Ni con las trampas
que se incluyen en los presupuestos
nacionales para el 2015, que en el fondo son la reafirmación de la recesión del
2014, se puede ocultar que España se ha “parado” el país está en desempleo al
igual que los más de 6 millones (4.5 oficiales y el resto ya olvidados) esto
nos sitúa irremediablemente en un nivel social
y económico que es muy inestable y que tiene un 80% de posibilidades de volver
a caer otra vez en crisis y solo un 20% de mantenerse estable en este caos, por
lo menos por 10 años más. La sociedad tiene que tomar conciencia de ello,
porque es evidente que el gobierno de España no lo piensa ni explicar, ni hacer
nada al respecto.
Las cifras
se mire lo que se mire, son escalofriantes, y ya les digo yo que irrecuperables
por el nivel de nuestra estructura económica, posiblemente esta situación, es
lo que unido a otras circunstancias más sociológicas y humanas, han hecho que
en Catalunya salte la sorpresa inesperada del clamor social de querer
segregarse de un contexto nacional, que aparte de que no nos ha querido nunca,
ahora además no podemos sostenernos a nosotros mismos ni por supuesto sostener al
país como hemos venido haciendo.
El análisis
de la situación es absolutamente negativo para España que por muchas vueltas
que le dé desde el gobierno de Madrid, el PP y PSOE juntos, los números son los
números y estos no engañan, España no podrá pagar la deuda soberana que va
acumulando por varios motivos básicos. Uno porque cada vez produce más deuda
(este 2014, llegara al 100% del PIB). Dos porque cada vez recauda en proporción
menos ingresos tributarios. Tres porque cada vez tiene que pagar más intereses
y subsidios (pensiones y desempleo).
Cuatro porque sus grandes empresas ya no pueden depender del mercado español, y
se han des localizado casi todas, por lo que ingresan menos en hacienda. Quinto
porque Europa no la va a ayudar más, hasta que España cambie por completo, no
solo su economía sino su propia estructura de estado.
Y esto último
es lo que desde hace ya dos año intenta evitar el PP y su gobierno, porque el
cambio que necesita España es otra manera de gobernar, de hacer política y de
hacer economía, y el gobierno de España, lo he dicho muchas veces, es especial,
tanto da que sea de derechas como de izquierdas, les das los votos se
encuentran en cúspide en la corte imperial, y se creen que realmente tienen a
su disposición un imperio inagotable, y una sociedad que además les debe
obediencia ciega y agradecimiento por tener la suerte de ser españoles, y de
haberse dilapidado los tesoros de medio mundo sin sacar ningún provecho de
ello.
Es tan
especial la forma de hacer política en España por parte de los políticos
nacionales, que ahora están callando todo el desastre económico y se centran en
cabrear a toda la sociedad con leyes de educación que todo el mundo rechaza,
con tribunales que juegan a entorpecer a la propia justicia, pero que llenan artículos
de opinión que distraen a las masas, y la más entretenida de todas, combatir la
idea secesionista catalana, hay momentos que siento que les ha ido de perlas
este encontronazo, porque ya no se habla del paro, de la banca, de que el año
que viene será en realidad peor de soportar por la sociedad que este. Ahora el
gobierno y las esferas influyentes españolas están día tras día combatiendo la
idea de segregación de Catalunya, no de cómo sacar España del pozo en que se
encuentra.
Lo más
curioso es que para incidir en ello no hacen más que querer demostrar que la
que se equivoca es Catalunya, que está tomando unos derroteros injustificados,
pero esta no es la realidad la realidad es totalmente lo opuesto, es España la
que no puede prescindir de Catalunya. Si esta realidad no le diese vergüenza
admitirla podríamos hablar de terceras vías pero desde luego esta tercera vía
no debe facilitarla Catalunya sino España porque es a ella la que le interesa
política y económicamente.
Pero España
no dará jamás su brazo a torcer así en vez de intentar apaciguar la tensión, el
camino optado por la política española es el ataque, la denuncia, el impulsar
el miedo, y el tribunal constitucional; es tanto el interés que en ello ponen,
que tal parece que mas que asustarnos, intenten ir preparando como justificarse
de que no tienen la culpa de que Catalunya se segregue, se intenta desmentir
hechos, cifras, opiniones, con interpretaciones peregrinas, como para querer
hacer ver a la opinión pública y política nacional e internacional, que los
catalanes estamos equivocados, que España no nos quiere mucho, que somos
nosotros los que nos queremos ir, claro que en esto si tienen razón porque ante la perspectiva real de lo que nos espera
si nos quedamos, lo mejor es intentar irnos cuanto antes.
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