La situación
“geo – político – económica” que se desarrollando un tanto inesperadamente este
último trimestre de 2014 es muy similar a la de 1998, año de la crisis
financiera asiática que desembocó en el default de Rusia. Como entonces, el
petróleo se desplomaba y las divisas de los países emergentes entraron en caída
libre. Esta vez aunque las similitudes son muchas los países emergentes ya no
son tan emergentes y no están a mi modo de ver sus economías tan relacionadas, .lo
que posiblemente evitara una nueva crisis financiera global.
La caída del precio del petróleo en los
últimos seis meses, si bien es en parte producida por un estancamiento económico
mundial no es ese el factor principal, el petróleo se ha desplomado un
cincuenta por ciento, cotizando el West Texas en la zona de los 55 dólares.
Ello ha provocado un enorme shock en países como Venezuela, Nigeria o Rusia,
altamente dependientes de las exportaciones de crudo. Los seguros de impago de
estos países se han disparado, y esto y la caída de ingresos hace que sus
economías se desplomen.
Esta situación
como decía no está únicamente ligada a la crisis mundial sino que juegan varios
conceptos en esta caída de precios repasemos un poco las variables, una y quizás
la más importante es que el mundo occidental o dicho de otro modo, el mundo
consumidor dependiente del petróleo ha rebajado su utilización una barbaridad,
las nuevas tecnologías de producción de energías han frenado incluso rebajado
la demanda de petróleo, esto que ya se veía venir creo que no lo han tenido en cuenta
los productores del “oro negro” que
ya ha dejado de serlo.
A esta realidad
se añade el Fracking, técnica con la que los EEUU no solo se han liberado del petróleo
importado, sino que se convierten en el principal productor. China que venía siendo la principal consumidora de petróleo
mundial, ya ha anunciado que va a poner en marcha el Fracking para aligerar su
dependencia, y por si fuera poco, occidente impone sanciones a Rusia que
limitan su exportación, todas estas medidas obligan a los productores árabes que
en realidad y prácticamente con Rusia, solo dependen de los ingresos del petróleo
a intentar hacer que sea más barato su petróleo, que el obtenido a base de la técnica
del Fracking.
Todo ello ha
causado un descalabro a las divisas y países emergentes pero no a todos ellos. El
índice de Bloomberg que sigue a las 20 monedas más intercambiadas de países
emergentes ha caído a mínimos desde 2003. El rublo ruso o la lira turca, están
en mínimos históricos. Durante la crisis financiera asiática de 1997 y
1998, países como Tailandia y Malasia sucumbieron al intentar mantener sus
monedas, creando escenas de pánico como en Corea del Sur, donde los ciudadanos
donaron sus joyas de oro al gobierno para intentar incrementar sus reservas en
pleno desplome de su divisa, esto hoy no pasa ni creo que pasara.
Ahora bien
una cosa es el petróleo y otra muy distinta es el efecto que todo junto hace
que los EEUU se conviertan de nuevo en la potencia económica mundial numero uno,
alejando a la China que la amenazaba, con un petróleo propio y barato, con una recuperación
económica en marcha y ante la seguridad de un congreso y senado republicano a
la vista. El banco central estadounidense está preparándose para su primera
subida de tipos desde 2006, lo que sí es una amenaza para atraer capital de los
países emergentes.
El Banco
Mundial estimó el año pasado que las entradas de capital en estos países
podrían caer un 50% si el rendimiento de los bonos de EEUU subiera un 1%.Este
cambio de dirección de los capitales globales podría impactar a los países con
grandes déficits por cuenta corriente, como Turquía, Sudáfrica y Brasil. A
mediados de los 90, también una serie de subidas de tipos de interés de la Fed
ayudaron a desencadenar una huida de las monedas asiáticas y finalmente el
impago de deuda rusa.
En la
actualidad los países emergentes han permitido que sus tipos de cambio
fluctuaran, abandonando sus tipos de cambio fijos que era lo habitual a finales
de los años 90. Así, hoy en día unas monedas más débiles pueden disparar la
inflación, pero también pueden estimular el crecimiento haciendo que las exportaciones
sean más baratas, con lo que el impacto de un dólar fuerte puede incluso
mejorar sus economías.
Los países
emergentes han acumulado durante estas dos décadas una gran cantidad de divisas
extranjeras, algo que no sucedía durante la crisis financiera de los 90, lo que
les permitirá mitigar en cierta manera la volatilidad en los mercados
financieros. En conjunto, tienen 8,1 billones de dólares, frente a los 659.000
millones de 1999, según los datos del FMI.
Además en lugar de
endeudarse en dólares, la mayoría de países emergentes hoy en día puede obtener
financiación en su propia moneda, lo que les permite devolverla sin necesidad
de tirar de sus reservas de divisas extranjeras. La deuda externa supuso el 26%
del PIB de los países emergentes el año pasado, frente al 40% de 1999, según
los datos del FMI, aunque los tipos de interés están subiendo en algunos
países emergentes, que parece están adelantándose ante la amenaza de la subida
de rentabilidad de invertir en dólares, todavía están muy por debajo de los
niveles vistos en 1998.
La gran perjudicada
de todo esto es Rusia que no puede hacer frente a la caída de su fuente de
ingresos de ninguna de las maneras, así elevó ayer sus tipos en 6,5 puntos
porcentuales hasta el 17%, y no ha servido de nada. El vicegobernador del
organismo monetario, Sergei Shvetsov, aseguró que están dispuestos a tomar más
medidas para estabilizar la divisa local. "La situación es crítica. Lo que
está ocurriendo no lo podíamos imaginar ni hace un año, ni aunque se tratara de
una pesadilla", confesó Shvetsov. Y matizó que, "lamentablemente,
en ocasiones no se pueden prever las perspectivas del mercado financiero
incluso a corto plazo". Pueden creerme, la decisión por la que optó
el Banco Central es una opción entre lo muy malo y lo súper malo", apuntó
en alusión a la decisión de subir los tipos.
Lo curioso
del caso es que hace unos pocos meses, Rusia enfadada con Europa, le dio la
espalda en un gesto de desaire y amenaza firmando el contrato del siglo para
suministrar petróleo y gas a china, como queriendo escenificar teatralmente que
a Rusia no le hacía ninguna falta la UE ni le preocupaban sus sanciones, los escribí
entonces y lo repito ahora, Rusia sin darse cuenta, como siempre guiada por sus
miedos absurdos y negando sus verdaderos orígenes se vendió a China, hoy tal y
como están las cosas China puede comprar toda Rusia solo con ofrecerle financiación.
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