No hay más salida que la de afrontar
los problemas tal y como son, y no tal y como quisiéramos que fuesen, es
evidente que la situación en Europa es difícil pero no es ni extraña ni es
irresoluble, es simplemente molesta muy molesta, y parece mentira que esta
cualidad haga que los juicios políticos se desenfoquen de tal manera, que la
convierta en imposible de solucionar, y lo que es peor acabe con lo que
precisamente quieren evitar los políticos, el fin de la divisa única, el euro,
y con él la aventura de la Unión Europea.
Ya dije hace unos días que en mis análisis
de la situación, el final de la era euro está ya condenada a extinguirse, y que
lo que se está planificando ahora es la forma y en tiempo en que se llevara a término,
a día de hoy los bancos europeos siguen manteniendo prácticamente los 500 mil
millones de euros prestados por el BCE en depósitos a su libre disposición en
el propio BCE, esperando no se sabe qué, pero que yo auguro que es el efectivo
necesario para convertir en liquidez las nuevas o viejas divisas en las que se diluirá
el euro dentro de pocas semanas o como mucho meses.
Entre tanto se despeja esta indefinición,
vuelven a la carga los fantasmas de la quiebra griega, parece
que las opciones para Grecia se van agotando. Un portavoz del Gobierno ha
señalado que si el país no llega a un acuerdo con sus acreedores, tendrá que
abandonar la euro zona. Esta ha sido una advertencia inusual dentro del país,
que normalmente suele contar con apoyo interno para llevar a cabo medidas
drásticas.
Grecia vive una carrera contra reloj para llegar a un
acuerdo con la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y los tenedores
de bonos, sobre los detalles del plan de rescate antes de que se produzcan los
vencimientos de deuda del mes de marzo. Atenas y sus socios de la UE han
reiterado la posible salida del euro de Grecia, lo que hundiría al bloque en la
crisis aún más pronunciada, por lo que normalmente se evita hablar de este
posible escenario.
Quizás deberia de estar de acuerdo pero no lo estoy, verán
yo creo que lo peor no es pasar por lo peor, si no el no poder salir de lo peor,
que es lo que le ocurre a Grecia a Italia a España y a Portugal y como repercusión
inmediata al resto de la euro-zona, excepto Alemania y los paises satélites de
su economía, yo creo que es mucho mejor pasar tres años malísimos que 10 años malísimos
y al final llegar al mismo final, porque esta es la situación que proponen las
directrices europeas a estos países.
Quisiera descartar del análisis final a Grecia porque
su caso es realmente especial, ya que concurren unas tácticas fraudulentas para
conseguir introducirse en el euro grupo, que a mi entender justificaban
sobradamente que fuese abandonada a su suerte, pues es incuestionable que ha
sido la principal causa de haber sacado a la luz pública la falsedad de unión que aparentemente ofrecía el
euro.
Ahora bien, una vez los políticos y las políticas de
los países del euro se asustaron, y decidieron que la expulsión de esta economía
fraudulenta de la euro zona, podía indicar al mundo financiero que el euro no
era una moneda mágica, sino una moneda como otra cualquiera, y que el hundimiento
de una pequeña porción del pastel se llevaría por delante el pastel entero, deberían
haber actuado con celeridad tapando la herida entre todos y aquí se hubiese
terminado el asunto.
No se quiso hacer por motivos egoístas y de mal
entendido orgullo, y porque no decirlo por la avaricia económica por parte de
los países afectados, y todo por una ridiculez del 2% del PIB de la zona euro y
esto y no otra cosa, atrajo la desconfianza de los mercados sobre Europa su
moneda y sus deudas soberanas, y para que explicarles mas ya todos conocen la situación
cada día se complica más. Han habido golpes de estado civiles e incruentos, hay
la tiranía del eje que ha impuesto la dictadura democrática, un país se ha
desmarcado ya, no entro si con razón o no, y al final de estos casi tres años
de ir de mal en peor, la cosa acabara como no querían que terminase, el pastel
se deshará irremediablemente porque el miedo y la política de los votos a toda
costa, rompieron los huevos de la gallina de oro, y una vez rotos ya no se
puede hacer otra cosa que unos huevos revueltos.
En estas circunstancias dudo que haya posibilidad de
arreglo a la situación creada, fíjense que hoy hemos vuelto al punto de partida
de la espiral, es decir a la deuda griega que ahora ya se reconoce que es
impagable por parte de Grecia, y que después de los giros efectuados por la
espiral de recomendaciones y subvenciones y fondos de rescate y todo lo que
quieran estamos otra vez al punto de partida, eso si ahora hay más damnificados
ahora ya es mucho más difícil rescatar a Grecia y a todas las otras economías que
gracias a los titubeantes ejes de poder europeos, han perdido su confianza y la
potencialidad suficiente para salir reflotadas o al menos así me lo parece.
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