El banco central de Rusia ha suspendido este miércoles
las compras de divisas extranjeras para reponer las reservas internacionales en
el país después de la caída anotada por el rublo en los últimos días. Así, en
las pasadas cinco sesiones la divisa rusa se deja un 3,3%, caídas que amplía
hasta el 6% en lo que va de mes. Con este descensos el rublo regresa a su nivel
más bajo de desde marzo y se cambia a 59,76 rublos por dólar. Las razones de estas
caídas hay que buscarla en la volatilidad de la Bolsa china y los rumores que
apuntan a una subida de los tipos de interés en EE UU y Reino Unido.
Es que Putin no da una a derechas se pelea con
occidente (Europa y los EE.UU.) y como amenaza anuncia que se inclina hacia
china donde contrata un pedido de gas que será la salvación de la economía rusa,
sigue haciendo planes de modernizar el ejército ruso y como siempre Rusia se
equivoca. La economía china se para, la bolsa china se hunde y el rublo se va detrás
con lo que le será difícil a Putin remodelar su ejército para darnos miedo ya
lo advertí el problema ruso es la desconfianza en Europa y en su propia fuerza
como mercado de consumo y no actuando como agresor como pretende hacerse valer Putin.
El Banco de Rusia ha detenido el 28 de julio las
operaciones en el marco de la reposición de las reservas internacionales,
debido al incremento de la volatilidad en el mercado de moneda nacional, así Rusia
tratará de minimizar el impacto de las operaciones para reponer las reservas
internacionales en el mercado de divisas, según recoge Bloomberg, el banco de
Rusia informó de que el martes la institución redujo el volumen de compras a
160 millones de dólares, frente a los 200 millones que adquiría desde mediados
de mayo.
El Banco Central de Rusia reanudó las compras de
divisas a mediados de mayo para incrementar gradualmente el nivel de reservas
hasta los 500.000 millones de dólares en los próximos tres o cinco años. Desde
entonces, la institución se ha hecho con 10.000 millones de dólares en divisas,
según recoge Bloomberg. Las reservas internacionales del Banco de Rusia
ascendían hasta el pasado 17 de julio a 358.200 millones de dólares (325.636
millones de euros), un 7,2% menos que al principio de 2015 y un 24,2% menos que
un año antes. Hay que suponer que estas caídas son ventas para sostener el
rublo
Pero la volatilidad que vive el rublo en las últimas
semanas no es un caso aparte. Las caídas anotadas por la divisa rusa se replican
en otras monedas como el peso colombiano, que cede un 9,4%, el real brasileño
(-7%), el peso chileno (-4%) o el peso mexicano (-3,5%). Esto es un efecto
esperado dada la seguridad en los mercados internacionales que la FED subirá el
coste del dinero en los EEUU en el último trimestre de este 2015 con lo que
todos los países más endeudados en dólares sufrirán un encarecimiento de sus
deudas
Pero en Rusia las cosas van más allá a estos movimientos de divisas se unen
las sanciones por sus acciones en Crimea y Ucrania, hasta tal punto ha llegado
el problema que el presidente Vladímir
Putin, ha decretado este miércoles la destrucción de los productos perecederos
occidentales que entren al país incumpliendo la prohibición vigente de
importarlos, en un paso que acerca un poco más a la economía euroasiática a la
autarquía.
La medida afectará a los alimentos procedentes de los países que decretaron
en su momento sanciones económicas contra empresas y ciudadanos rusos, como es
el caso de EEUU y de todos los miembros de la Unión Europea. El objetivo de
esta medida es desalentar el contrabando de alimentos europeos en territorio
ruso a través de países como Bielorrusia, lo que ha sido denunciado en
numerosas ocasiones por la prensa local.
Precisamente por ello, Rusia se vio obligada a suspender la entrada de contenedores
procedentes del país vecino: usando las etiquetas bielorrusas llegaban al
mercado nacional productos como ostras o mejillones... cuando Bielorrusia ni
siquiera tiene mar. La iniciativa de destruir los productos perecederos
occidentales pertenece al ministro de Agricultura, Alexandr Tkachov, lo que
coloca a las frutas y verduras al mismo nivel que otros artículos de
contrabando destinados a ser destruidos como por ejemplo las drogas.
Algunos medios Rusos ya han criticado la medida, al considerar que sería
mucho más práctico vender esos productos a bajo coste para ayudar a las capas
más desfavorecidas de la sociedad rusa, cuyos ingresos se han visto reducidos
debido a la actual recesión. Otros propusieron enviar esos productos a orfanatos
o a las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk afectadas por la guerra, donde
mucha gente sobrevive sólo gracias a la ayuda humanitaria. Pese a ello, el
gobierno ruso ha desoído todas las propuestas, y los alimentos comenzarán a ser
destruidos a partir del 6 de agosto.
Ya lo saben en Rusia solo se comerá y se pagara con productos originales
rusos veremos cuando llegue el invierno como les ira a los millones de rusos
que soportan una vida muy dura en las heladas tierras de la inmensa Rusia. Es muy
lamentable eta situación es la segunda vez que les pasa ocurrió con el famoso telón
de acero y la guerra fría y ahora después
de una época en que parecía que la sensatez política rusa se imponía en sus
relaciones internacionales sale Putin y dicta otra vez la tiranía más absoluta
y absurda lo peor es que solo la sufre el pueblo, porque Putin y sus oligarcas seguirán
vendiendo gas y petróleo y comprando mansiones en Europa.
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