Es desesperante, tal parece que España y por ende los españoles tengamos
sobre nosotros una maldición, nos sale todo mal, no levantamos cabeza, no
quiero remontarme muy atrás en el tiempo, simplemente situarnos después del
final de la dictadura. España y los españoles emprendemos un cambio modélico,
sin luchas, con orden, en fin modélico, era la ocasión de cambiar de hacer un
estado nuevo una filosofía de hacer política nueva, pero no lo conseguimos,
nuestros miedos nuestra tendencia eterna de ser “una grande y libre” nos lo
impidió, eran demasiados años de unidad, forzada eso sí, pero unidad al fin y
al cabo, y cuando se termino la situación de unidad por el hecho natural de la
muerte del dictador. Nuestros políticos actuaron con miedo, visto desde la
prospectiva de los años transcurridos uno debe de comprender que fue normal.
Entendieron nuestros prohombres que debían mantener la España única, la
España una grande y libre, que al fin y al cavo es la que les había llevado
hasta donde estábamos, y esto les coacciono y les coarto, quizás deberíamos
haber esperado más tiempo, pero no podíamos, existía el temor de que o
actuábamos rápido, o los sables volverían a sonar, así que se tuvo que llenar
rápidamente el vacío de poder que podía asentarse en el país entre el fin de
una dictadura y la constitución de un país democrático, y así se hizo, y se
monto un estado libre, pero gobernado por la dictadura del centralismo
político, de la política de unidad nacional, de la igualdad por decreto, del
café para todos, en una palabra España no pudo o no quiso ser, libre, ni
grande, se quedo tan solo en querer ser solo una.
Para conseguirlo se monto el estado de las autonomías a la fuerza, así
equivocadamente, se pretendía seguir siendo una, porque todos éramos iguales
quisiéramos o no, los políticos post franquistas no conocían nada mas, no
habían tenido tiempo de ser ni haber vivido nada más que el espíritu nacional obligatorio, y no
supieron hacer nada más que prorrogarlo creando unas igualdades forzadas,
creyendo que de una manera u otra contentaban a unos y a otros.
Los que esgrimían su derecho a ser españoles pero con su nacionalismo
propio, daban miedo a los padres de la constitución que se rebanaban la cabeza
en formulas para mantener las apariencias de unidad, pero también entendían que
era un derecho que se les debía. Así que como hacerlo y no romper la unidad
nacional, pues creando una España llena de nacionalidades a la fuerza, y así
otra vez todos éramos iguales, esto que mal hecho hay que entenderlo en su
contexto y momento, no puede seguir así por siempre.
Ahora existen dos movimientos claros de inconformismo frente a la
situación de unidad patria falsa que se pretende desde el centralismo
gubernamental, uno es el que reclama Cataluña, y otro que ha venido siendo
reclamado, yo diría de mala manera por Euskadi, pero esta situación se termino,
ahora la cosa es mucho más grave para los intereses de los centralistas
españoles, porque con la desaparición de la violencia, se pierden muchas de las
justificaciones de la negativa a las posturas independentistas presentadas por
la vía de la democracia, y esto es lo que va a suceder inmediatamente por parte
del país Vasco, y me aventuro a decir que por parte de Cataluña. La paz Vasca
abre la puerta curiosamente a la unificación de planteamientos políticos y
democráticos a Cataluña y a Euskadi, mírenlo por donde lo miren esto va a
suceder ya.
La razón principal de esta nueva situación, es la virulenta crisis nacional
que ha puesto de manifiesto que la política de unidad es falsa porque no solo
no ha equilibrado el territorio sino que este se ha utilizado para los
trapicheos de la clase política heredera de la oligarquía anterior, en España
va a pasar lo que está pasando en Europa,
se van a crear dos Españas de diferentes velocidades, al igual que en
europa están los países fuertes que dominan sus economías y se quejan y
aprietan a los demás que pongan y tomen medidas durísimas para sostenerse y no
hundir a toda la unión.
Lo mismo va a pasar en España, con la diferencia que de momento no son
países sino autonomías, esta situación apoyara todavía más la tendencia al
independentismo, porque o mucho me equivoco o el gobierno central no consentirá
que la fuerza de algunas atomías fluya libremente, e intentara que su fortaleza
se vea restringida y diluida en aras de la igualdad nacional obligatoria abocándolas
a lo que está abocada España ser el vagón de cola de Europa, y yo adivino que
esta situación no será admitida ni por Catalunya ni por Euskadi .
Esta realidad hará que España, en cierto modo España puede Italianizarse
en el sentido económico que allí se vive en el contexto de las dos italias, el
norte rico y el sur más pobre, pero con una diferencia sustancial allí esta
realidad esta admitida políticamente, y apoyada por los sucesivos gobiernos, y
aquí en España esta realidad nunca será admitida, a no ser que se cambie de mentalidad
política y se deje la unidad absoluta de lado para buscar la efectividad
económica de la nación.
Lo digo porque la única cosa que puede evitar que se agudice el
independentismo en España, es la posibilidad de que por parte del gobierno
central, se de la libertad de acción e iniciativa a todas las autonomías, me
refiero abiertamente a todas, el gobierno central debe aprender a gobernar
España, no a equilibrarla sacando de un sitio para poner en otro, o repitiendo
los proyectos que en un lado tienen éxito pensando que en otro también tienen
derecho a tenerlo, esto no es así no es cuestión de derecho es cuestión de
oportunidad y raciocinio económico.
No se puede gobernar la economía y el desarrollo de España de forma
uniforme, si se ha decidido crear una España con Comunidades Autónomas, hay que
dejar que cada economía establezca sus objetivos con sus recursos y sus
disponibilidades, y desde el gobierno central hay que regular los conceptos de
equilibrio presupuestario y dejar que cada comunidad los emplee bajo sus
propios criterios y dentro de las bases generales marcadas por el objetivo
Nacional de déficit público, pero no
debe el gobierno equilibrarlo todo por que eso pueda dar votos quitando
de aquí o de allá, para hacer una infraestructura u otra cosa, por el simple
hecho de que la tienen aquí y no allá,
la economía va ha ser en los próximos 20 años el caballo batalla de las
sociedades y de los estados, España debe entenderlo cuanto antes y debe dejar
la iniciativa libremente sin forzar falsos equilibrios porque al final esto no funcionan ni crea
riqueza.
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