miércoles, 4 de enero de 2012

QUIZAS NOS SALVEN LAS CAMPANAS DE GUERRA



Porque no, quizás la salida de la economía occidental está en librar una guerra contra las otras economías creyentes o no pero si unidas tácitamente para terminar con la supremacía mundial de occidente. Es un tema escabroso del que se huye comentar, es lógico nos da miedo puede ser de un efecto demoledor, provocar un enfrentamiento entre civilizaciones. Es decir todo lo contrario del farol que lanzo el ex presidente español Rodríguez Zapatero con su “alianza de civilizaciones”.

No obstante no hay más remedio que contemplar todas las posibilidades ya he mencionado varias veces que en mi opinión debe desmontarse la globalización de la economía y el comercio para volver al estado de competitividad natural aquel que pone a cada uno en su lugar por sus propias fuerzas y condiciones generales de vida de su sociedad y su quehacer común ya como nación individual o como unión de naciones afines y complementarias.

La globalización ha traído los peores males posibles a la humanidad moderna ha despertado la especulación sobre todo lo esencial y necesario para el desarrollo del ser humano. Hoy se especula con el hambre, con la vida de las personas aunque estén en servicio de ayuda a desasistidos, se usa el terror como nunca había sucedido, la amenaza sin consecuencia alguna, se ataca a niños mujeres y civiles desarmados, y finalmente se ha creado la sensación de que cada hombre o mujer tiene razón, su razón, y puede llevarla a cabo en contra de de todos los demás que no piensan como él en definitiva se han roto las libertades en aras del despotismo y el libertinaje.

Estamos realmente ante la mas cierta posibilidad de desatar una autentica hecatombe mundial porque no hay otra posibilidad dado el alto grado de poder que todos los actores que formamos parte del teatro del mundo nos hemos repartido unos a otros ahora cada cual quiere el papel de protagonista de la obra y esto no es posible mantenerlo, no quiero juzgar malos y buenos actores cada uno interpreta su papel como él lo entiende y no como quizás el autor lo escribió cosa por demás que tampoco sé ni siquiera si hay un autor y un guion escrito.

Lo que si se es que no puede continuar el ir y venir de protagonistas alzando su voz clamando su versión exigiendo su protagonismo avasallando a otros figurantes que a su vez también quieren interpretar su solo ante el escenario del mundo en que nos desenvolvemos. Así ha llegado la hora de empezar a poner el punto final a la obra de la  que todos somos protagonistas pero que no sabemos encontrar nuestro lugar y nuestro papel en el amplio escenario del teatro del mundo.

Quizás el final sea el final de sociedad occidental como vengo avisando desde hace tiempo y el arma para terminar con ella sea la economía emergente que nos aplasta por una simple cuestión de numero como también he expuesto más de una vez  sea como sea una de las armas más eficaces que se emplea contra nuestra economía es el petróleo la energía negra y vital para todos y quizás por ser negra y pegajosa oscurece la razón tanto de un lado como de otro insisto que no quiero aquí juzgar el bien o el mal como siempre todo tiene dos lados y para cada cual queda situarse en el lado en que se encuentre más reconocido y confortable.

Sea como sea año nuevo batalla nueva el 2011 nos trajo la deuda soberana y este todo apunta que será el petróleo otra vez y ya serán tres así que como dice el refrán a la tercera va la vencida, y porque no puede ser perfectamente así y esta vez si sea la que nos obligue a tomar las decisiones que nadie quiere tomar. Esta vez no obstante se dan todas las circunstancias apropiadas para tener que tomarlas la economía occidental no puede soportar más ataques  contra su estabilidad en la situación de recesión y desequilibrios financieros en que nos encontramos no podremos de ninguna manera hacer frente al ataque especulativo que representa para nuestra estabilidad económica el aumento desenfrenado y provocado de una energía desatada y fuera de nuestro dominio regulatorio, así que lo que está moviéndose en estos días por parte de los que por tener el petróleo quieren tener también la razón solo tiene una salida que no es precisamente la negociación si no la contraofensiva de una vez por todas, entre otros motivos porque detrás del petróleo empieza la amenaza atómica es decir si realmente alguna civilización o potencia domina las dos fuerzas más poderosas del mundo actual… ya sabemos cómo termina la historia.

El precio del crudo ha escalado posiciones como consecuencia, principalmente, de las tensiones iniciadas hace diez días entre Estados Unidos e Irán por las maniobras militares que el ejército del país islámico ha estado llevando a cabo en el Golfo Pérsico. El precio del barril de Brent llegó ayer a superar los 111 dólares por barril, mientras que el West Texas se llegó a pagar a 102 dólares. A pesar de que la demostración militar iraní terminó ayer, las autoridades del país no rebajaron el tono de sus amenazas y eso se está notando también en los mercados hoy: el Brent ha escalado por encima de los 112 dólares y el Texas se coloca en los 102,50 dólares.

El Gobierno de Mahmud Ahmadineyad ya avisó hace días de que cualquier ataque a Irán sería respondido de forma “aplastante”. Esa respuesta conllevaría el cierre del Estrecho de Ormuz, lugar de paso del 40% del petróleo que se consume en el mundo: por ese estrecho cuello de botella de 55 kilómetros de ancho que comunica el Golfo Pérsico con el Océano Indico se transportan 15 millones de barriles de petróleo cada día, según los datos que maneja la Administración para la Información Energética de Estados Unidos.

El impacto que tendría el cierre del Estrecho en el precio del petróleo sería dramático e incalculable; podría llegar a duplicar o incluso triplicar su valor, porque hay que tener en cuenta que el petróleo es insustituible todavía hoy en día, otro craso error de la sociedad que no se ha preocupado de sustituirlo por culpa de los intereses especulativos que el oro negro produce,

Las tensiones originadas a raíz de la llamada Primavera Árabe y los problemas de suministro que se originaron a causa de la guerra en Libia presionaron al alza el precio del petróleo en 2011. El Brent subió un 13,3% en relación al cierre del año anterior y se pagó a un promedio de 111 dólares por barril, según Reuters, eclipsando su récord anual de casi 100 dólares que alcanzó en 2008. El pico más alto lo registró el pasado 28 de abril, cuando rozó los 130 dólares, coincidiendo con los momentos más convulsos de la rebelión en Libia.

Este año que acaba de comenzar verá nacer en Irak una nueva terminal exportadora de la que el país espera sacar, cada día, 900.000 barriles diarios. Esta plataforma, que comenzará a funcionar el febrero, forma parte del programa iraquí para reactivar su industria petrolera. Pero en mi opinión esto no es garantía de nada porque si hay que hacer la guerra del petróleo caro yo tengo muy claro de qué lado se posicionara Irak. Con este panorama y estas amenazas, la Unión Europea ha alcanzado un acuerdo preliminar para prohibir las importaciones de petróleo iraní, aunque aún deben decidir cuándo entrará en vigencia el embargo petrolero, según han señalado este miércoles, diplomáticos del grupo.

Así que con este panorama he llegado a pensar que como no hay mal que por bien no venga quizás esta alta tensión sirva para algo más que fastidiar y ante la posibilidad de un mal mayor se corra para solucionar unos males menores para estar a punto por si se necesita estar verdaderamente unidos frente a un enemigo común que dicho sea de paso es lo que más une en el mundo.

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