viernes, 8 de junio de 2012

FRENTE A LA NUEVA ECONOMIA DEL EURO, ESPAÑA DEBERA REPLANTEAR UNA POLITICA DE COMPETITIVIDAD INTERNA.



Es desesperante, tal parece que España y por ende los españoles tengamos sobre nosotros una maldición, nos sale todo mal, no levantamos cabeza, no quiero remontarme muy atrás en el tiempo, simplemente situarnos después del final de la dictadura. España y los españoles emprendemos un cambio modélico, sin luchas, con orden, en fin modélico, era la ocasión de cambiar de hacer un estado nuevo una filosofía de hacer política nueva, pero no lo conseguimos, nuestros miedos nuestra tendencia eterna de ser “una grande y libre” nos lo impidió, eran demasiados años de unidad, forzada eso sí, pero unidad al fin y al cabo, y cuando se termino la situación de unidad por el hecho natural de la muerte del dictador. Nuestros políticos actuaron con miedo, visto desde la prospectiva de los años transcurridos uno debe de comprender que fue normal.

Entendieron nuestros prohombres que debían mantener la España única, la España una grande y libre, que al fin y al cavo es la que les había llevado hasta donde estábamos, y esto les coacciono y les coarto, quizás deberíamos haber esperado más tiempo, pero no podíamos, existía el temor de que o actuábamos rápido, o los sables volverían a sonar, así que se tuvo que llenar rápidamente el vacío de poder que podía asentarse en el país entre el fin de una dictadura y la constitución de un país democrático, y así se hizo, y se monto un estado libre, pero gobernado por la dictadura del centralismo político, de la política de unidad nacional, de la igualdad por decreto, del café para todos, en una palabra España no pudo o no quiso ser, libre, ni grande, se quedo tan solo en querer ser solo una.

Para conseguirlo se monto el estado de las autonomías a la fuerza, así equivocadamente, se pretendía seguir siendo una, porque todos éramos iguales quisiéramos o no, los políticos post franquistas no conocían nada mas, no habían tenido tiempo de ser ni haber vivido nada más  que el espíritu nacional obligatorio, y no supieron hacer nada más que prorrogarlo creando unas igualdades forzadas, creyendo que de una manera u otra contentaban a unos y a otros.

Los que esgrimían su derecho a ser españoles pero con su nacionalismo propio, daban miedo a los padres de la constitución que se rebanaban la cabeza en formulas para mantener las apariencias de unidad, pero también entendían que era un derecho que se les debía. Así que como hacerlo y no romper la unidad nacional, pues creando una España llena de nacionalidades a la fuerza, y así otra vez todos éramos iguales, esto que mal hecho hay que entenderlo en su contexto y momento, no puede seguir así por siempre.

Ahora existen dos movimientos claros de inconformismo frente a la situación de unidad patria falsa que se pretende desde el centralismo gubernamental, uno es el que reclama Cataluña, y otro que ha venido siendo reclamado, yo diría de mala manera por Euskadi, pero esta situación se termino, ahora la cosa es mucho más grave para los intereses de los centralistas españoles, porque con la desaparición de la violencia, se pierden muchas de las justificaciones de la negativa a las posturas independentistas presentadas por la vía de la democracia, y esto es lo que va a suceder inmediatamente por parte del país Vasco, y me aventuro a decir que por parte de Cataluña. La paz Vasca abre la puerta curiosamente a la unificación de planteamientos políticos y democráticos a Cataluña y a Euskadi, mírenlo por donde lo miren esto va a suceder ya.

La razón principal de esta nueva situación, es la virulenta crisis nacional que ha puesto de manifiesto que la política de unidad es falsa porque no solo no ha equilibrado el territorio sino que este se ha utilizado para los trapicheos de la clase política heredera de la oligarquía anterior, en España va a pasar lo que está pasando en Europa,   se van a crear dos Españas de diferentes velocidades, al igual que en europa están los países fuertes que dominan sus economías y se quejan y aprietan a los demás que pongan y tomen medidas durísimas para sostenerse y no hundir a toda la unión.

Lo mismo va a pasar en España, con la diferencia que de momento no son países sino autonomías, esta situación apoyara todavía más la tendencia al independentismo, porque o mucho me equivoco o el gobierno central no consentirá que la fuerza de algunas atomías fluya libremente, e intentara que su fortaleza se vea restringida y diluida en aras de la igualdad nacional obligatoria abocándolas a lo que está abocada España ser el vagón de cola de Europa, y yo adivino que esta situación no será admitida ni por Catalunya ni por Euskadi .

Esta realidad hará que España, en cierto modo España puede Italianizarse en el sentido económico que allí se vive en el contexto de las dos italias, el norte rico y el sur más pobre, pero con una diferencia sustancial allí esta realidad esta admitida políticamente, y apoyada por los sucesivos gobiernos, y aquí en España esta realidad nunca será admitida, a no ser que se cambie de mentalidad política y se deje la unidad absoluta de lado para buscar la efectividad económica de la nación.

Lo digo porque la única cosa que puede evitar que se agudice el independentismo en España, es la posibilidad de que por parte del gobierno central, se de la libertad de acción e iniciativa a todas las autonomías, me refiero abiertamente a todas, el gobierno central debe aprender a gobernar España, no a equilibrarla sacando de un sitio para poner en otro, o repitiendo los proyectos que en un lado tienen éxito pensando que en otro también tienen derecho a tenerlo, esto no es así no es cuestión de derecho es cuestión de oportunidad y raciocinio económico.

No se puede gobernar la economía y el desarrollo de España de forma uniforme, si se ha decidido crear una España con Comunidades Autónomas, hay que dejar que cada economía establezca sus objetivos con sus recursos y sus disponibilidades, y desde el gobierno central hay que regular los conceptos de equilibrio presupuestario y dejar que cada comunidad los emplee bajo sus propios criterios y dentro de las bases generales marcadas por el objetivo Nacional de déficit público, pero no  debe el gobierno equilibrarlo todo por que eso pueda dar votos quitando de aquí o de allá, para hacer una infraestructura u otra cosa, por el simple hecho de que la tienen aquí y no allá,  la economía va ha ser en los próximos 20 años el caballo batalla de las sociedades y de los estados, España debe entenderlo cuanto antes y debe dejar la iniciativa libremente sin forzar falsos equilibrios  porque al final esto no funcionan ni crea riqueza.

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