domingo, 8 de noviembre de 2015
EN CHINA TENEMOS UN BUEN ESPEJO PARA MIRARNOS Y VER QUE SI SE PUEDE
España y Catalunya estamos a punto de sufrir una rotura que ahora pintamos de incruenta pero que no lo duden no lo será si ocurre y no lo será porque hay una razón incuestionable que España se niega a aceptar y por lo tanto negociar y lo hace simplemente y desgraciadamente por un mal entendido orgullo imperial, España sabe que sin Catalunya no es viable su estatus económico actual, pero como imperio no puede o no quiere reconocerlo cosa que sinceramente no lo entiendo porque las cosas son como son por mucho que las intentes negar.
Ante esta situación que no pronostica nada más que dos desastres que pueden llegar incluso a ser bélicos entre ambas naciones me ha parecido un regalo del cielo la crónica de las reuniones que han tenido la China de Pekín y la China nacionalista de Taiwán, es una lección que España y Catalunya deberían entender para ver que se puede ser uno y dos a la vez si hay respeto mutuo y porque no decirlo beneficio económico también mutuo.
Recordemos que ambas chinas sostuvieron una auténtica guerra civil muy cruenta entre los defensores de la china tradicional o nacionalista con los nuevos movimientos políticos de carácter comunista que se implantaban en China. La Guerra Civil China, que duró desde abril de 1927 hasta mayo de 1950, fue el conflicto que tuvo lugar entre el Kuomintang (Partido Nacionalista Chino; KMT) y el Partido Comunista de China (PCCh). Se inició en 1927 cuando la facción nacionalista del KMT, dirigida por Chiang Kai-shek, depuró a los comunistas de la alianza formada entre el KMT y el PCCh.
La guerra acabó en 1950 con un cese no oficial de las hostilidades entre los bandos, quedando finalmente bajo control de los comunistas la China Continental como hoy la conocemos, donde se proclamó el nuevo régimen de la Republica Popular China, mientras los nacionalistas lograban mantener el control sobre los territorios insulares de Taiwán, y varias islas costeras de la provincia de Fujian, territorios en los que se ha mantenido hasta la actualidad el régimen de la República de China.
Quizás la suerte de esta enemistad que derivo en colaboración y unidad de intereses ha sido posible porque se pudo geográficamente separar los contendientes y las concepciones políticas por un pequeño brazo de mar llamado Estrecho de Taiwán esto permitió una separación física pero es indudable que fue también un acto de permisibilidad del imponente ejército y gobierno Chino sobre Taiwán porque de haber querido hubiesen podido hacer saltar la isla en pedazos ya que las dimensiones físicas y de población son incomparables la Republica China de Taiwán son solo 22 millones de habitantes en 36,200 Km2, frente a los 1,360 millones de chinos continentales que ocupan nada menos que 9.5 millones de Km2.
Pero fuese porque los comunistas entendieron que no merecía la pena machacar más a sus hermanos chinos nacionalistas, o por las presiones mundiales que consideraban un desequilibrio de fuerzas impropio y no necesario la verdad es que se estableció un digamos “status quo” político que lo curioso del caso es que favoreció tremendamente a ambas Chinas. Es evidente que Taiwán se convirtió en una máquina de producción industrial de productos baratos para el mundo occidental principalmente para los EE.UU. pero esto también fue una clara muestra de hacia donde debía dirigirse el gobierno de la China Popular.
Los desequilibrios todavía son brutales en el aspecto económico verán la China Popular es hoy el PIB nacional más grande del mundo por encima de los EEUU y por supuesto de Rusia sin embargo los chinos de la pequeña China de Taiwán son más ricos que sus hermanos con un PIB per cápita de 27,600 dólares frente a los 7,589 dólares de los chinos de la china grande pero es lógico esta relación por la enormidad de población y extensión de la China Popular, pero Taiwán como decía ha servido de espejo para los gobiernos y políticas liberales de los gobiernos comunistas de China.
Hoy en la actualidad China y Taiwán no deben permitir a los que abogan por la independencia de Taiwán que les dividan, dijo el presidente chino Xi Jinping a su homólogo taiwanés el sábado en la primera reunión de líderes de los dos países desde el final de la guerra civil china en 1949. Ma Ying-jeou, presidente de la autogobernada y democrática isla de Taiwán, en la que el sentimiento anti chino crece de cara a las elecciones, pidió respeto mutuo a los sistemas de los respectivos países y dijo que Taiwán quería que China emplease medios pacíficos para resolver los problemas.
Las conversaciones, que tuvieron lugar en un hotel de lujo en campo neutral de Singapur, duraron menos de una hora, pero estuvieron cargadas de simbolismo. Ambos mandatarios se estrecharon la mano y sonrieron ante una muchedumbre de periodistas, Xi con corbata roja, el color del Partido Comunista, y Ma con una azul, el color de su Partido Nacionalista. Al entrar en la sala de reuniones, Xi -que habló el primero y se sentó frente a Ma- dijo que el pueblo chino en los dos lados del Estrecho de Taiwán tenía la capacidad y la sabiduría para resolver sus propios problemas.
"Ninguna fuerza nos puede separar porque somos hermanos que siguen unidos por la sangre aunque nuestros huesos estén separados; somos una familia en la que la sangre tira", dijo Xi. En respuesta, Ma dijo que estaba decidido a promover la paz a través del estrecho de Taiwán y que las relaciones deberían estar basadas en la sinceridad, sabiduría y paciencia. También pidió a Xi de forma indirecta respetar la democracia de Taiwán. "Ambas partes deben respetar los valores y la forma de vida de la otra para garantizar el beneficio mutuo y una situación en la que todos ganen en ambos lados del estrecho".
Es una historia casi increíble se han matado por más de 25 años hasta que unos los grandes echaron a los otros más pequeños a una isla en la cual florecieron mucho más y más rápidos que los vencedores pero esto no fue óbice para sentirse vengativos sino que ha servido la iniciativa de la pequeña Republica China de Taiwán para hacer florecer la economía y dar mayor libertad a los 1300 millones de chinos que hoy están cambiando el comunismo a ultranza por un nuevo sistema político a medias entre el comunismo necesario para dar de comer a tantos millones de seres y el capitalismo o al democracia capaz de hacerlos más libres y ricos.
Cuando hoy leía esta noticia pensaba: Qué lástima no tener a mano una isla donde cupiésemos los 7,5 millones de catalanes para dejar de tener problemas con España marchándonos y desde allí enseñar a los gobiernos españoles que con la aceptación de las diferencias de pensamientos y formas de sentir no se perjudica a nadie sino que incluso se puede enseñar como se reactiva una economía y una industria.
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