El encarnizado e incoherente debate
que de forma pública mantienen los líderes europeos, sobre la forma de poner
fin a la crisis que azota a la región, abre interrogantes sobre el futuro que
le espera a la Unión Europea. Las proyecciones más optimistas no descartan
huelgas y revueltas sociales por doquier, las más pesimistas la tercera gran
guerra, (librada esta vez sin armas convencionales) y hasta la implantación de nuevas dictaduras, como
consecuencia del hartazgo de unas democracias obsoletas, que nos llevan a la
ruina moral y económica tras siglos de lucha social.
Francamente, me gustaría que no fuese
así ni mucho menos, sino todo lo contrario, pero no hay otra salida. Las
revueltas, las guerras económicas entre países, e incluso porque no, la tercera guerra mundial, según las
circunstancias político-económicas del resto del planeta, sucederán si no se
rompe la actual configuración de la Unión Europea. Creo que definitivamente debe
tomarse la decisión de desmontar la Unión para reorganizar las nuevas políticas
y las economías en paz. Hecho que no sucederá si se continúa negando la
evidencia del fracaso europeísta actual.
Solo si esta rotura no se materializa
coordinadamente, y sin acusaciones de culpa de unos a otros, se podrá
recomponer la situación, de lo contrario pasarán dos cosas: que salga una
Dictadura Democrática, (es decir una democracia impuesta por ejemplo por Alemania)
que aglutine a Europa por la fuerza, o que se vuelva a la situación geoeconómica,
y política de 1950. Eso si después de una guerra de podríamos llamarla de
“secesión económica” entre algunas naciones europeas, que previamente se habrán
acusado de ser las culpables del fiasco.
Este hecho es el que no logro
entender, no sé porque se tiene la sensación que un fracaso de la unión
monetaria y el euro en sí, sería el fin de Europa. Una Europa que ha pasado por
diversas civilizaciones, guerras, con periodos históricos que han marcado a toda
la civilización occidental, y aquí esta
es indestructible. Solo las cosas creadas por los humanos, son como son
y suceden unas veces bien y otras mal. La Europa del Euro, tal y como se ha
desarrollado es un claro fracaso, bien pues no insistamos en ello, démosle
carpetazo y aprendamos para un futuro más o menos lejano, porque al final,
Europa llegara a encontrar un sistema que la una, y este sistema yo vaticino
que no es otro que la perdida de las nacionalidades y la creación de un estado
federal.
Intento por mi parte denunciar a la
sociedad que me lea, que no hay que alarmarse por poner soluciones a las cosas,
si no por todo lo contrario, piensen por favor en cosas humanas para entender
lo que pasa. Tenemos un enfermo que por descuido o por someterlo a demasiado
esfuerzo, ha caído descontrolado en estado crítico en la UVI, está en coma, y
los médicos no encuentran la solución a sus males, todo lo que le recetan no da
resultado, el enfermo se debilita día tras día, y la familia se pone ya en lo
peor, todos actúan convencidos de que el enfermo se muere, o no tengo razón,
miren si no.
Los bancos
comerciales de la zona euro depositaron este lunes en el Banco Central Europeo
(BCE) casi un billón de euros, la cifra más alta jamás registrada desde la creación
del BCE, según reflejan los datos de la entidad emisora de la eurozona. La
facilidad de depósito del BCE remunera el dinero depositado diariamente por los
bancos de la eurozona muy por debajo del precio que pagan por obtenerlo del
mismo banco, lo que constata una creciente desconfianza entre estas
instituciones, que optan por la mayor seguridad del banco central, en vez de mantenerlos
ellos mismos y obtener un mayor rendimiento. Dicho de otro modo, parte de la
familia ve que el enfermo no se recuperará, y con su más que posible
fallecimiento se tendrán que separar las familias, y cuando esto ocurra, las
rencillas y los reproches serán enormes así que mejor no dejarse dinero entre
ellos, porque cuando fallezca el cabeza de familia esto será Troya
Entre tanto
los inoperantes médicos del paciente, quieren insistir en nuevos tratamientos, para
conformar una respuesta común ante la crisis económica global, agravada en el
último mes por la entrada en parada total de la economía, que genera la ya declarada y temida recesión,
y las tensiones en los mercados de deuda, donde no se consigue detener la hemorragia
de la arteria Griega, que ha ocasionado ya perdidas de movilidad a otros órganos
vitales como son España e Italia, lo que quiere decir que de no reactivarlos, tendrán
que ser amputados como partes infectadas o dañadas, a ver si así el resto del
paciente obtiene mejoría o no.
El último
intento es ir haciendo análisis de los órganos y miembros del enfermo, para
diagnosticar si puede sobrevivir a una crisis que afecta a Grecia, Portugal,
Irlanda, España e Italia. Pero la euro zona
no cuenta con suficientes recursos clínicos ni financieros para acudir al
rescate. Traducción: el hígado no funciona los pulmones están inundados, el
estomago esta ulceroso, el corazón está en fibrilación. Por el amor de Dios
déjenlo morir en paz.
No se
puede seguir manteniendo que la más que posible quiebra de Grecia sea
desordenada, llevamos años ordenándola, pagando miles de millones de euros para
sostener la situación para calibrar las perdidas y las estrategias, tanto
tiempo y estrategias, que al final nos hemos perdido en un laberinto que no nos
lleva a ninguna parte, ni sabemos salir de él. Grecia está
quebrada ya hace meses y ahora estan intentando planificar el pago a los acreedores
tras la quiebra o suspensión de pagos como quieran, que repito de facto ya ha
sucedido.
El problema
es que con tanto planificar, con tanto disimular, la economía se paro hace ya más
de tres años, y esto muchos países no lo han podido aguantar, ya puestos en la
realidad, debemos asumirla, y o bien Europa o bien los países afectados deben
tomar una decisión final, si no lo hacen no nos preocupemos tampoco demasiado,
alguien la tomara por todos nosotros, ahora bien, luego no nos quejemos que no
nos gusta la decisión, nosotros nos la habremos buscado.
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