El mes pasado las potencias occidentales firmaron un histórico acuerdo con
Irán con el objetivo de limitar su programa nuclear. A cambio, se
comprometieron a levantar las sanciones económicas y conectar a Irán con el
resto del mundo cuando esto ocurrió escribí que podía ser una gran noticia
aunque no sabía cuándo lo seria hoy todo indica que me equivoque y va a ser una
muy mala noticia para todos.
Y en parte es lógico que sea así porque concurren dos circunstancias muy
dispares pero confluentes a la misma, vez verán por un lado el acuerdo con Irán
beneficiaba al mundo con la idea de que no habrían mas bombas atómicas en manos
de un país que lo cierto es que esta acechado por numerosas fuerzas religiosas
y políticas divergentes y que el a su vez pretende ser cabeza de un movimiento islámico
muy disperso por ahora esto daba como digo la tranquilidad de que un día a alguien
le diera la idea de usar la energía atómica para terminar con sus enemigos
disidentes y ya de paso con el mundo entero.
Pero he aquí que si no va a ocurrir una hecatombe atómica si va a ocurrir una
hecatombe económica que ya está desequilibrando el mundo y puede ocasionar un auténtico
desastre geopolítico con una guerra islámica que se convertirá como ocurrió en
las dos pasadas guerras europeas en mundial, esto ahora es más posible porque
la realidad es que si ni ha habido desde hace ya 70 años otra guerra de carácter
mundial ha sido gracias a las bombas atómicas
de los EEUU, Rusia, Francia, Gran Bretaña, Israel, y alguna más camuflada.
Una guerra mundial con estas armas es impensable porque no serviría de nada
ya que no quedaría nada tras ella esto que a todos asusta es precisamente el
seguro de vida más eficaz, para que hacer una guerra para no sacar luego
beneficio alguno esta es la realidad que nos ha traído hasta el siglo 21 en “paz”.
Pero las cosas se están poniendo a tiro (nunca mejor usada la expresión) una guerra
a tiros o bombas convencionales si puede hacerse y es más, creo que hay muchos
gabinetes políticos y militares que lo deben estar estudiando y aconsejando que
no se espere más.
Como dijo el expresidente de Israel, Shimon Pérez, en Davos el año pasado,
Israel ya no es una amenaza para los países árabes en el Medio Oriente. Desde
la invasión de Irak hace casi 12 años el mapa de Oriente Medio ha cambiado.
ISIS se ha convertido en el enemigo número uno. Los informes de sus atrocidades
en nombre del Islam sunita son abrumadoras. Sus combatientes no distinguen
entre objetivos militares y civiles. No es posible negociar con un grupo cuyo
objetivo es matar o expulsar a los yazidis, cristianos y chiíes, y revocar los
gobiernos sunitas árabes para establecer su versión de un califato en todo el
mundo árabe.
El mundo árabe y también el occidental hoy se preguntan ¿Cómo detener un
movimiento tan cruel que no tiene en cuenta la vida de la población civil? ISIS
está armándose con equipo militar pesado y está desarrollando tácticas
eficaces. Prueba de ello es que hasta ahora, incluso con el amplio apoyo aéreo
de las fuerzas estadounidenses, el ejército iraquí ha sido incapaz de
detenerlos, el objetivo que persigue ISIS es una victoria militar y control
social implacable y la gobernabilidad total del mundo islámico.
Estados Unidos y sus aliados no tienen el apoyo necesario para iniciar una
invasión prolongada de Irak y Siria. Por su parte, los Estados árabes no
parecen dispuestos a comprometer sus propias fuerzas para derrotar a ISIS. No
es extraño: a las monarquías suníes les resultaría difícil convencer a su
propio pueblo de que la destrucción de ISIS vale la pena, porque además del
costo humano y económico, ISIS se auto-proclama como la verdadera defensora de
los ideales sunitas más puros. El problema es muy difícil de resolver, es como
si a los europeos capitalistas nos dijesen que hiciésemos la guerra a los EEUU.,
por mucho que su agresividad económica nos esté hundiendo a todos, nos sería
muy difícil entender que es nuestro enemigo.
Por todo ello, creo que el objetivo estratégico que ha permitido la firma
del acuerdo nuclear con Irán es facilitar una mayor cooperación en la lucha
contra el ISIS. Pero puede haber un error de apreciación por parte de occidente
al respecto. Creo que el acuerdo con Irán, también ayuda a ISIS de forma
indirecta porque confirma a sus seguidores, las tesis de que los EE.UU., y
Occidente están apoyando los chiitas en su milenaria lucha contra los sunitas.
La tensión entre chiitas y sunitas es alta no sólo en Irak y Siria, sino
también en Yemen.
Quizás es un problema llamémosle local que afecta a las diferencias de religión
de unas civilizaciones milenarias si esto fuese así quizás la única forma
posible de conseguir un final de paz definitiva seria separar los dos bloques
religiosos base del problema, ofreciendo
a las tribus sunitas una región autónoma, quizás ha llegado el momento de
enfrentarse a los hechos y dividir Irak porque no creo que las tribus sunitas
arriesguen sus vidas por un chiita que domina el Gobierno en Bagdad.
El problema se acrecienta además por la crisis del petróleo que tanto estas
incertidumbres como el tratado con Irán y la economía mundial está haciendo que
países cuya dependencia está ligada exclusivamente al precio del mismo complica
posibles acuerdos o coaliciones capaces de apaciguar los ánimos.
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