La
política de reducción del déficit en España se demuestra que pone en peligro la
economía todavía más que el propio mantenimiento del déficit, existen diversas
razones para pensar que el ajuste fiscal en España será todo un desastre social
económico y político. De hecho, los expertos indican que aunque el gobierno
español y los ministros de Finanzas de la zona euro han flexibilizado un nuevo
objetivo fiscal, la implementación de este ajuste, empeora las perspectivas
sobre la economía de España durante los próximos años.
Es
decir, el nuevo objetivo de déficit fiscal, que deberá reducirse hasta el 5,3%
este año y hasta el 3% el año que viene podrían ser difíciles de alcanzar e
incluso destartalar aún más el contexto macroeconómico de nuestro país. No soy solo
yo el que les escribe casi cada día sobre lo mal que estamos haciendo las cosas,
quien opina de esta manera tan pesimista. Desde Bank of América, Merrill Lynch,
determinan varias razones que demuestran que el ajuste fiscal será un
importante desafío difícil de conseguir. "En primer lugar, el PIB probablemente se contraerá de forma
drástica, lo que implicará, naturalmente, la ampliación del
déficit".
El pinchazo
de la burbuja inmobiliaria, junto a la agudización de la crisis económica, está
dejando un importante agujero en las cuentas de las entidades financieras.
Según los últimos datos del Banco de España, la tasa de morosidad se elevó el
pasado mes de enero al 7,91%, la cota más alta desde noviembre de 1994. Se
trata de la décima subida consecutiva de este indicador, Un hecho que los
expertos no descartan que pueda volver a producirse en los próximos meses,
aunque matizan que todo dependerá de si la economía da alguna señal de
recuperación.
De momento,
las previsiones no son muy halagüeñas y van desde una caída del PIB del 1% que
augura la Comisión Europea hasta un descenso del 1,7% que vaticina el Fondo
Monetario Internacional para este año. A ello se suma una tasa de desempleo del
22,85% y expectativas de que ésta pueda llegar hasta el 24%.
El principal
lastre para nuestra economía aparte del déficit presupuestario, es la deuda
privada que mantiene en vilo a los bancos y cierra el grifo de créditos y
financiaciones, con lo que no hay forma de reactivación, ni manera de obtener más
ingresos provenientes de tributos e impuestos empresariales y de todo tipo. Son
los préstamos concedidos a promotores y empresas constructoras, cuyo volumen
ascendía a finales del año pasado a 396.772 millones de euros. Y de esta cifra
el 20,1% ya ha entrado en mora: 79.759 millones de euros. Esto supone cerca del
57% del total de préstamos impagados, cuyo valor se situaba en enero en 140.027
millones.
Los últimos
datos, además, reflejan muy a las claras que el grifo del crédito sigue
cerrado, con una caída del 0,72% en el último mes. El frenazo ha afectado sobre
todo a la financiación a las empresas relacionadas con la construcción, cuyo
volumen se sitúa en mínimos de los últimos años. De hecho, el crédito a
promotores inmobiliarios se cifraba a finales de diciembre en 298.267 millones
de euros, la cantidad más baja desde 2006, mientras que los préstamos a
constructoras se elevaban a 98.505 millones de euros, mínimo desde 2004. Otro
de los segmentos más afectados son los préstamos al consumo, cuyo volumen ha
bajado a niveles de 2003 con 37.686 millones.
También
el secretario del Tesoro de Estados
Unidos, Timothy Geithner, ha señalado que las causas de la crisis en España no
fueron motivadas solo por el despilfarro fiscal, sino por la pérdida de
competitividad y el alto nivel de endeudamiento del sector privado. En un
testimonio ante la Cámara de Representantes, Geithner ha señalado que en los casos de Irlanda y España, la crisis
sobrevino por la alta deuda del sector privado y la pérdida de competitividad
empresarial con respecto a Alemania. En la zona euro hubo un gran
aumento de los préstamos privados en el sistema bancario y la deuda en manos
del sector privado. Cuando la crisis golpeó y la confianza se erosionó, su
posición fiscal se deterioró rápidamente.
Los
análisis coinciden por todos los lados, no es el déficit la principal causa de
nuestros males pero en estos momentos desgraciadamente, es lo más fácil de
atacar, recortar es sencillo siempre, y las medidas tomadas por el gobierno de España
están impuestas por la UE para calmar los ánimos, para que parezca que se hace
algo, pero la verdad es que no solo no serán efectivas, sino que serán completamente
contraproducentes porque reducirán la actividad y los ingresos del estado y
estos déficits deberán complementarse con deuda.
Además
el cada vez más deteriorado índice de desempleo, producirá un aumento constante
de una sociedad subsidiada, esto acabara con toda posibilidad de ahorro privado
y junto a la inexistencia de industria manufacturera y la muerte total de la
inmobiliaria, España no conseguirá paliar tampoco el gran problema que se nos
oculta la deuda del sector privado, este panorama es el que nos tienen que
arreglar el Ministro de Economía y el Presidente del Gobierno, y este arreglo
no pasa solamente por los recortes del Ministerios de Hacienda.
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