LA ECONOMIA DE ELECCIONES VA MUY BIEN PERO QUE PASA CON LA DE VERDAD

En momentos ya de campaña electoral en España solo nos faltaba la excusa desgraciada del atentado de París, estamos perdiendo un tiempo precioso porque mientras este lamentable hecho este “vivo” parece que las elecciones generales se hayan retrasado y no es así estamos justo a un mes y no hay filtraciones de programas electorales, quizás esperan a los tiempos estrictamente marcados para la campaña electoral pero me extraña.

A mí me parece que en el fondo las elecciones ya están hechas y no va a variar en nada el programa de gobierno de España porque está cada vez más claro que por muchos partidos políticos que se presenten al final de una forma u otra solo quedara el bipartidismo de siempre y me aventuro a mas seguirá gobernando cuatro años más la derecha esta vez eso si representada por dos partidos el viejo y el nuevo PP es decir el PP de siempre y C’s (ciudadanos).

Al gobierno le están viniendo de cara hasta los desgraciados acontecimientos provocados por el terrorismo Yihadista que si un avión ruso, que si una masacre en Francia, que una declaración de guerra acompañada de un periodo de excepción en el gobierno francés, Bélgica salpicada de ser cuartel del terrorismo Gran Bretaña que amenaza con dejar de pertenecer a la UE Alemania que no sabe cómo tapar su vergüenza industrial gracias VW, apertura de déficits a Francia que aprovecharan todos los demás etc… vamos como a Fernando VII.

Pero la economía real la que de verdad mueve el país la de las empresas y las familias esta no tiene salida ni tiene visos de que haya un cambio de ciclo expansivo en España los mercados internos siguen igual estancados completamente sin reactivación económica alguna. Para las empresas y familias españolas, contraer un crédito fue más que sencillo en los primeros años del siglo XXI, pero ahora parece que reducir la deuda es un reto imposible. Las primeras prácticamente triplicaron su deuda entre 2001 y 2009, cuando llegaron a superar los 1,27 billones de euros, según los datos del Banco de España, (maldita década) lo mismo paso con la demografía España paso de 41 millones a 47 millones de habitantes en esa década cuando su crecimiento medio era de 1,6 millones por década puestos a crecer lo hicimos en todo y mal.

Para las familias, el proceso ha sido similar ya que en 2001, su pasivo ascendía a 324.550 millones de euros y a finales de 2008, la cifra ya superaba los 908.000 millones de euros. Es decir, en menos de ocho años, su endeudamiento había crecido un 180%, marcando un nuevo récord histórico. Pero si alcanzar esos récords no fue difícil, sí lo está siendo alejarse de ellos. Desde que tocó techo la deuda de empresas y familias, en 2009 y 2008, respectivamente, ambos colectivos apenas han conseguido rebajarla en un 24%.

En seis años de des apalancamiento, las empresas apenas han logrado regresar al nivel que registraban a mediados de 2005, tras rebajar su deuda un 27% desde el récord de 2009. Los 926.240 millones de euros registrados en septiembre siguen superando el 90% del PIB, un nivel que los expertos aún siguen considerando excesivamente elevado y eso hace que se agudice el poco flujo de crédito por parte de los bancos españoles a su propio mercado esto lleva a la paradoja de que los bancos no se fían de muchas empresas y estas a su vez no quieren pedir créditos a los bancos porque deben reducir su deuda.

Por su parte, para las familias, que iniciaron el proceso de des endeudamiento unos meses antes, a finales de 2008, también está siendo costoso ya que en casi siete años la deuda se ha reducido apenas un 20%. Los 728.581 millones de euros que marca la estadística de septiembre del Banco de España son un nivel parecido al que se registraba en julio de 2006. Es decir, lo que tardaron apenas dos años en subir, están tardando tres veces más en reducir.

La deuda sigue atragantando a familias y empresas: llevan 6 años para bajarla sólo un 24% y esto a su vez atraganta el crecimiento real de la economía doméstica, España no sale de su crisis otra cosa es que los números del estado gracias a sus malabarismos y su entorno que les favorece enormemente con un petróleo por los suelos y con una deuda soberana que incluso ha llegado a posiciones negativas más el ahogo de las autonomías que no pueden cumplir con sus costes sociales pero que esto no cuenta a la hora de presentar las cuentas a Bruselas donde España presenta unos datos que enmascaran todo lo que de verdad pasa en el territorio español.