viernes, 5 de agosto de 2011

VARIACIONES SOBRE UN MISMO TEMA: EUROPA

Hoy el rotativo catalán “La Vanguardia” en su sección de economía presenta un interesantísimo artículo titulado: (Los partidarios de un “new deal” (nueva manera) para salvar la euro-zona ganan apoyos) basándome en el quiera reincidir en mis opiniones al respecto haciendo una variaciones semánticas y tematicas sobre la opinión de los expertos autores del artículo y sus recomendaciones.

Conforme crece el peligro de una nueva recesión agravando la ya gravísima crisis de deuda europea, más economistas se están sumando al llamamiento de ex primeros ministros y líderes socialdemócratas en favor de un plan para emitir eurobonos y usar el Banco Europeo de Inversiones como vehículo de masivas inversiones públicas y privadas, ayudas a pequeñas y medianas empresas destinadas a promover el crecimiento y corregir las diferencias de productividad en la zona euro.

"Hay que emitir eurobonos para evitar más austeridad y usar bancos públicos para llevar a cabo inversiones en sectores que pueden crear empleo de alta productividad, como tecnología verde", declaró Stephany Griffith Jones, que secunda el llamamiento a un new deal para la zona euro elaborado por los economistas Stuart Holland y Yanis Varoufakis y firmado por una decena de ex presidentes de gobierno, entre ellos Giuliano Amato, Michel Rocard y Mario Soares. Este llamamiento apareció hace tres semanas en diarios como Financial Times y La Vanguardia.

Otro economista keynesiano, Heiner Flassbeck, economista jefe de la Unctad, instó a los líderes europeos a "desacoplar la deuda de la zona euro de las presiones de los mercados, y esto se hace mediante la emisión de eurobonos". Tom McDonnell, economista jefe del Instituto Tasc en Dublín, apoya la propuesta de new deal aunque advierte al respecto: "La creación de eurobonos no será suficiente; hará falta que el BCE sea un prestamista de último recurso para crear margen para políticas fiscales contra cíclicas sin riesgo de crear temor por la solvencia”.

La impresión general es que los mercados de deuda europea ya no responderán a más reformas estructurales, sino que hace falta crecimiento para recuperar la confianza en la solvencia de la zona euro. Pero hay cada vez más indicios de ralentización. Por tanto, "Europa debería celebrar, de manera urgente, una cumbre de crecimiento para pactar medidas destinadas a elevar la demanda agregada en la zona euro", dijo Griffith Jones.

Este lenguaje keynesiano –inexistente en las respuestas oficiales a la crisis– empieza a ganar terreno. Tanto Stiglitz como Griffith Jones creen que la cumbre de Bruselas de hace dos semanas ha creado algunas de las estructuras necesarias para resolver la crisis. "Es un paso importante; ahora hace falta activarlo urgentemente", señala Griffith Jones. Y propone estas medidas:

1) La emisión de eurobonos para sustituir el 60% de la deuda de los países de la zona euro. Esto bajaría de un plumazo los tipos de interés pagados sobre esta deuda.

2) La activación inmediata de compras de bonos de la periferia por el Fondo de Estabilidad Financiero Europeo. El Banco central Europeo también debería realizar estas compras.

3) Para afrontar los problemas de competitividad de las economías periféricas se debería aumentar drásticamente la escala del Banco Europeo de Inversiones y el Fondo de Inversiones Europeo. "Los bancos de desarrollo públicos son claves del éxito de Brasil con BNDS y Alemania con KFW", dice.

4) Controles sobre los derivados credit default swaps y medidas para corregir el sesgo pro cíclico de las agencias de calificación de deuda que agravan el ciclo de expansión y posterior recesión.

Todo esto está muy bien son recetas económicas que vistas en conjunto podrían dar resultado pero que desgraciadamente están erradas y no son aplicables a la situación política y social europea de hoy, no se podrá emplear medidas económicas en la Europa del euro, por que falla estrepitosamente el concepto básico no hay forma de que la Unión Europea sea una unión y a partir de aquí todo está de más.

Hasta que han venido las bacas flacas, más o menos se ha ido esquivando la realidad, cuando la sociedad está contenta toda política es buena, y los políticos también, la cosa cambia cuando se giran las expectativas empiezan los problemas y se rompe la felicidad, entonces también se rompe la unidad, que de cierto nunca existió, la economía, lo decía ayer, no es la causa, es la consecuencia de la desunión. Cuando la inexistente planificación europea con respecto al desarrollo productivo de la zona euro (porque cada cual miraba por su país y su industria), quiso darse cuenta ya era tarde. Europa había desequilibrado su balanza comercial convirtiéndose en cliente en lugar de proveedor del resto de países y potencias emergentes del planeta.

Como consecuencia, no como causa, los países europeos empezaron a tener déficits espantosos que tapaban con emisiones de deuda soberana sin parangón hasta entonces, esta situación viene ocurriendo desde hace 10 años, las primeras y equivocadas soluciones, fueron ampliar el grupo pensando quizás que esto reactivaría la producción y aportaría un pequeño tercer mundo interior, para que los ricos europeos lo usaran a su favor, mano de obra barata, necesidades de consumo, etc. Tremendo error lo que esto produjo fue un desequilibrio más profundo todavía, ya que los países de la unión europea que hoy yo denomino PIGSI por la incorporación de Italia, eran los que estaban haciendo este papel de pobres para que hubieran ricos como Alemania, Francia, y los países centro europeos y nórdicos.

Así lo que ha pasado en Europa es que ahora hay muchos más pobres que ricos, demasiados diría yo, y esto no gusta a los inversores mundiales ni a los ricos de Europa, muy lógico es que es asi de natural y sencillo y no hay “new deal” que valga, no se puede basar el arreglo de esta situación en nuevas formulas económicas globales porque no hay globalización ni dinero, dentro de la “zona euro”, de ninguna manera Alemania aceptara repartir su riqueza y su potencial industrial con los periféricos, ni Holanda ni Dinamarca ,ni tan siquiera Francia puestos a poner las cosas como son.

Nadie ni político ni civil en su sano juicio humano, y por lo tanto individualista, va a aceptar trabajar para otros, y encima pagar la fiesta, este es el concepto, esta es la realidad actual y por muchos analistas keynesianos o no que lo digan, (ellos están situados fuera de esta realidad) y creen de buena fe que es entendible, y no señores no lo es, ni para el político que ha hecho de su vocación su modo de vida, ni lo es para el ciudadano que trabaja y ve que le quieren freír a impuestos porque hay otros que lo necesitan, no lo aceptara jamás.

La ocasión como decía ayer, se esfumo, cuando todo funcionaba era el momento de haber unido efectivamente la Europa del euro,   pero se perdió el paso entonces y no hay forma de recuperarlo hoy con medidas económicas, solo existe una forma el sacrificio de los políticos, ellos son los que deberían planificar el “new deal” de Europa, renunciando a su nacionalismo propio y aflorando un solo y amplio nacionalismo europeo, y si no lo ven viable lo mejor es deshacerlo todo y que cada cual aguante su deuda como pueda,  con su país y su economía y su divisa.


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