España está
cavando su tumba casi diría que inesperadamente, los acontecimientos se
desarrollan a una velocidad que era impensable hace seis meses, cuando con
pavor y recelo veíamos emerger un gobierno nacional de derechas, de la mano del
Partido Popular aupado por la mayoría absoluta en las cortes y senado español.
Nadie en aquel momento suponía que quedase en evidencia que la España Una
Grande y Libre predecesora e imagen patriótica del votante del PP estuviese tan
podrida que no haya podido aguantar más de seis meses en descomponerse por
todos los lados que se mire.
Es difícil
sustraerse de usar la nomenclatura genérica de España para revelarse desde
Catalunya contra una situación de injusticia e incomprensión que probablemente
no es general en la sociedad española, pero que si lo es y de qué manera en la
sociedad de derechas nacional española. Todos los reproches que desde la
derecha española se vierten contra el sentimiento catalán, tienen su misma
contrapartida en sentido contrario. Dicho de otra manera más entendible, tanta
antipatía produce el ser y sentir catalán a la derecha Española, como el
absolutismo y la imposición del centralismo nacional español produce en el
sentimiento y ser catalán.
Ahora además
y para colmo, este sentimiento de superioridad nacional centralista se ha
manifestado abiertamente por boca de altos personajes del PP, en contra de todo
tipo de nacionalismos, hasta el creado artificialmente por ellos mismos para
ahogar el verdadero nacionalismo histórico, me refiero al estado de las
autonomías.
Es inútil
seguir el camino de la política de la buena educación y la negociación,
Catalunya debe tomar conciencia de que debe enfrentarse de una vez a su destino
final, no hay otra alternativa, no se debe continuar enmascarando una situación
tan real como irreversible en ambos sentidos. El problema principal es que la
acción a tomar debe de surgir del débil, es decir de Catalunya.
España tiene
como se dice vulgarmente la salten por el mango, y creo que debe de explicar
porque no la suelta, porque nadie en su sano juicio, quiere tener un grupúsculo
de gente que reniega, molesta, e incordia constantemente, sin una razón
cualitativa y cuantitativa, que explique el porqué se la obliga a seguir
molestando, máxime cuando el que produce la molestia manifiesta abiertamente no
quiere seguir.
La cuestión
es muy simple, de que tiene miedo España, a reconfigurarse geográficamente, que
le da pavor, modificar el mapa físico de España, o el hecho de que si empieza
una separación, se rompa a trozos la unidad de España, si es esto porque y a
quien le da miedo esta posibilidad, esto es tanto como reconocer que España no
existe como tal unidad de sentimiento patrio, sino que es un territorio
mantenido artificialmente, mediante políticas integradoras forzadas y no
consensuadas, que se sostiene simplemente por la presión gravitacional ejercida
por un centralismo imperativo, que se ejerce desde hace siglos pero que no
consigue ser integrador.
Sea lo que
fuere, lo que está claro es que no será España la que tome la decisión de
dejarnos marchar de su imperio por antipáticos y mal agradecidos. Esto es así y
debería entenderlo toda la clase política catalana. Si hay que exigir algo, si
hay que plantar cara a alguien, si hay que decir basta. Hay que decirlo ya y es
una cuestión que debe decidir Catalunya y su gente, y esto no se puede
prorrogar mas, pues el daño que nos estamos haciendo es mucho y muy profundo, y
no lo duden ante esta indefinición siempre sale perdiendo el más débil es decir
Catalunya.
Ahora en el
momento actual con la situación de precariedad que se apunta cada vez mas desde
la misma Europa continental, en la que se tambalean todas las uniones relativas,
debido a que afloran las grandes diferencias económicas y políticas entre los
países europeos, es el momento de tomar una decisión, porque en estos momentos
la afectación de España sobre Catalunya es enorme, estamos a punto de ser
barridos del mapa engullidos junto a la economía española, y si esto ocurre
definitivamente, nunca más Catalunya será diferenciada del resto de España, ni
por el resto de Europa, ni por nadie en el mundo entero, habremos sucumbido no
ante un ejército imperial, sino en medio de una economía tercermundista que nos
anulara para siempre, porque nunca más tendremos la mas mínima fuerza que nos
permita emprender un camino independiente.
El toque de
alerta ha sonado al unísono del fracaso estrepitoso de la política de España y
la clara demostración anexa en los PGE, donde quedo claro que no es que
Catalunya cuente para España como una parte más de sí misma, es que no se nos
tiene ninguna consideración ni política ni económica.
Para el
conjunto de la nación española, ni siquiera contamos ni les importamos un
cuerno. Y lo que es casi peor se burlan de nosotros saltándose las leyes que un
gobierno de España, tan licito como el actual, tiene firmadas con respecto a
Catalunya y que son deudas aprobadas por leyes de igual rango que la que ahora
nos expolia, el PP con el beneplácito de este gobierno no solo las incumple,
sino que nos quita lo que por derecho teníamos aprobado, el estado ya tiene
aunque no sea por estas deudas, un problema de credibilidad nacional e
internacional que nos está arrastrando al abismo de la pobreza y la exclusión
social.
Pero es que
no terminan aquí los agravios comparativos, es que siguen los ataques y las
amenazas de más y más recortes de estancamiento de proyectos en Catalunya,
queda claro que es la comunidad española donde más se recorta, "pintan
bastos" para Catalunya, y todo eso después de más de un año recortando
gastos, sacrificando a nuestra sociedad reduciéndoles sus ingresos, salvando
nuestros bancos ayudando a las políticas del estado con ello, y para que nos
sirve, solo para que siga el mal trato de una España que está claramente
corrompida en todos los estamentos y personajes
del orden político, jurídico, y económico.
No podemos
seguir así, no es justo, ni para los que nos sentimos catalanes, ni para los
que se sienten españoles, lo dije una vez y lo repito, a mi no me molesta ser
español, lo que me molesta es que me desprecien y me quieran anular el ser
catalán. Por eso reclamo de mis gobernantes que es hora de tomar una decisión
final y definitiva, o abandonamos el hecho nacional catalán y tomamos
conciencia absoluta de ser solo españoles, o todo lo contrario, planteemos
oficialmente y ante las autoridades que corresponda, la firme decisión de
iniciar el proceso de secesión de España de nuestra pequeña Nación.
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