Hoy he leído
con cierto interés un artículo publicado en La Vanguardia de Barcelona y que se
refiere a la política británica ustedes se preguntaran que tiene que ver esto
con el proceso de independencia de Catalunya pues ya verán que muchísimo. El citado
artículo empieza diciendo: La política británica necesita las vacaciones
de verano como agua de mayo.
Al parecer
la necesidad de vacaciones es porque el ambiente político, dos meses después de
las elecciones generales que dieron a David Cameron una mayoría
absoluta, está cada vez más enrarecido. El Gobierno central no ha tardado en
tomar represalias contra Escocia por votar masivamente al
independentista SNP, y ha descartado la extensión a Edimburgo y Glasgow
de un tren de alta velocidad que sería fundamental para el desarrollo económico
de ese país.
Les suena de
algo esta actitud de revancha, díganme la verdad, no es la misma que antepone
el gobierno español ante las necesidades y peticiones de Catalunya, yo diría que
sí. El frenazo a la línea de alta velocidad (como hizo Madrid con el AVE y el
corredor del Mediterráneo) es sólo una pequeña parte de la campaña de acoso y
derribo contra el soberanismo escocés. Esto para mí me da la oportunidad de decir
que las naciones oficiales establecidas hoy en día en pleno siglo 21, son o
siguen siendo absolutamente imperativas y no aceptan discutir su poder que al
parecer, lo consideran ganado en buena lid por las guerras y conquistas de
antaño.
Tanto que
desde Catalunya alabamos a la Gran Bretaña porque allá el gobierno de Cameron
dejaba hacer el referéndum escoces, frente a la negativa obstruccionista y
abusiva del gobierno del PP en España, que negaba una y otra vez esta
posibilidad a Catalunya, pues ya vemos que aquello era puramente una maniobra electoral.
Londres ofreció todo lo que los
escoceses pedían, hasta el referéndum, y claro los escoceses dijeron NO, para
que correr aventuras políticas y económicas si Londres nos considera y nos da
lo que necesitamos…. Al final ya ven lo que está pasando los escoceses perdieron su oportunidad y ahora
están perdiendo sus beneficios.
Nosotros los
independentistas catalanes tenemos que tomar nota de esto, la independencia es
algo que los gobiernos que ejercen el dominio sobre el que quiere ser independiente
lo consideran antidemocrático, cuando es una acción que se fundamenta en la
democracia más antigua, o no nos acordamos de las guerras por la libertad y la
independencia de todos y cada uno de los países vigentes hoy en día en el mundo occidental, es que no hay uno solo
que no provenga de un acto de independencia ni uno solo repito, luego que pasa,
es que este derecho se acabó.
Donde estaría
ahora por ejemplo España si no hubiese hecho la guerra de la independencia con Francia
y los EEUU de Inglaterra y más recientemente las independencias de las ex repúblicas
soviéticas, la independencia es un hecho natural que emana de cualquier grupo
de gentes que sienten una necesidad de actuar según sus impulsos y sus
intereses, sin sentirse condicionados por los intereses de otros, ya sean más
grandes o más fuertes, o que hayan vivido en unidad durante mas o menos tiempo,
está claro que la unidad no se puede imponer, solo se debe mantener mientras
los intereses de todos no choquen entre sí, si esto ocurre debe de haber una salida,
a ser posible en el siglo 21 negociada y sin violencia por ninguna de las dos
partes.
Y cuando me
refiero a la violencia me refiero a todas las clases de violencia, no solo la bélica
sino la política y la imposición de la legalidad de uno sobre el otro, porque usar
esta legalidad como hace España contra Catalunya, no es ejercer ningún derecho es
coacción. La independencia es una acción que suena mal por lo que ha venido
significando desde la antigüedad, independencia ha sido siempre sinónimo de guerra,
hasta que se deshizo el telón de acero y se demostró que la independencia es un
estado que se puede perder y restablecer con el solo hecho de ser devuelto por
quien antes te lo quitó.
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