domingo, 3 de mayo de 2015

LA UE ESTA CEGADA POR UN ESPEJISMO PORQUE LE DA MIEDO LA REALIDAD


Toda la UE está deshaciéndose en unas incertidumbres económicas y sociales que se niega a querer ver es como si los primeros ministros de la euro zona estuviesen en medio de un desierto y en lugar de ver las arenas que los van a sepultar viesen un oasis maravilloso lleno de palmeras y un lago de agua dulce la situación empieza a ser alarmante y lo peor es que el oasis no se difumina porque cada vez lo necesitan más para sobrevivir pero la realidad es otra muy distinta no hay palmeras no hay agua no hay sombra solo hay un sol abrasador que nos va a quemar definitivamente.

Todos los gobiernos de la UE, están empeñados no en afrontar la realidad sino en negarla España además se presta a ser imagen de este espejismo que no existe yo no sé qué pretende la euro zona con seguir alabando la acción del gobierno de España, no puedo entender como un estado que cada vez tiene más desempleo, que es capaz de convertir la estadística de la ocupación por el trabajo por horas, en lugar de por trabajadores ocupados, que la deuda sigue subiendo mes a mes, que no se paran las imputaciones de actos de malversación de fondos públicos, de blanqueo de dinero, de abuso de poder, realizado por políticos, de probar judicialmente que existió una contabilidad B del partido en el gobierno. Y que los datos económicos están completamente trucados como en su día hizo Grecia con Goldman Sachs sigue como decía presentándose en Europa como ejemplo al menos es lo que nos dicen nuestros gobernantes.

Pero no termina con España el problema, el espejismo de los datos difundidos con antelación por el Ministerio italiano de Trabajo se ha roto: el 23 de abril el titular de la cartera Giuliano Poletti había anunciado unos datos preliminares que indicaban 92.000 nuevos contratos en marzo -el primer mes de la reforma laboral- con una subida de casi el 50% de los contratos a tiempo indefinido. Por aquel entonces, sin embargo, la oposición había alertado que para confirmar el entusiasmo del Gobierno había que esperar los datos definitivos de Istat, el instituto nacional de estadística.

Su llegada el pasado jueves cayó como un jarro de agua fría sobre el Ejecutivo de Matteo Renzi: la tasa de paro volvió a subir en marzo un 0,2 por ciento con respecto a febrero, mes en el que el dato ya había registrado un ligero aumento. Los datos de Istat muestran que la senda positiva de diciembre y enero, cuando el desempleo había empezado a bajar, se interrumpe. La tasa de paro ha llegado hasta el nivel del pasado noviembre, cuando todavía Italia parecía sumida en el túnel de la recesión. El dato italiano, es cierto, sigue siendo muy bajo con respeto al español, con un desempleo de 13 por ciento. Sin embargo los cálculos transalpinos son diferentes, ya que Roma sigue contando como empleados algunos trabajadores que cobran un subsidio provisional como consecuencia de expedientes de regulación de empleo es decir también hace trampas para estar en el oasis maravilloso.

De hecho la ley, llamada con el término inglés "Jobsact", no solo simplifica y abarata el despido (introduciendo en caso de despido improcedente, una indemnización, mientras anteriormente el trabajador podría pedir la reintegración en su puesto), sino prevé que las empresas no paguen cuotas a la seguridad social durante tres años por cada nuevo contrato a tiempo indefinido. Una medida que, en las intenciones del primer ministro, debería facilitar las nuevas contrataciones, sobre todo de jóvenes, gracias a las conversiones de contratos precarios en contratos más estables. Pero tampoco este objetivo se ha conseguido durante el primer mes de aplicación de la reforma: el desempleo juvenil en marzo subió 0,3 puntos, hasta llegar al 43,1 por ciento.

Paralelamente a estos desastres Grecia Italia y España, la población alemana es cada vez menos numerosa y cada vez más vieja. Un informe de la Oficina Federal de Estadística prevé que los 81 millones de habitantes que a día de hoy tiene Alemania aumenten ligeramente en los próximos cinco a siete años para después disminuir drásticamente. Así, en 2060 vivirán en el país de Ángela Merkel entre 68 y 73 millones de personas. El anterior pronóstico de 2009 había asumido que habría entre 65 y 70 millones de personas. Los nuevos cálculos, por tanto, indican que la población se contrae, pero lo hará a un ritmo más lento, y la causa de ello es la inmigración.

El envejecimiento de la población afecta a toda la Unión Europea. La esperanza de vida aumenta y la tasa de natalidad se reduce. En España, la población mayor de 65 años se doblará de aquí a 2050. Y la población que debería sufragar el pago de sus pensiones (entre 16 y 64 años) se reducirá. Según el Instituto Nacional de Estadística, si hoy por cada 100 personas en edad de trabajar hay 27,6 mayores de 64 años; en 2050, habrá casi 73. Los Gobiernos de casi toda Europa han reformado sus sistemas de pensiones. Italia, Francia, Portugal o Suecia han emprendido cambios para limitar la jubilación anticipada y retrasar la edad real de jubilación. Esto pone en duda la idea alemana de la inmigración porque es evidente que lo que no quiere Alemania es que emigren a ella viejos sino jóvenes pero como vemos en todos los países se terminan los jóvenes.

Solo hay una solución y esta solución pasa por no crecer si no hay posibilidad de mantener el crecimiento demográfico dentro de unos parámetros que políticos y sociedad deberían de estudiar conjuntamente no tienen derecho los políticos a decidir si a Alemania le hacen falta más habitantes o no esto es una cuestión de mucha importancia humana y social es indudable que si Alemania se llena de inmigrantes tarde o temprano dejara  de ser Alemania, alguien ha pensado en eso, las incoherencias de las soluciones que políticos y economistas pretenden aplicar o dar como actos de fe, son una auténtica aberración que pone en peligro la vida social y política de Europa.

Imaginémonos dentro de diez años y nos encontramos que Alemania tiene 90 millones de habitantes entre los cuales solo 50 son alemanes de una o dos generaciones, lo primero que uno piensa es si los otros cuarenta millones van a sentirse alemanes o no porque solo estarán allá para trabajar, no se a ustedes pero a mí esto me recuerda la situación del Egipto de los faraones y los judíos, los pocos alemanes serán pensionistas y ricos y los inmigrados los pobres trabajadores estarán construyendo sus monumentos funerarios, y como además estos trabajadores habrán vaciado sus naciones de origen estas serán unas naciones más muertas de lo que ya hoy lo están.

No ven que esto es insostenible, que estas ideas son lo que vengo diciendo un terrible espejismo que obnubila la razón y el sentido común. Alemania no necesita crecer más sino todo lo contrario, debe reducirse al nivel de una demografía lógica que los expertos deben estudiar y si les da miedo que sus fábricas se paren por falta de mano de obra, lo que tienen que hacer es trasladarlas a donde hacen faltan fábricas y sobra mano de obra, oigan la diferencia de coste de esta mano de obra en origen en relación a la alemana es tal, que permitiría hacer trabajar por ejemplo a los españoles, italianos, portugueses y griegos, con un salario normal para ellos y mantener los márgenes de beneficio bruto lo suficientemente amplios para mantener las pensiones alemanas, y esto estaría bien visto porque sería la forma de mantener y ampliar y equilibrar el consumo de la UE.

Pero lo que no se puede seguir pensando es que como Alemania va bien hay que mantenerla a toda costa, esto es una aberración porque solo es como digo un enorme espejismo, que además se difuminara en  unos pocos meses sino al tiempo.

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