¿Llegará
a madurar en Alemania algo
parecido al Tea Party
estadounidense? Muchos creen que algo similar ya está germinando y que su
terreno no es otro que el rechazo a los créditos y salvamentos destinados a
países europeos endeudados. De lo que no hay duda, es que si ese rechazo
llegara a concretarse políticamente, el ex jefe de la patronal Hans-Olaf Henkel
será la persona clave.
Ante
este escueto párrafo, parte de un artículo publicado hoy en “la Vanguardia” de
Barcelona, me han saltado todas mis alarmas, cuantas veces he escrito la
importancia en bien o mal, de la influencia de Alemania sobre el destino de
Europa y viceversa cuanta influencia ha tenido y tiene Europa en el destino de
Alemania, pero como siempre digo, el tiempo es tozudo y en su ir y venir, hace
posible todas las predicciones que los humanos hacemos contando con la lógica y
el conocimiento de la historia.
La
canciller Merkel con su mal hacer, nos puede llevar curiosamente a la solución de
la crisis de confianza de europa, o al contrario, puede agudizarla más y
desunir lo poco que queda de la Unión Europea, de momento ante la señal que
emana de la sociedad de su propio país, puede ocurrir que el nacionalismo alemán,
de tan triste recuerdo renazca con inusitada fuerza otra vez, y en este
supuesto no estaremos hablando del “Tea Party” estaremos frente al IV Reich* (*Imperio)
alemán , pero esta vez curiosamente el hecho partiría de la alta sociedad o burguesía
alemana, en vez del proletariado obrero desde donde nació el III Reich y con él,
la triste época del Nazismo.
Consultor
y banquero de inversión, Henkel fue, entre 1995 y 2000, presidente de la
patronal BDI, uno de los grandes poderes fácticos de Alemania, contra el cual
no se puede gobernar. Hoy es consejero de media docena de grandes empresas
alemanas y el segundo tertuliano más presente en programas de televisión y radio.
El año pasado publicó un libro titulado Salvar nuestro dinero, cuyo
subtítulo era La euro estafa amenaza
nuestro bienestar. Desde entonces propone la creación de dos euros en
Europa. Los países serios del norte –alemanes, finlandeses y holandeses–
tendrían un euro duro, mientras que a los "alegres gastadores" e
incapaces de disciplinarse meridionales, con Francia a la cabeza, les correspondería
un euro blando.
Como
ven renace el nacionalismo (esta vez capitalista) alemán, la chispa, la mala gestión
europea de la crisis, este fenómeno que vengo diciendo que no existe sino que
es el cambio de ciclo económico, que nos afecta de lleno y que nuestra desunión
hace casi imposible que podamos repeler el ataque de los especuladores, porque estos
sabedores de la idiosincrasia europea, atacan por separado cuidando mucho de hacerlo
frontalmente para evitar precisamente la posibilidad de una unión eficaz y rápida
de las fuerzas conjuntas de la zona euro.
Divide
y vencerás, y vaya si es cierta esta máxima militar, nos han estado atacando de
fuera hacia dentro desde un extremo y desde el otro, así durante un par de años
más o menos poco a poco pero ocasionando una pérdida de confianza y material prácticamente irreparable, finalmente el
ataque hace tres meses ha sido ya total y se han dirigido directamente al corazón
de Europa rota y debilitada previamente, es ridículo pensar que con una pequeña
arma, Las deuda de Grecia Irlanda y Portugal apenas el 3% del PIB de la potente
Europa del euro, hayan sido capaces de ganar la guerra económica en contra de
nuestros intereses.
Ya
lo ven, en cuantos artículos míos me he referido a estos hechos, recuerdo aquel
titulo de: Europa no es Alemania pero Alemania es Europa, y es que siempre ha
sido así de una forma u otra. Después del intento de unificación de Napoleón,
la historia de europa ha sido consecuencia de los actos de los germánicos, y
hoy es rotundamente así otra vez, creo que la Canciller Merkel por fin se ha
dado cuenta y su prisa hoy en día, es mirar de acabar cuanto antes con las
discrepancias y los juegos de poder de los 17 países de la zona euro, por
ejemplo de Eslovaquia que con solo 5,5
millones de habitantes, tiene el acuerdo de la ampliación del Fondo Europeo de
Estabilidad Financiera, esperando a que decida su parlamento, y mientras más de
300 millones de personas sufriendo recortes, perdidas increíbles, y sin poder
hacer nada.
No
es que le dé la culpa precisamente a este país, no la culpa es de la Unión, que
actúa de una manera, que en España diríamos que quiere “nadar y guardar la ropa”
y eso es una dualidad que no se puede conseguir, bueno salvo que te tires al
rio vestido, y en esto si tiene la culpa Alemania, porque creo que ha sido su
excesiva indecisión su excesivo querer guardar su ropa, la que nos ha impedido
salir nadando fuera de la corriente de este revuelto rio de la economía global.
El descontento
y desasosiego alemán, conecta con la opinión pública, a la que, por falta de
coraje y seguidismo populista, el Gobierno alemán no ha explicado la simple
realidad: que Alemania no sólo fue la inventora y gran beneficiaria del euro,
sino que tiene mucho que perder si el euro se rompe. Pero en la calle la brecha
es, verdaderamente crítica: un 19% de los ciudadanos aprueba la ampliación del
FEEF mientras que un 75% lo rechazaba, señalaron las encuestas el pasado 29 de septiembre.
Recoger políticamente ese descontento puede resultar muy tentador.
Bien
como punto final les digo, si la Canciller Merkel pierde la partida, y no
consigue rehacer las condiciones económicas de la euro zona, su propio fracaso,
y su propio país nos destrozaran, y Alemania formara de nuevo otra unión de
intereses con los países del norte, los altos rubios y con ojos azules, y no
dudaran en crear su “IV Reich” y los demás, incluida Francia, deberemos tomar
alguna otra solución para defendernos, en fin, no sé si les suena de algo esta
historia, al menos a los que tenemos más de 60 años si y mucho.
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