La que
tendría que estar aquí es Ada Colau. Rezaba un empresario con traje
chaqueta oscura y carpeta bajo el brazo, se expresaba con cierta ironía antes
de que empezara la intervención de apertura de la XXXI Reunión Círculo
de Economia en Sitges (Barcelona). A las puertas de la conferencia
inaugural a cargo del president Artur Mas.
No se
hablaba ayer de otra cosa. Quizás porque las jornadas del círculo empresarial,
aunque atraen empresarios de toda España, son un foro en el que se reúne la
burguesía catalana y, sobre todo, la barcelonesa, la victoria de la líder de
Barcelona en Común era el principal tema de debate en todos los corrillos. Incluso
por encima de las reflexiones sobre los resultados de las elecciones
municipales y autonómicas en el resto de España.
De todas
maneras hay que reconocer que los empresarios catalanes son muy de buena fe y
muy emprendedores después de desayunarse con el comentario pesimista sobre la
que se nos viene encima, acabaron diciéndose unos a otros - Lo único que le
pedimos es que aprenda rápido - es lo
único que se le puede pedir a una persona como Colau. La exdirigente de la PAH,
candidata firme a convertirse en la futura alcaldesa de Barcelona.
No está ni estará
entre los invitados a las jornadas empresariales que siguen hoy y terminan mañana,
con la clausura a cargo de Mariano Rajoy y cuyo programa incluye al líder de
Ciudadanos, Albert Rivera, o al presidente de ERC, Oriol Junqueras. Nadie entre
la clase dirigente, confesaban ayer, se imaginaba que Xavier Trías quedaría
descabalgado del Ayuntamiento. Por los pasillos, y sin ganas de hacerlo en
público, las referencias a la falta de experiencia en la gestión pública o
privada de Colau, eran el primer argumento de crítica que mencionaban los
empresarios, claramente asustados por la derrota de CiU (10 concejales frente a
los 11 de Barcelona en Común), la debacle del PSC (5 concejales) y la fuerte
caída del PP (3 concejales) en el Ayuntamiento de Barcelona.
Muchos
reconocían que ya habían llamado a Colau para pedirle cita, con la previsión de
que con toda probabilidad será investida alcaldesa el próximo 13 de junio. Eso
a pesar de Trías, que ayer dejó la puerta abierta a configurar una alternativa
para gobernar en el consistorio barcelonés con ERC, PSC y PP, lo que fue
rechazado de plano por socialistas y republicanos. Nos han avisado de que se
para todo, alertaba ayer un directivo.
Los aspectos
que preocupan a los empresarios reunidos en la pequeña población del Garraf son
la posible parálisis de proyectos empresariales y hoteleros en marcha en la
capital catalana, la falta de implicación que ha mostrado en más de una ocasión
Colau por eventos que consideran importantes para la ciudad como el Mobile
World Congresss (MWC) o la Fórmula 1. Y el papel que el Ayuntamiento pueda
desempeñar en instituciones con participación pública como “Fira de Barcelona”;
o por el hecho de que el futuro equipo gestor del Ayuntamiento pueda tirar de
gasto y deje las cuentas del consistorio, ahora saneadas, con déficit dentro de
cuatro años.
Solo faltaba
la noticia de que los máximos responsables de la policía municipal (guardia
urbana) dejan el cargo, uno ni siquiera quiere esperar la llegada de la Colau
el otro estará en su puesto hasta que entre la Colau por la puerta del ayuntamiento,
es lógico como podrán mirar y saludar firmes a una activista que han tenido que
arrastrar por los suelos en más de una ocasión por su actividad de impedir los desahucios
judiciales, hecho muy loable pero lleno de una estudiada presencia política de
calle, al estilo Podemos, es decir es la versión catalana de verdad de esa política
limpia y tan falsa que se aprovecha de las injusticias de los otros, pero que luego
aplicaran con la misma violencia, cuando se trate de disolver las quejas
indudables que ocasionara la aplicación de sus políticas
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