Si en todos los países de la Unión Europea, sobre todo
en la zona euro, hay cada vez más problemas económicos, menos en uno, está claro
el equivocado es este, no los demás, esto que
parece una tontería filosófica, es una verdad incuestionable, cuando un
conjunto de cosas homogéneas, presentan una uniformidad de comportamiento y una
de ellas no la sigue, lo que se considera fuera de la normalidad es
precisamente el elemento incumplidor, nunca a los elementos que cumplen la
homogeneidad, y esto es lo que a Europa la está arrastrando al desconcierto y a
la ineficacia sobre el tratamiento corrector que pretende dar a su economía
global.
Europa está empeorando cada vez más, sin conseguir
enderezar su economía y no solo eso, sino que cuando se dé cuenta, llegara ya
tarde para rectificar su camino hacia la recesión más fuerte que el mundo
occidental haya conocido, el porqué de esta deriva, está en la explicación expuesta
en el párrafo anterior, Europa ha tomado la dirección equivocada al querer
corregir todas la economías de la zona euro, de acuerdo a la economía situada
fuera de la uniformidad global, cuando lo lógico es comprender que hay que
arreglar los problemas de acuerdo a las circunstancias homogéneas de la globalidad
de sus economías y no a la excepción .
Lo peor del caso, es que pronto quedara al descubierto la imposibilidad
de aportar soluciones de las medidas actuales, sobre los problemas de depreciación
de las economías europeas, porque la tozuda realidad empieza a afectar a
Alemania haciéndola cada vez mas victima de su propio éxito mal entendido,
porque no es un éxito, el que Alemania se convierta en una isla en medio de un
mar de deudas, déficits, y recesión.
Los bajos tipos de interés en Europa, que todavía son excesivos para
muchas economías, contribuyen a un alza de los precios de las viviendas en
Alemania, un nuevo desafío en la lucha de la zona euro para recuperar la buena
salud económica. Las señales
de un auge en los precios de los bienes raíces en partes de Alemania se han
convertido en un dolor de cabeza para el Banco Central Europeo, que en los
últimos dos años, ha tenido problemas para adoptar una postura única respecto a
los tipos de interés, y ser un respaldo a los bancos de países tan dispares
como la deprimida Grecia y la todopoderosa Alemania.
Aunque buena
parte de la zona euro lucha contra sus altos niveles de deuda, la recesión, y
burbujas crediticias, Alemania la mayor economía del bloque, afronta un
problema diferente: un excesivo acopio de capitales que se refugian en su economía
comprando o pagando incluso por su deuda, y no lo duden ahogando su capacidad
de estabilización de precios por los excedentes de sus balanzas comerciales y
financieras, los grandes capitales mundiales van a dirigirse sin reparo al
exclusivo mercado alemán, y eso no puede soportarlo una economía dentro de una economía
mayor que gira al contrario de ella, Alemania no puede subir sus intereses para
frenar el asalto de capitales porque arruinaría todavía más su entorno.
Los bajos
tipos de interés y los préstamos baratos del BCE a los bancos han despertado el
nunca atractivo mercado alemán de bienes raíces. Los precios de los inmuebles
han subido 5% en los últimos 12 meses, el doble que la inflación. En los
pequeños pueblos los precios no han trepado con igual fuerza, pero en ciertos
vecindarios de Berlín y algunas otras ciudades los precios han aumentado a un
ritmo de dos dígitos respecto al mismo lapso del año previo.
Después del
estallido de la crisis de la deuda, la política monetaria del BCE se ha
orientado principalmente a proteger a los países en la periferia del bloque,
como España e Italia. Alemania se benefició de tipos de interés históricamente
bajos, lo que catapultó la inversión de las empresas, y de la debilidad del
euro producto de las políticas de estímulo del banco central, lo que benefició
a las exportaciones germanas. La
economía alemana creció el 3% anual o más en los últimos dos años,
mientras su entorno se hundía sin remisión. Pero no solo saltará el problema de
una burbuja inmobiliaria en Alemania, es que de seguir así, Alemania tendrá problemas
para exportar a su mercado natural que es la Unión Europea, por la
imposibilidad de este a adquirir bienes de consumo y duraderos, ya que se
encontrara en una situación de contención de gastos por encontrarse en una recesión
absoluta.
Las directrices
económicas de la euro zona no funcionan, el camino no es restringir los gastos
y las deudas, es precisamente lo contrario, pero eso sí, redirigirlos para ser
totalmente eficaces y no a utilizarlos como elementos de subvenciones, ayudas,
y malversaciones de todo tipo. Europa se ha gastado cantidades ingentes de
euros proporcionando ayudas a la pesca, a la agricultura, en las erróneas tasas
de compensaciones, lo que ha ocasionado auténticos mercados especializados en
la desviación de fondos estructurales sin efecto promotor alguno, capitales
pagados por no hacer leche, por no hacer productos agrarios, por no hacer acero,
por no pescar, en una palabra, por no trabajar por decrecer en lugar de crecer,
es absurdo verdad, ahora nos damos cuenta, y lo peor de ello es que estos
capitales muchos muchísimos están invertidos en productos financieros alemanes.
De esto Europa
no dice nada, y no solo eso sino que sigue en la misma dirección ahora llevando
su pecado hacia las economías de nueva asociación, a las que levantará erróneamente, hasta que ocurra como a las
actuales, que cuando se den cuenta estarán por encima de sus posibilidades,
todo porque Europa no se da cuenta que no es una uniformidad de gobierno, de
intereses, y de economía, verdaderamente comunitaria
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