Es una mala
jugada lo que nos está pasando, se desmorona el Estado del Bienestar , estado
que por cierto no existe en ninguna parte y sin embargo todos lo soñamos , lo
que está pasando es que no podemos sostener nuestro tren de vida, tal y como lo
habíamos elevado hasta hace nada dos años. Todos tienen la culpa es cierto, los
bancos por su ambición, los políticos por su falta de visión de futuro y
negligencia, y la sociedad por cerrar los ojos, hasta que nos los han abierto a
tortazos.
Y ahora que,
no basta con criticar esto, aquello, aquel o el otro, lo que hay que hacer es
estudiar qué ha pasado aprender de los errores, y poner en marcha proyectos rápidos, tanto de
tipo productivos como tecnológicos, pero fundamentalmente ahora, en España con
una gran carga de producción industrial y de ocupación de mano de obra.
Lo que ha
pasado es sencillo de analizar, creo que me he referido casi ya monótonamente,
la economía clásica la real la construida sobre el valor añadido, ha muerto. El
porqué muy sencillo también, se cambio la economía de mercado, la tradicional
basada en los valores tangibles, las empresas, la fabricación, los productos de
consumo, etc. Por la ingeniería financiera, técnica esta, que no consolida
valor alguno, solo crea burbujas de humo ya que es lo que se comercializa,
humo, azar, juego, lotería económica, esto no crea riqueza ni se sostiene por
mucho tiempo, porque los timados (si digo bien) los timados, más tarde o más
temprano se dan cuenta y rompen la baraja. Sin en cambio, los timadores no se
lo creen y no se dan cuenta hasta que es demasiado tarde. Es curioso porque se
nos advirtió de este hecho cuando se creó y exploto la burbuja tecnológica allá
por el 1997 al 2001 recuerdan ustedes a TERRA por ejemplo.
Por qué ha
pasado otra vez solo seis años más tarde, pues porque desgraciadamente aquella
primera explosión de una riqueza ficticia, abrió un hueco por el que se coló la
forma de ganar dinero de forma fácil que nadie quiso dejar de lado, se pensó que
ya se había aprendido la experiencia y además, se tenían que reponer las
perdidas rápidamente, así que los ingenieros en economía y finanzas empezaron a
inventarse una economía inexistente, completamente ficticia, llena de especulación
y de apuntes en los debes y en el haber de los libros de cuentas, pero sin nada
que tocar ni que fabricar, la burbuja tecnológica había causado mucho más daño
de lo deseado, había enseñado que era fácil y lucrativo vender humo.
Paralelamente
las sociedades integrantes del denominado tercer mundo habían comprendido que
el camino a seguir era el que había llevado a occidente a su situación de
privilegio y empezaron los problemas, primero fue la consigna de emigrar de
enviar sus excedentes de población hacia el dorado occidente, después copiar
copiarlo todo y reproducirlo, primero mal pero muy barato, para que la rica
clase occidental lo consumiera a borbotones, y esta fue la trampa que no
supimos ver.
No nos dimos
cuenta que el tercer mundo se puso a fabricar, no solo para su consumo interno que
de momento no existía, sino para occidente y con la excusa de que allí se vivía
muy mal, enviaba mas y mas mano de obra hacia nuestro mundo, el error fue que
aceptábamos esta mano de obra y la convertíamos en una mano de obra cara muy
cara, y porque les teníamos que formar y luego de retribuir según las leyes
laborales del primer mundo, y además los teníamos que equipar y adaptar con
casas y derechos que no tenían en sus orígenes, con lo que los costes de producir
en occidente subían y subían sin parar hasta hacerlos antieconómicos.
Cuando la potencialidad
del nuevo mundo industrial, China, Asia en común, la India, Brasil, etc. ya estaba
a pleno funcionamiento, nos ofreció la alternativa trampa, si no queréis que
vengan nuestros pobrecitos y desvalidos habitantes, traernos vuestras
producciones aquí, y nosotros las fabricaremos, no a mitad de precio no, a una
cuarta parte y no veáis lo que ganareis pues lo podréis vender al mismo precio
actual en vuestros estados del bien estar. Quien se resiste a esto, la ambición
natural del hombre de negocios, y la cortedad de los políticos que no
contemplan nunca nada más que el día a día, y están más preocupados por su
sillón y sus votos, que por la sociedad, cayeron de cuatro patas.
Creo que ya
saben el final, la industria se deslocalizó, pero los capitales y las economías
consumistas que habíamos creado en base a la comercialización de productos
manufacturados no podían parar, y se inventaron productos financieros sin
sostén alguno, basados en gran manera en
estructuras piramidales, que curiosamente están consideradas una estafa, es
aquello de que una deuda paga otra deuda y ya estamos aquí en la crisis del
2010.
Y ahora que
hacemos, primero apechugar por imbéciles, esto ya lo estamos haciendo, bajarnos
los humos y el bienestar, porque no lo podemos pagar, esto también nos ha
tocado ya, y seguidamente recomponer la industria en nuestros países, y esto no
lo estamos haciéndolo y hay que empezar cueste lo que cueste, hay que volver a
hacer barcos en Europa, ha hacer televisiones en Europa, con marca europea,
volver a hacer motocicletas europeas en Europa, volver a hacer acero en Europa,
en una palabra fabricar y fabricar aquí y consumir lo fabricado aquí, y como
seguro lo haremos mejor volveremos a exportar y comercializar cosas y no humo y
la economía volverá a ser la de verdad la que se sostiene en base al valor
añadido de la producción industrial y técnica de la sociedad trabajadora.
Paralelamente
hay que potenciar y dar el gran salto en la tecnología más avanzada que
podamos, pero lo que no podemos hacer ahora, es esperar solo a depender de las
nuevas tecnologías por dos motivos, pueden llevar mucho tiempo, tiempo que no tenemos y las nuevas tecnologías ocupan
a mucha menos gente.
Una actuación
coordinada así, no nos debe preocupar en
el sentido de lo que harán los chinos, indios o Brasileños, son tantos en sus
propias sociedades, que podrán crecer a ritmos más normales, y seguir fabricando
y empleando a sus sociedades, y consumir por si mismos lo que ellos fabriquen y
ser autosuficientes económicamente hablando. Además en ningún caso digo de que
desaparezca el comercio internacional siempre deberá y habrá cosas que unos
tendremos y otros no, que serán motivo de compra y venta y que harán que las balanzas
comerciales se equilibren lo máximo posible.
No se rían de mi ahora es un poco
para destensar el tema, pero yo aconsejaría, mejor dicho prohibiría, a las
empresas europeas, llevar a fabricar nada fuera del continente, y a los
consumidores europeos comprar nada no fabricado en Europa. Si sale más caro
mala suerte espabilemos, siendo más productivos, trabajando más y cobrando
menos hasta nuevo aviso. Porque seguir jugando a la ruleta financiera, nos
llevara de cabeza a la tercera guerra mundial, yo les aseguro que la sociedad
tiene un límite y cuando se dé cuenta de que no tiene más que perder, pues eso
la Bastilla se quedara pequeña.
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