Hoy es Viernes Santo, Dios mío que fecha, cuantos recuerdos me vienen al cabeza al sentarme ante el teclado de mi ordenador, me considero todavía joven, total tengo 68 años, pero como ha cambiado la vida, me parece imposible mirar hacia atrás y poder entenderlo, como puede correr tanto la humanidad y no caer.
Mis primeros recuerdos me llevan a un día de fiesta triste sin color con cirios muchos cirios encendidos e iglesias, creo recordar que se tenían que recorrer siete, iba con pantalón corto y mis padres se juntaban con otras dos parejas y sus hijas (curiosamente hijas) y a recorrer iglesias. Yo estaba más por las hijas de nuestros amigos que por los cirios y palmas que engalanaban las iglesias, no había cine, no había por supuesto TV y eso si había una dictadura feroz, pero a mi entonces no me importaba yo iba con dos niñas más contento que unas pascuas.
Al día siguiente Sábado de Gloria, ruido alegría se acabo la semana santa alegría y contento por todos los lados, estrenos en los cines, música en la radio, y supongo que sábado sabadete camisa nueva y un “pol.ete”, o dos vete tú a saber, (hoy lo primero no existe, lo segundo espero que continúe), el Domingo fiesta y Lunes de Pascua “La Mona” que feliz, que bien terminaba la Semana Santa.
Puede ser la moraleja de nuestra vida, hay que pasar por lo malo, para que llegue lo bueno, pues yo diría que si fíjense nos enamoramos y sufrimos mucho vamos como alma en pena tratando de conquistar lo que nos parece imposible de conquistar, y padecemos miedos, celos, incertidumbres horrorosas nos amara no nos amara y un día nos atrevemos y cae un beso, Dios que beso, es como el Sábado de Gloria y el Domingo de Resurrección juntos, y a partir de este momento todo cambia alegría, dicha, felicidad, se acabo la Semana Santa.
Y sigue la vida te casas, trabajas duro, tienes una maldita hipoteca, y al cabo de un tiempo unos mas y otros menos tienes un hijo, que alegría que felicidad de nuevo pero en este caso ya no se termina la Semana Santa, porque continua, el o los hijos, cuestan de criar, se ponen malitos, alguno se tuerce más de la cuenta al crecer, sufres te agobias luchas, en el trabajo, hoy en día en el paro que es peor, vas saliendo, tus hijos se hacen mayores, se casan o se emancipan, pero para ti esta vez, tampoco termina la Semana Santa, te has hecho mayorcito, te duele todo, ya no estás con ánimo de muchas cosas, así que vas tirando, como si fueras a recorrer iglesias pero esta vez con suerte, solo con una chica a tu lado.
El mundo entre tanto ha cambiado una barbaridad ya no reconoces muchas cosas el cine ha pasado de blanco y negro y en celuloide a soporte digital en 3D. lo puedes llevar incluso encima con las “tablets” que te preguntas me las tendré que tomar antes o después de las comidas, tus hijos igual uno vive en America otro en Paris y bueno hay que tomar aviones que te llevan en un plis plas, si viven en tu ciudad quizás no puedas ir a visitarlos porque no puedes aparcar en su calle, pero entre todo esto hay unos Sábados de Gloria, son si tienes suerte tus Nietos.
Pero ves que ya no termina la Semana Santa, siempre hay un que, ya no es como cuando eras niño, no aquella alegría ya no vuelve, y lo peor es que no quieres que se termine la Semana Santa de tu vida, porque te das cuenta que esa Semana Santa solo terminara, con eso, cuando termine tu vida.
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