Qué cosas tiene la crisis, los catalanes que
estamos luchando para mantener nuestra personalidad e historia frente al mal
trato en general con el que se brinda a nuestra singularidad, por los gobiernos
españoles sean del color que sean, y que se extiende a mucha parte de la
sociedad española a la que se manipulada en nuestra contra ofreciéndoles una
visión muy sesgada de la realidad por medio de declaraciones y artículos de
opinión siempre contrarios a la realidad de Catalunya, nos vamos a encontrar
gracias a la crisis de España con la justificación perfecta a nuestras
reivindicaciones de mal trato fiscal del que estamos siendo víctimas desde siempre.
Curiosamente todo apunta que de nuevo la
frase de que la verdad pone a todos en su sitio se va a cumplir, esta vez el
ejemplo de la desigualdad fiscal que sufrimos en Cataluña va a ser muy difícil de
negar a España su razón, pero lo que hará visible esta realidad a todos los
ojos de los españoles no será la explicación
del gobierno de España, sino el que los españoles que decidieron vivir en Cataluña,
no por sentimiento, si no por provecho propio, muy licito por cierto, ahora verán
como son mal tratados exageradamente por su propio gobierno nacional y por el
resto de su nación.
La primera prueba de la mala suerte de ser catalán o
vivir y trabajar en Catalunya será el
propio hecho de cobrar una nómina, comprar una vivienda, abrir una empresa o
poner gasolina. La crisis ha provocado que buena parte de los Gobiernos
autonómicos se lancen a subir impuestos para reducir el déficit mientras que
otros se resisten, de momento a ello. Cataluña en cambio se ve en la obligación
de mantener el tipo marginal más alto de España, que alcanza el 56% para las
rentas más altas, mientras que Madrid
aplicara un gravamen máximo del 51,9%.
Un directivo o ejecutivo de cierto nivel de una
multinacional por ejemplo, cuyo sueldo medio asciende a 700.000 euros anuales,
pagará en Madrid en torno a 320.000
euros por IRPF después de la subida de impuestos aprobada por Rajoy. En
Cataluña, este mismo contribuyente pagaría 335.000 euros. Es decir, 15.000
euros más. Los expertos fiscales alertan que las rentas altas buscarán fórmulas
para no tributar en Cataluña. No sé qué formulas serán pero lo típico es que se
des localicen hacia otras direcciones fiscales de la nación
En este sentido, el Ejecutivo de Esperanza Aguirre
rema contracorriente y estudia ya no aumentar su fiscalidad, si no rebajar su
tramo autonómico. Madrid es una de
las comunidades con menor déficit, del 0,47% del PIB hasta el tercer trimestre.
En cambio, el Gobierno valenciano ha seguido el ejemplo de Cataluña, Andalucía,
Asturias o Extremadura e incrementará el IRPF para las rentas altas. Todas
estas comunidades, previsiblemente, incumplirán el objetivo de cerrar 2011 con
un déficit del 1,3%.
Las diferencias se producen en otros tributos como el
del impuesto sobre transmisiones patrimoniales, que grava la compraventa de
viviendas de segunda mano. Es el caso de Cataluña, que elevó al 8% el gravamen.
Andalucía, Aragón y Extremadura fueron un paso más allá y establecieron tramos
en función del precio de la vivienda. En Cantabria, por ejemplo, las viviendas
que cuestan más de 300.000 euros tributan al 10%. Si un ciudadano español
decide comprarse una casa usada por valor de 150.000 euros en Andalucía pagará
12.000 euros. En cambio, si la adquiriere en Galicia, Madrid o La Rioja abonará 10.500 euros. Una diferencia de 1.200
euros.
Por otra parte, formalizar una hipoteca u otros
trámites notariales, como abrir una empresa, conlleva aplicar el impuesto de
actos jurídicos documentados. El Gobierno de la Generalitat catalana acaba de
incluir en sus presupuestos para este año un aumento de este impuesto del 1,2%
al 1,5%. Es el tipo más alto en toda España. Este gravamen, en el caso de la
compra de viviendas, se aplica sobre la cuantía del préstamo. Es decir, firmar
un crédito hipotecario de 200.000 euros supone en Cataluña pagar a Hacienda
3.000 euros, mientras que en la mayoría de comunidades, para el mismo ejemplo,
la factura tributaria ascendería a 2.000 euros.
En términos generales, Cataluña, Andalucía y
Extremadura aparecen en el podio de comunidades con tipos más altos mientras
que Madrid y Murcia destacan por
aplicar gravámenes menores. La Comunidad Valenciana, una de las más endeudas de
España y que también incumplirá el objetivo de déficit, formaba parte de este
último grupo hasta ahora. El Gobierno de la Generalitat Valenciana elevará el
tipo marginal máximo del IRPF hasta el 54% frente al 52% que aplican la mayoría
de comunidades del régimen común.
Por otra parte, las comunidades también ingresarán
durante este año y el siguiente el impuesto sobre el patrimonio, un tributo que
el Gobierno socialista recuperó de forma temporal. Sin embargo, Madrid y la Comunidad Valenciana
renunciarán a su recaudación. Paradójicamente, el Gobierno de Carlos Fabra
rechaza aplicar el impuesto sobre el patrimonio después de subir el IRPF y la
fiscalidad sobre los carburantes. Además, los Gobiernos autonómicos recurren a
nuevas figuras tributarias. En el último año, las comunidades han establecido
hasta 50 nuevas tasas, la mayoría de ellas gravan actividades que afectan al
medio ambiente.
Si mi amable lector ha estado atento al artículo
habrá comprobado que curiosamente siempre esta Madrid como la comunidad que más favorece a sus habitantes cargándoles
de menos impuestos, curioso verdad, precisamente la capital de la nación, allá
donde florecen las obras por doquier, donde hay más habitantes por metro cuadrado,
la que presume y posiblemente es cierto que tiene le metro y el servicio de
transporte municipal mayor y mas barato de europa, donde el precio del suelo y
de la vivienda es el más caro de España, allá donde están establecidas las
sedes de las mayores empresas nacionales, e internacionales, donde se fraguan
los grandes negocios, y naturalmente donde está establecido todo el aparato de gobierno de la nación y el Rey, resulta que
es la comunidad que menos impuestos aplica.
Como puede ser posible, es que hacen trampa,
no ellos no hacen ninguna trampa, la trampa la hace el estado español, el que
considera básico que el poder nacional, este representado por la gran metrópoli
capital de España, y para ello quieren que sea lo más, la más grande, la más
bonita, la más importante en todo, y ahora parece que también la más barata y
la más favorecida para que siga creciendo y creciendo, hasta conseguir que España
sea prácticamente Madrid.
El hecho de esta desigualdad fiscal entre un
español de Madrid y un español de Cataluña, y creo yo que de otros lugares, no
es otra que Madrid tiene tres administraciones que la miman y la amamantan: es
la Capital de España, tiene el gobierno en ella, es Ciudad tiene su Ayuntamiento,
y para que no fuese menos la hicieron también Comunidad Autónoma, resultado
recibe aportaciones por todos lados, de lo contrario no se explica, porque en teoría
mantener una mega ciudad como Madrid, debería ser más costoso que mantener Valencia
o Andalucía pongo por caso, pero no es así ya lo ven, así que solo hay una explicación
y es que las balanzas fiscales en España no son homogéneas o mejor dicho equitativas.
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