Vera majestad me dirijo a usted casi al terminar el día de navidad no he podido hacerlo antes porque ya sabe usted como son estas fiestas la comida la familia las visitas en fin que le voy a contar a su majestad, claro que no sé hasta qué punto su majestad se ha visto rodeado de "la familia" me refiero en plural no concretamente a su familia esposa e hijas que si habrán gozado de la fiesta más celebrada del mundo cristiano.
Pero una vez transmitida mi felicitación el motivo de este escrito no es otro que comentar a su majestad su discurso o felicitación navideña enviada a todos los españoles. La primero que quiero decirle es que me pareció vieja y repetida es cierto que su majestad dio otra imagen a través del plasma o los led del televisor pero nada más y esto majestad no creo ni aceptable ni suficiente. Algún comentarista lo ha catalogado de más cercano y directo, yo repito lo he encontrado tan lejano e irreal como siempre.
Su majestad intento ser más directo para hablar, en su discurso navideño, de los tres temas que se sitúan en el centro de las preocupaciones de sus súbditos (que mal suena a estas alturas este apelativo): la corrupción, la crisis económica y Catalunya. Esta vez uso menos rodeos, y su majestad hizo un llamamiento al reencuentro entre Catalunya y España y expuso sus propios sentimientos para confesar, en clara referencia al proceso soberanista catalán que no español -"Me duele y me preocupa que se puedan producir fracturas emocionales, desafectos o rechazos entre familias, amigos o ciudadanos", para concluir que " nadie en la España de hoy es adversario de nadie".
En anteriores discursos, su majestad había hecho veladas referencias a la situación que vive Catalunya pero nunca había hablado tan claramente. Pero no son los argumentos por su majestad esgrimidos los que de verdad justifican su verdadera inquietud o su sincero "dolor" por la posibilidad de perder Catalunya. Su majestad empezó su referencia reconociendo que "desde Catalunya, se ha contribuido a la estabilidad política de toda España y a su progreso económico", y añadió: "es evidente que todos nos necesitamos".
Majestad es posible que todos nos necesitemos pero las demostraciones de colaboración y amistad por parte de su estado, del que es usted el máximo exponente no lo certifican. Sabe su majestad que su gobierno quiere tanto y necesita tanto a Catalunya y a los catalanes, que les está persiguiendo con la ley, imputando nada menos a su Presidente y dos de sus Conselleras por hace un acto civil lleno de democracia pero que al parecer les ofendió moralmente. Majestad "no es sólo de economía o de intereses sino también y, sobre todo, de sentimientos" y sobre todo de nobleza y benevolencia como su majestad debería de tratar a los catalanes si de verdad siente lo que pregona.
Majestad no son las querellas y las imputaciones judiciales "lo que hará de España una nación con una fuerza única" como dijo, es la suma de nuestras diferencias que debemos comprender a respetar para que siempre nos acerquen y no nos distancien cada día más. Pero en este su estado majestad esto no es aceptado aquí no pueden haber diferencias ni de ninguna clase aquí en su estado Majestad todo debe seguir siendo uniforme y debe estar atado y bien atado por la gracia de dios.
Ese dios que su gobierno aduce cada vez más para asegurarse el poder y cercenar la pluralidad de los pueblos y las gentes de España y que denominan "La Constitución" es la garantía de una desavenencia democrática total y no puede ya garantizar lo que su majestad pidió, seguir construyendo "un proyecto que respete la pluralidad y genere ilusión y confianza en el futuro".
Su majestad misma lo intuye y así entre líneas lo expreso, que para seguir avanzando en la convivencia política hay que asumir cambios. "Todo tiempo político tiene sus propios retos", dijo, y los concretó en "regenerar la vida política, recuperar la confianza de los ciudadanos en sus instituciones, garantizar el Estado de bienestar y preservar la unidad desde la pluralidad".
Y como quiere hacer todo esto majestad solo hay una manera dotarse usted y el estado de unas nuevas y más modernas reglas de gobierno y de leyes es decir de una nueva Constitución más acorde con el tiempo actual con este tiempo que ha dejado ya muy atrás aquella España única, aquella España grande y libre gobernada por el generalísimo Franco, con el beneplácito o la obligación de su excelentísimo padre.
su majestad al igual que su antecesor no puede hablarnos como el jefe de estado sus majestades nunca lo han sido sus discursos no son suyos son escritos al servicio de los gobernantes que mueven los hilos de este "su estado" por eso sus discursos están llenos de falsedades y de hipocresía porque no son sus discursos son su papel al servicio de una política caduca viciada llena de malversadores de delincuentes, tantos y tan altos que hasta les llegan a salpicar a sus Majestades. No pueden excluirse de la suciedad de este país les alcanzan los mismos vicios los mismos comportamientos y aunque su majestad aparezca hoy todavía limpio no puede ocultar que esta mas que salpicado por la podredumbre española.
A su país majestad, la corrupción pública lo desmoraliza a la opinión pública los casos de corrupción en todos los estamentos y de todas formas posibles porque no solo son las meramente económicas sino las sucias interferencias entre poderes la clara influencia del gobierno con jueces y fiscales que clase de seguridad espera que el español de a pie sienta en su propio país, y lo peor es que todos sabemos que con la actual constitución a su majestad también le tienen con las manos atadas por completo como quiere que le creamos es imposible. Majestad como va a cortar la corrupción de "raíz y sin contemplaciones".
su majestad al igual que su antecesor no puede hablarnos como el jefe de estado sus majestades nunca lo han sido sus discursos no son suyos son escritos al servicio de los gobernantes que mueven los hilos de este "su estado" por eso sus discursos están llenos de falsedades y de hipocresía porque no son sus discursos son su papel al servicio de una política caduca viciada llena de malversadores de delincuentes, tantos y tan altos que hasta les llegan a salpicar a sus Majestades. No pueden excluirse de la suciedad de este país les alcanzan los mismos vicios los mismos comportamientos y aunque su majestad aparezca hoy todavía limpio no puede ocultar que esta mas que salpicado por la podredumbre española.
A su país majestad, la corrupción pública lo desmoraliza a la opinión pública los casos de corrupción en todos los estamentos y de todas formas posibles porque no solo son las meramente económicas sino las sucias interferencias entre poderes la clara influencia del gobierno con jueces y fiscales que clase de seguridad espera que el español de a pie sienta en su propio país, y lo peor es que todos sabemos que con la actual constitución a su majestad también le tienen con las manos atadas por completo como quiere que le creamos es imposible. Majestad como va a cortar la corrupción de "raíz y sin contemplaciones".
Majestad usted tiene a su propia familia imputada por los mismos delitos que están imputados los grandes políticos y hombres de confianza de los gobiernos de este país no nos cuente que este país es un paladín del funcionamiento del Estado de Derecho, no es suficiente que algunos de "los responsables de las conductas irregulares están respondiendo de ellas" es que las pudieron hacer durante años en total impunidad y sabe su majestad que todos se escaparan sin pagar por sus delitos y usted callara porque la constitución de su país así lo dispone no nos haga más discursos de jefe de estado hasta que de verdad lo sea, háganos este favor.
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