Basta ya de miedos y
terribles pronósticos de desastres sobre lo que ocurriría si alguien osase a
dejar el Euro para quien lo quiera. Estas manifestaciones apocalípticas las
hacen solo los países que si les va bien el euro y los políticos que les pagan
con ellos sin falta cada mes y otras cosas. Son pues opiniones completamente
interesadas y falsas, vamos a analizar por qué.
Posiblemente nadie
esperaba esto cuando se creó la moneda única, seguro que se pensó que se hacía
un gran paso para la Unión Europea, que
la moneda única uniría lo que la política no quería unir por intereses
políticos y viejos nacionalismos. Pero el resultado ha sido todo lo contrario
el euro ha agrandado cada vez más las diferencias entre la naciones que
intentaban crear la Unión Europea.
No ha sido solo la
política la que ha causado el desastre actual, aunque en el fondo la gestión
política con su interés en negar las evidencias que se acentuaban cada vez más,
ha llevado el desastre a cotas insospechadas, de eso si hay que culparla, pero
ha sido el Euro el que ha marcado las abismales incongruencias y distancias
entre las Naciones europeas. Estaba ya
demostrado que la economía que
sustenta una divisa tiene que ser
digamos simbiótica es decir una sustenta a la otra y viceversa.
Esta experiencia se vivió en Argentina donde el presidente Carlos Menem sancionó la Ley de Convertibilidad con el
dólar en 1991, el efecto fue bueno en primera instancia detuvo la inflación y se adoptó una política
económica neoliberal, apoyada en una ola de privatizaciones, reducción de
aranceles y desregulación de los mercados. Estas medidas contribuyeron a
aumentar significativamente la inversión, las exportaciones y el crecimiento
con precios estables. Pero, por otra parte, también abrieron un proceso de
desindustrialización ante la imposibilidad de competencia de la debilitada
industria argentina, hicieron a la economía más vulnerable a las crisis
internacionales, y aumentaron el desempleo, la pobreza y la precariedad
laboral.
Les suenan estos desastres pues los
podemos transferir a Europa casi hecho por hecho aquí no hicimos la
convertibilidad con el dólar peor aún la hicimos con algo que no sabemos todavía
hoy que es, lo hicimos con el Euro es la misma reacción convertimos las divisas
de cada nación a una sola paridad sin tener en cuenta las diferencias básicas
de cada nación su industrialización su capacidad de ahorro su competitividad y
con un agravante añadido, sin ninguna intención de homogeneizarlas
administrativa y políticamente, el fracaso de la combinación Argentina se ha
multiplicado aquí por 17. Los que introdujeron la idea lo hicieron porque
evidentemente les favorecía enormemente porque en principio eran los demás los
que se tenían que acercar a ellos nunca pensaron que deberían ellos de
acercarse a los demás.
Así que los resultados están a la vista
y para entenderlo mejor podríamos decir que Europa hizo una convertibilidad con
el marco alemán, y para disfrazarlo de neutralidad se inventó el Euro, pero en
definitiva lo que se hizo fue eso una jugada de convertibilidad de divisas en
una, y esto ha tenido el mismo camino que tuvo en Argentina primero acabo con
la inflación y la regulo, se desboco la economía, y el consumo en varios
países, se desindustrializaron otros, se endeudaron todos, y al final ahora no
hay salida.
Es imposible para algunas economías
nacionales salir airosas de su propia situación, jamás podrá Grecia pagar su
deuda, jamás podrá Italia recuperar su industria, y jamás podrá España acabar
con el desempleo que la hunde en la miseria, y si ustedes son valientes y miran
hacia atrás, verán que jamás hubiese ocurrido esto si España hubiese seguido
con su Peseta, y su industria, y su demografía, lo mismo hubiese pasado con
Italia y su Lira, y no digamos ya de Grecia para empezar no hubiese tenido
necesidad de manipular sus cuentas, para engañar a toda Europa.
Ahora el pastel ya está cocido y algunos
parece que les gusta, pero no lo quieren compartir, así que no saben cómo
arreglarlo y les da miedo que si se destapa que no es tan bueno como parece se
les indigeste porque es mucho pastel para tan poca economía, la táctica ahora
es el catastrofismo el que salga del euro poco más que se cae en las fauces del
diablo será repudiado y vilipendiado por los mercados etc. pero es que si no se
separan del euro, las economías diferentes (por no llamarnos pobres) no tenemos
posibilidad alguna de modificar nuestra situación, como vamos en España a
competir con la productividad alemana con una carga de 50 mil millones de euros
de coste por desempleo al año, sin ningún tejido industrial con capacidad para
absorberlo, porque la industria está en el centro y norte de Europa, como vamos
a aumentar nuestro PIB que vamos a crear o es que vamos a encontrar petróleo
por ejemplo, y esto es válido para Grecia, Portugal, Italia y ya para Francia.
En Europa se ha terminado la
competitividad porque no hay forma de competir cada uno se guarda su ventaja
para sí y la moneda única impide la competencia entre economías que comparten
la misma moneda, como puedo yo España ponerme a fabricar coches por ejemplo, o
televisores, como me voy a hacer la competencia a mí mismo, contra quien
compito, contra la industria francesa, la alemana, la italiana, en resumen
contra la europea que es también la mía, es de locos.
O se establece de una vez la verdadera
Unión Europea en la que se reequilibren y se compensen los flujos de trabajo, producciones, mano de
obra, créditos, ahorro fiscalidad, y por supuesto la política general, o lo
mejor es salirse del euro y luchar entonces con las herramientas de que se
pueda disponer, mano de obra muy barata, asociaciones con multinacionales de
origen asiático, para poder competir con las europeas que me han machacado,
capitales de otras procedencias, que no lo duden les resultaría muy interesante
y beneficioso, no hay que tener miedo, si se sale del euro se sale con la misma
deuda que ahora nos ahoga solo que traducida a pesetas.
A partir de aquí todo se transforma
porque estas cuentas son las mismas para Italia, Francia, Portugal, etc. y es
la única forma de que Europa que no
quiere ser una sola Europa pueda ser al menos un continente abierto a la
iniciativa y al progreso individual de cada uno de sus pueblos como lo fue
siempre. Salvo que desaparezcan los pueblos y se conviertan en uno solo y en
una sola economía. Entre tanto esperaremos las consecuencias de la devaluación
del Yen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario