parados, luego ya se verá quien se recompone y quien no pero me parece que
esto es como jugar con fuego.
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