Curiosa
situación la que se está formando entorno a la UE, no tanto por lo inesperado
de la misma sino por todo lo contrario todo lo que está sucediendo se veía
venir al menos el que escribe lo ha plasmado varias veces en mis artículos, la
UE hace tiempo que está caminando por la cuerda floja como un funambulista, muy
avezado pero que no encuentra nunca el final del alambre para detenerse y
apoyarse en una plataforma por fin firme y segura esta es la escena que creo
que refleja el ir y venir de la Union Europea desde que se fundó y ahora llega
el momento de exclamar la vieja frase del refranero español aquella que dice
“tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe”
Hoy después
de las elecciones en el Reino Unido y la celebración del final de la II guerra
mundial la UE no solo sigue sobre un alambre que cada vez tiembla más sino que
ve claramente que sus extremos se alejan cada vez más sus dos posibles
plataformas de llegada y apoyo se preparan cada una por su parte unos
movimientos de vibración que van a hacer mucho más difícil el transito sobre el
alambre de la UE. Es más puede incluso que una de las dos o las dos a la vez
corten sus respectivos extremos y el alambre se caiga arrastrando con ello el
sueño de la UE.
Empecemos cronológicamente a analizar la situación
final de esta pasada semana, primero hay que contemplar que el momento de la
verdad para la problemática relación entre el Reino Unido y la
Unión Europea está más cerca que nunca con la abrumadora
victoria electoral del conservador David Cameron, que ayer
confirmó su intención de consultar en referéndum a los británicos sobre si
quieren estar "dentro o fuera" del club.
Para Europa, este desenlace es a la vez enojoso y liberador. Enojoso porque obliga a buscar otra vez, soluciones a medida para tratar de asegurar la permanencia en la unión de su socio más reticente y menos cooperativo pero junto con Alemania el más influyente internacionalmente y económicamente hablando (no participa en el euro, ni en Schengen, ni en muchas decisiones sobre justicia o asuntos sociales). Es, al mismo tiempo, liberador porque este debate lleva varios años condicionando, paralizando incluso, las relaciones de Londres con sus socios europeos frustrados por la incapacidad de Cameron de presentar demandas concretas que negociar de cara al tan anunciado referéndum, previsto para el 2017.
Para Europa, este desenlace es a la vez enojoso y liberador. Enojoso porque obliga a buscar otra vez, soluciones a medida para tratar de asegurar la permanencia en la unión de su socio más reticente y menos cooperativo pero junto con Alemania el más influyente internacionalmente y económicamente hablando (no participa en el euro, ni en Schengen, ni en muchas decisiones sobre justicia o asuntos sociales). Es, al mismo tiempo, liberador porque este debate lleva varios años condicionando, paralizando incluso, las relaciones de Londres con sus socios europeos frustrados por la incapacidad de Cameron de presentar demandas concretas que negociar de cara al tan anunciado referéndum, previsto para el 2017.
Yo no lo veo asi entiendo que esta situación no va a
liberar nada en absoluto a la UE sino todo lo contrario es otro chantaje al
estilo griego pero al contrario Grecia es una ruina que tenemos que salvar o
echar de la UE y gran Bretaña es la base desde donde actúan los capitales y la
especulación que hace y deshace sobre el euro y la economía global de la UE. El
que ahora, al menos, se puede empezar a hablar de temas concretos con el
Gobierno británico, que ha prometido defender el sí si logra algunos
compromisos de reforma de la UE no es ninguna maravilla porque no hace falta
ser muy listo para entender entre líneas que lo que va a pasar es que la City
va a hacer pasar por el alambre a la UE al ritmo que quiera y esto no es
negociar esto es claudicar.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, felicitó ayer a Cameron por su "rotunda victoria" y se declaró "dispuesto a llegar a un buen trato para el Reino Unido en Europa", animándole a presentar sus ideas. En este acuerdo cabrían incluso cambios en los tratados, explicó su portavoz, siempre que no se cuestionen las cuatro libertades fundamentales de la UE (libre circulación de personas, mercancías, servicios y capitales).
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, felicitó ayer a Cameron por su "rotunda victoria" y se declaró "dispuesto a llegar a un buen trato para el Reino Unido en Europa", animándole a presentar sus ideas. En este acuerdo cabrían incluso cambios en los tratados, explicó su portavoz, siempre que no se cuestionen las cuatro libertades fundamentales de la UE (libre circulación de personas, mercancías, servicios y capitales).
Esto es absurdo, esto es intolerable, para cualquier
europeo que se sienta como tal es la Gran Bretaña quien debe decidir qué hacer
y no la UE, la que debe suplicar que se quede. A mi entender hay que hacer todo
lo contrario la UE debería empezar sin pérdida de tiempo a montar en suelo
europeo posiblemente en Francia en París una nueva “City” para reemplazar a
Londres como capital financiera en lo que respecta al movimientos de capitales
y domiciliación de fondos financieros y agencias de cambio y calificación etc.
Esta es hoy en día la única industria británica junto al petróleo de escocia
que da vigor a la libra esterlina Gran
Bretaña no tiene nada más. Es increíble que sigamos sin darnos cuenta de las
proporciones la UE somos más de 350 millones de personas y Gran Bretaña solo 80.
"La pelota está en el tejado de Cameron. Debe poner sus demandas encima de la mesa, pero las libertades europeas no son negociables", declaró Manfred Weber, el líder de la CDU alemana en el Euro parlamento, planteando si ha llegado el momento de "una amplia reforma del tratado". ¿En qué dirección? Nadie lo sabe con certeza pero "lo primero de lo que hemos tratado de convencer a nuestros amigos británicos es de que no pida cosas que no les vamos a poder dar nunca, como restringir la libre circulación de trabajadores", explican fuentes diplomáticas alemanas.
"La pelota está en el tejado de Cameron. Debe poner sus demandas encima de la mesa, pero las libertades europeas no son negociables", declaró Manfred Weber, el líder de la CDU alemana en el Euro parlamento, planteando si ha llegado el momento de "una amplia reforma del tratado". ¿En qué dirección? Nadie lo sabe con certeza pero "lo primero de lo que hemos tratado de convencer a nuestros amigos británicos es de que no pida cosas que no les vamos a poder dar nunca, como restringir la libre circulación de trabajadores", explican fuentes diplomáticas alemanas.
Mientras
tanto al unísono de esta circunstancia la preocupación, expresadas en una discreta parada militar con jura de
bandera ante el presidente Petro Poroshenko, fueron características
principales de las celebraciones en Kiev, del fin de la II guerra mundial (en
contraste con la amenazadora celebración celebrada en Moscú) . En Kiev estaba
este sábado el sol tan radiante como en Moscú. Es quizás la única similitud
entre las dos conmemoraciones.
El delirio
megalómano de Vladimir Putin convirtió
la ceremonia de Moscú en un alarde de poder militar cargado de arrogancia,
mentira en su ostentosidad y amenazas en sus mensajes. En Kiev era un acto
pequeño que pronto se convirtió casi en una manifestación con música Pero en Kiev estaba quizás la más
genuina de las conmemoraciones de todo el mundo habidas estos días.
Porque a los
pocos veteranos que aún viven de aquella guerra se unieron este sábado los que
combaten ahora. Allí había uniformes de
época y también los actuales muy modernos y recién llegados del frente todavía
vivo que mantiene Ucrania con la chulesca Rusia de Putin, y había más tristeza
que fanfarronería. Porque allí había este sábado viudas de guerra muy jóvenes
las ultimas viudas de hace escasamente unas semanas. Que habían dejado en sus
pueblos y barrios tumbas muy recientes.
Y en las
calles cercanas cantaban y pedían mutilados de guerra que no han cumplido los
treinta. Un ciego de combate ayudado
por compañeros, recitaba poemas en demanda del óbolo que guardaba en una
pequeña caja de cartón con un icono y una bandera nacional. Tremenda la guerra
de entonces, por cuya victoria, todos han felicitado a sus abuelos estos días.
Pero la peor guerra es siempre la más cercana. Y esta guerra era de la de ayer,
hoy y mañana aquí en Ucrania. El país está invadido como hace 70 años y los
Ucranianos mueren todos los días incluso con un alto el fuego lleno de
falsedades.
Mientras en
Moscú se celebrada el final de una guerra y muchos creemos que se intentaba amenazar
con otras nuevas. Todos interpretamos los actos de Moscú, sus 16.000
soldados y toda su cacharrería bélica, las arengas y mensajes televisivos, como
prueba de que Putin ha perdido ya todo sentido de mesura y racionalidad.
Dicen que ni a sus aliados poderosos del régimen, que necesitan relaciones
razonables con los países occidentales donde tienen su dinero, les ha gustado
este delirio de poder.
Ni toda la
simbología del comunismo, con Lenin y hasta Stalin ya de nuevo
como referentes. Y permanentes desprecios en los medios a un Occidente
decadente -Gayropa, (podríamos traducir como maricones) han comenzado a llamar
al continente medios dependientes del Kremlin-. Cuando todo el mundo está
atento, las sanciones a Rusia han de ser renovadas y la situación del país es más que precaria. Y Ucrania
ha estado presente de forma obsesiva en las celebraciones rusas por toda la
geografía y en sus medios.
Se han hecho
paralelismos demenciales entre la Wehrmacht alemana y el ejército ucraniano que
intenta restablecer la integridad territorial frente a un enemigo infinitamente
superior. Y resulta evidente que la escalada de la retórica belicista alcanza
niveles difíciles de revertir. En plenas fanfarrias de victoria sobre Hitler.
La proclamación oficial por parte de Putin del enemigo actual, Ucrania, como
nazi, no permite adivinar ninguna intención de negociación ulterior. Con los
nazis no se negocia. Se les destruye. Para Kiev lo sucedido en Moscú solo
confirma los peores augurios.
La ausencia de los principales líderes de las democracias deslució
ayer el imponente desfile militar en la Plaza Roja con el que Moscú conmemoró
el setenta aniversario de la victoria sobre los nazis. Un acto que subrayó el
creciente aislamiento al que se enfrenta el Kremlin por su agresiva política en
Ucrania. Y ya abiertamente contra el mundo occidental principalmente Europa. En
ausencia de líderes occidentales, Putin agradeció en su discurso previo al
desfile la contribución a la victoria de Francia, EE.UU. y el Reino Unido. Sin
embargo, criticó a Washington por propiciar la instauración de un sistema
«unipolar» en el planeta y de «ignorar los principios» que inspiraron la
posguerra: la creación de la ONU y el orden internacional.
En definitiva y como final los europeos tenemos que tomar decisiones
al esto y al oeste y o le ponemos “cojones” o con buenas palabras al final nos
harán caer del alambre del funambulismo ciego e inútil que estamos
interpretando en el circo de la estrategia mundial.
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