viernes, 12 de febrero de 2016

LOS INTERESES NEGATIVOS SON NEGATIVOS PARA LA ECONOMIA

El banco central sueco recorto ayer su tipo de interés de referencia en 15 puntos básicos, y los llevo a un -0,50% otro más que no comprende que si los intereses son NEGATIVOS quieren decir que la economía es NEGATIVA es de locos no entender esta realidad, no comprendo cómo los especialistas en macro economía no se dan cuenta y persisten en esta política de tipos de interés negativos pero realmente parece que esto sea la última alternativa con la que esperan los bancos centrales activar la economía y sacarla de la crisis ya sistémica en la que nos hemos instalado.
Las economías centrales de la eurozona y los EE.UU. están obsesionándose con esta medida absurda y completamente contraproducente, el efecto que pretenden conseguir los bancos y el BCE es que se movilicen los fondos de dinero que permanecen inactivos escondidos en instrumentos financieros, depósitos bancarios, o deudas soberanas, pero la solución no es desincentivarlos con intereses negativos, sino analizar que si están escondidos en estos instrumentos y encima pagan por ello, si lo hiciesen verían que es porque el problema está en la economía general, la productiva y el consumo privado.
Entonces es por ahí donde deben de atacar los bancos centrales y el BCE pero el problema como ustedes saben, es que el BCE no tiene en sus estatutos la posibilidad de acelerar inversiones, o activar proyectos, solo sirve para vigilar que no suba la inflación y para fabricar y controlar el euro, y los bancos centrales nacionales lo mismo, ahora lo que está pasando es que los capitales privados están sin posibilidades de inversiones y por eso se refugia y se esconde aunque tenga que pagar por ello.
Y esto es un círculo infernal porque si el dinero se esconde, no hay nuevos proyectos ni elementos que produzcan interés y beneficios para que el dinero salga al mercado, y así se crea el circulo, la solución a este estado de letargo general está producido en parte por la inquietud que produce a los inversores (y a todos) es la situación geopolítica mundial tan incierta y con tantos peligros que provocan miedo a todo el mundo, esto posiblemente no lo puede arreglar el capital pero si deberían arreglarlo los políticos, lo que no es posible que lo arreglen son los intereses negativos más bien todo lo contrario.
El dinero no aflorara de nuevo hasta que vea posibilidad de obtener beneficios, y el problema hoy, es que la iniciativa privada, generalmente el motor de la economía capitalista, está colapsada por la crisis que nos atacó desde el 2008 y que no se ha superado todavía y a la que además se le han añadido problemas de tipo social guerras terrorismo y todo junto, ha llevado a las economías mundiales a pararse y esconderse, el problema es que si las economías capitalistas y privadas no reaccionan, no es la solución asustarlos más cobrándoles por esconderse, todo lo contrario esto les da la razón de que su medida es la correcta, porque la economía mercantil y de mercado en su sano juicio paga por que le dejen dinero y al revés cobra por dejarlo, si esto se gira por completo es que ni hay economía libre de mercado ni se prevea que la haya.
Evidentemente ahora la solución es difícil porque desde luego ahora la solución no está en cambiar la situación por simple criterio de ley es decir el BCE podría subir los intereses y retribuir los depósitos cobrar por los préstamos y retribuir los instrumentos de deuda, Esto sin nada más, provocaría un efecto mayor de refugio del capital y una aversión superior al riesgo cierto, que el mundo económico percibe y que los bancos centrales y oficiales les confirman con su acción irracional.

Creo que la solución en este momento de la historia debe basarse en dos grandes acciones de carácter general y público, es decir por parte de los estados y las políticas de estado. La primera terminar con la inestabilidad en Siria y África implicándose si es necesario bélicamente hay que terminar con su inestabilidad porque es una acción estratégica tendente a desestabilizar las economías y políticas occidentales. Y la segunda acción es que hay que iniciar una reactivación de la reactividad industrial en general mediante la acción e iniciativa pública que arrastre a la inversión e industria privada, ningún capital privado se pondrá a invertir en estos momentos desde cero, pero si lo haría si se planificasen proyectos de infraestructuras nuevas, o de investigación y desarrollo que se iniciasen con dinero público. 

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