Desilusionante,
terrible, sin esperanza alguna, esta es la visión de futuro que me asalta día tras día. A medida
que se va acercando la fecha de las elecciones generales, crece mi inquietud,
leo los discursos de los líderes políticos
en sus apariciones públicas de precampaña, y todos coinciden en lo mismo, NO
DICEN NADA, todos están vacios de contenido, de soluciones, y esta vez y esto
es muy curioso, hasta de promesas.
Mal futuro
nos espera, cuando los políticos en campaña electoral no pueden ni hacer promesas,
(aunque luego no cumplan ni una) esto significa que no son dueños de su política,
que van camino de ser simplemente unas figuras representativas, cuya misión será
obedecer e intentar hacer cumplir las directrices que recibirán de instancias políticas
y económicas más elevadas. Pero es que además, yo noto que ni si quiera les
intranquiliza esta situación, me da la sensación de que están de acuerdo en
hacer este papel con tal de estar en la elite política, aunque esta vez no
tengan que ejercer de políticos sino de simples marionetas ejecutoras.
Algunos
comentaristas políticos ante la falta de contenidos con que llenar sus propios artículos
de opinión, dibujan la duda de que no se dice nada por miedo a que el oponente
la copie, así mantienen su artículo abierto a la espera de alguno de los dos
bandos abran la caja de los truenos, y ya entonces, en teoría no se pueda
rectificar, porque una vez abierta ya se conocerá cada uno de los planes que
cada partido propondrá para llevarnos no se sabe muy bien donde, pero entre
tanto lo más triste es que España, no tiene ningún programa de gobierno que
permita hacer planes a las fuerzas económicas del país, con lo que la
inoperancia y el desgaste tanto económico como de confianza se va acelerando,
van cayendo las calificaciones de solvencia del país, las autonomías no saben
si serán o no serán de aquí a 42 días, los planes de ocupación no se sabe si
quiera si existirán, tampoco lo tienen muy claro los sindicatos obreros, en fin
el desconcierto es total.
Después del
desanimo y el desconcierto pienso que no puede ser, por muy malos e ineptos que
parezcan, nuestros personajes políticos deben de tener una porción de materia
gris suficiente para saber lo que tendrán que hacer, aunque no lo digan y
aunque no sea de su propia iniciativa, así que me consuelo en pensar que quizás
es mejor que no tengan proyecto político y si tengan directrices a seguir,
aunque de esto no estoy del todo convencido, esperare a ver como acaban las
negociaciones en pareja de Francia y Alemania y las próximas reuniones de los (Países
G).
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