La confianza empresarial alemana cae por tercer mes
consecutivo en febrero para alcanzar su nivel más bajo en más de un año,
mientras las perspectivas de las empresas manufactureras se hunden a niveles no
vistos desde poco después de la quiebra de Lehman Brothers en 2008. Lo que
demuestra una vez más que la crisis que se inició entonces no solo no se ha
superado, sino que está en plena actividad demoledora.
Los datos del instituto económico IFO, con sede en
Múnich, llevan al euro a mínimos de tres semanas frente al dólar y profundiza
las dudas sobre la fortaleza de la principal economía europea, que ha sufrido por
la caída de la demanda de los mercados emergentes en Asia y América Latina. Que
baje el euro es una buena noticia, a ver si los alemanes lo entienden de una
vez que no toda la UE puede soportar una divisa un 20%n por encima de su valor
comparándola con la economía del dólar.
La mayoría de las empresas son pesimistas ante sus
perspectivas empresariales por primera vez en más de seis meses, la mayoría de empresas
alemanas expresaron inquietud respecto al crecimiento, especialmente en
manufacturas al conocerse que los resultados del IFO confirmaban lo que en sus
cuentas de resultados ya se apreciaba claramente. El índice de clima
empresarial, seguido muy de cerca por los inversores, cayó a 105,7 en febrero
desde el 107,3 el mes anterior para tocar su nivel más bajo desde diciembre de
2014.
La caída estuvo encabezada por un descenso en las
expectativas empresariales, que bajaron abruptamente a 98,8 desde 102,3 en
enero, reflejando las preocupaciones en los consejos de administración alemanes
sobre las turbulencias en los mercados y la continua caída de los mercados
emergentes, en concreto en China. Carsten Brzeski del banco ING calificó las
cifras, que llevaron al euro por debajo de los 1,10 dólares por primera vez en
casi tres semanas, de llamada de atención. “Los acontecimientos globales
finalmente han alcanzado a los consejos de administración de las compañías
alemanas" dijo.
Tras conocer el dato, el economista de IFO Klaus
Wohlrabe dijo a Reuters que la previsión de crecimiento económico de Alemania
en 2016 realizada por el instituto a finales del año pasado necesita ser
revisada a la baja, aunque aún no está claro cuánto, pero está claro ya que el
sector industrial alemán atravesará una caída. “En el conjunto de la economía
esperamos una desaceleración", indicó. En diciembre, el IFO tenía una
previsión de que la economía alemana crecería un 1,9 por ciento este año. En
enero, el Gobierno alemán revisó a la baja sus propias previsiones de
crecimiento para 2016 a un 1,7 por ciento.
Es tan evidente el riesgo de desaceleración de Alemania
que el gobierno ha emprendido un mayor gasto público e inversiones que llevaron
a un crecimiento del 0,3 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) alemán en
el cuarto trimestre, suficiente para compensar la debilidad de las
exportaciones, mostraron los datos presentados, confirmando un pronóstico
preliminar de crecimiento.
La Oficina Federal de Estadísticas dijo que el gasto
público contribuyó en 0,2 puntos porcentuales del PIB en el período entre
octubre y diciembre puesto que las autoridades gastaron más en ayudas a
refugiados. Las inversiones contribuyeron en 0,4 puntos porcentuales, mientras
que el comercio supuso una caída del 0,5 por ciento y las exportaciones cayeron
un 0,6 por ciento en el cuarto trimestre.
Es increíble que la UE se mantenga ciega y muda ante
las evidencias de lo que está sucediendo es un continuo retroceso lo que sufren
las economías de la eurozona hasta ahora los tontos o los vagos éramos los mediterráneos
Grecia, Italia, España, Portugal, y no solo eso, sino que el contagio de la
inseguridad de la economía se extendía ya a Francia, pero ya llego el monstruo
a Alemania.
Hay motivos para ello por supuesto la nula reacción de
la UE frente a exagerado número de refugiados que nos ha asaltado y sigue viniendo,
aunque con menos fuerza ha terminado por desequilibrar los presupuestos de
todos principalmente de Alemania, que en principio se declaró como adalid de la
acogida de miles y miles de refugiados, es evidente que tal y como ya había anunciado
esto ha puesto en desanimo a la sociedad alemana que ha dejado de gastar por un
lado temerosa porque de golpe hay en el país una mano de obra que es capaz de
trabajar por nada solo por un papel que les autorice estar en Europa.
Automáticamente las empresas pierden producción y se
asustan también solo faltaba el caso VW, y también hace mucho daño que no somos
los pobres mediterráneos los que nos quejamos es que ahora ya es Bran Bretaña
la que pone las condiciones para seguir en la UE porque saben que si no se
corta la hemorragia de gastos sociales y no se da confianza a la reactivación de
la industria y con ello la economía de la UE es mucho mejor escaparse antes que
quedarse enredado en la tela de araña de una caridad mal entendida.
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