martes, 19 de abril de 2011

QUE HACEMOS CON LOS POLITICOS

Los políticos han hecho de su vocación una profesión muy lucrativa, que les invalida para ejercer de políticos.
Vaya contrasentido pensaran algunos de mis lectores, pues no es desgraciadamente muy claro el sentido de la anterior frase, verán: El Político, en mayúsculas, debe ser una persona (hombre o mujer) que guiado por su afán de vocación de servicio a sus vecinos, congéneres, ciudadanos y en definitiva a la sociedad, decida bien por iniciativa propia, o por consenso de otras personas, situarse al frente de la sociedad para guiarlos en bien, hacia logros de diferente calado social y humano, sin recibir favor ni recompensa material alguna y sabiendo que su servicio no es indefinido ni impuesto.
Es evidente que cuando hablo de recompensa material no me refiero a la remuneración lógica que debe todo político recibir por su dedicación y trabajo durante el tiempo que este desempeñando su gestión pública. No hay que confundir con la función pública, que esto es otra cosa, la función pública recae en los Funcionarios los cuales, si son trabajadores con sueldo y trabajo indefinido. Esto se ha transgiversado  hasta extremos inviables. Hoy los hombres y mujeres han descubierto que hacer de políticos, es una forma de empleo, muy bien remunerado y punto, y se han  creado las fábricas de políticos llamadas  PARTIDOS POLITICOS.
Así las cosas lo que ocurre, es que la gestión  pública ha pasado a ser un producto manufacturado por los partidos políticos, con el fin de emplear sus personas y obtener como toda empresa beneficios. Así podemos ver las incongruencias que se inventan los partidos y sus trabajadores, para crear productos facturables y pagados por la sociedad en donde ejercen su mercado (Impuestos absurdos, planes ineficaces, gastos astronómicos etc.).
La sociedad debe exigir o intentar cuando menos que esto termine, de lo contrario todo acabara mal y sin darnos cuenta volveremos a regímenes totalitarios otra vez, donde unos pocos mandan y otros muchos obedecen, les suena esta música, pues eso.
Hay que desvincular la Función Política, de la Función Pública, lo más deprisa posible y esto no es difícil, hay simplemente que marcar hasta que nivel de gobierno es Función Política ,y desde donde es Función Pública, una vez esto claro, las cosas se aclaran espléndidamente los primeros marcan, líneas, ideas, cambios, proponen iniciativas, regulan leyes, aprueban los presupuestos, que la función pública les proponga, y de acuerdo a sus ideas e ideales dirigen la política de la sociedad, durante el periodo que el pueblo decida y les permita , y cuando termine ese mandato se acabo , ha seguir con su vida , como persona normal
El político no tiene que pasar a desempeñar empleos de Función Pública , cargos de dirección, secretarías , etc. No porque lo que ocurre con eso es que estos ex políticos, como no dejan de estar en lo público, contaminan toda la gestión, ya que siguen funcionando como miembros de la Empresa Política a la que pertenecen, y no al cargo neutral de Funcionario Público.
Ponen palos en las rueda de la gestión de los que están arriba, en estos momentos, cizañaran y emponzoñaran, con el , para ellos licito fin, de volver a mandar y ganar dinero público y así cada vez son más y peor va la sociedad, a la que en teoría debieron servir sin esperar mas allá del reconocimiento público.

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