El eje franco alemán parece que se ha decidido a tomar el mando y prepara el futuro de la eurozona. Merkel y Sarkozy se han citado el próximo martes para discutir y definir propuestas conjuntas para el gobierno de la unión europea. Haría falta saber si esta reunión obedece solo a la iniciativa del citado eje o es representativa por la cesión de intereses comunes del resto de los 16 países, personalmente me da un tanto igual pero sería bonito que fuese así sería como un alivio y una esperanza hacia un estado de gobierno único, se empieza por parejas que es mucho más fácil de llegar a acuerdos que con 16 invitados, y se acaba unificando de una vez, el hecho de que no se pudiese repetir la escena famosa “hablar con Europa denme el número de teléfono” y no se lo pudieron dar por supuesto, representaría un vuelco total y absoluto a todas los ataques económicos y sociales (que hay que empezar a tenerlos en cuenta), a la eurozona.
Esto es una preocupación general no solo mía, los periódicos alemanes, incluyendo los más favorables al gobierno democristiano, se preguntaban ayer por qué la canciller guardaba silencio y no interrumpía sus vacaciones ante el empeoramiento del clima financiero internacional. La respuesta llegó poco después con un comunicado del palacio del Eliseo, en el que se anunciaba que el presidente francés recibirá a Angela Merkel el martes próximo por la tarde en Paris, para «preparar propuestas conjuntas» de gobierno de la eurozona.
El anuncio de la reunión también parece importante para Francia, porque refuerza el mensaje de solidez que Nicolás Sarkozy quiere enviar a los mercados. La cuestión es si se trata de una reunión preparada a espaldas de las instituciones europeas y los demás gobiernos, cosa que yo no me lo creo, porque si así fuese porque anunciarlo con cinco días de antelación se hace y punto. Hace un año, una reunión de este tipo habría sido recibida con la mayor de las hostilidades por parte de los demás países europeos todo apunta que hoy esto ya no es asi.
Según la tradición y la realidad, el eje Paris-Berlín es el motor de la UE, pero también es cierto que la excesiva precaución en evitar precisamente crear un «directorio» franco-alemán para que gestionase los asuntos esenciales de la Unión, pasando por encima de los intereses de los demás países. No está contemplada como un hacho normal en teoría por eso esta la figura de la presidencia rotatoria y de Durao Barroso, figuras y estamentos que se ha visto claramente que no son eficaces.
El primer ministro polaco, Donald Tusk, que ejerce la presidencia de turno pero cuyo país ni siquiera está en el euro, ha intentado salvar las formas con una carta a los demás gobiernos comunitarios en la que anima a poner en marcha los acuerdos de la cumbre del 21 de julio (a la que, por cierto, él no asistió). Sin embargo, en estos momentos, de hecho, no hay ningún gobierno europeo, dentro o fuera del Euro, que haya visto con desaprobación esta convocatoria gracias a todos haber si de una vez lo entendemos y nos dirigimos a la unión europea de verdad.
Lo que los mercados están esperando, según todos los indicios, es una señal creíble de que los dirigentes políticos de la eurozona están dispuestos a dar pasos decisivos, bien aceptando compartir el control fiscal y presupuestario de las economías nacionales, o al menos ampliando la capacidad del mecanismo de estabilidad financiera, lo que a la larga debería tener idéntico resultado. Me imagino que en realidad en lo que discutirán Merkel y Sarkozy ya que son sus dos propias reflexiones.
Solo hay un punto que me preocupa, y es que se hace mucho énfasis en las cuestiones económicas y financieras, pero no se habla de la política común de gobierno, quizás sea demasiado pronto pedir esto y haya que esperar que la unión económica de resultados, para que todos los gobiernos se den cuenta que hacer lo mismo en las cuestiones de política general, seria tanto o más interesante, ya que en estos momentos creo que la mala economía viene dada por la pésima política existente en la eurozona, pero bueno hoy las técnicas modernas permiten construir un edificio empezando por el tejado.
Lo que Ángela Merkel y Nicolás Sarkozy acuerden y decidan el martes será posiblemente el hecho más importante que Europa habrá conseguido en muchos años, su decisión y su escenificación tendrá mucha importancia, si lo consiguen, puede ser que la historia los recuerde para siempre como el padre y la madre de Europa, sin que se me ofendan sus respectivas parejas saben que no va por ahí mi comentario.
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