La alcaldesa
de Madrid, Manuela Carmena, afirmó tajantemente este jueves que bajo su
mandato no habrá suspensión alguna de licencias a negocios turísticos.
"De moratoria nada; de turismo, todo", dijo. La regidora a la que
sustenta el grupo de Ahora Madrid, participado por Podemos, respondió así al
interrogante de un consejero del hotel Ritz de la capital española que estaba
presente en un desayuno celebrado allí bajo patrocinio del foro Nueva Economía.
El consejero
había justificado su pregunta sobre una hipotética moratoria en "la
necesidad del sector de que no se creen incertidumbres como las creadas en
alguna ciudad de mucho peso", en clara alusión a Barcelona. Otros
invitados y periodistas preguntaron directamente en relación con las decisiones
llenas de un estúpido y revanchismo callejero por parte de Ada Colau de en esta materia.
Carmena
insistió en que, lejos de moratoria alguna en el turismo, "lo que queremos
es relanzarlo". Reveló que en una reciente reunión con la Confederación
Empresarial de Madrid (Ceim), acordó organizar próximas reuniones para hacer
"tormentas de ideas" a fin de mejorar y dinamizar el sector en la
ciudad. Y además dijo que “necesitamos toda la iniciativa de las empresas
privadas”
La máxima
autoridad de la urbe madrileña relato cómo hace unos días se presentó en la
ventanilla del Ayuntamiento dedicada al turismo. "Me dieron una
información muy pobre. Me sentí tan mal…", lamentó. Y anunció mejoras
tanto en esa información como en la extensión de la oferta turística más allá
de la llamada "almendra" de los museos. "Vamos a hacer una
ciudad entera de museo", afirmó.
Mientras
en Barcelona echar el freno de mano para parar en seco y decidir hacia dónde
seguir el camino se ha convertido en un comodín recurrente para el nuevo equipo
de gobierno de Ada Colau. La actitud reflexiva es interpretada por muchos
como una paralización en la gestión de la ciudad. Si primero fueron las
licencias de alojamiento, ahora es el plan especial para reordenar y
reconducir la Rambla el que se queda en el dique seco.
La
diferencia es muy clara en un lado hay una alcaldesa con unos fundamentos con
una base cultural extraordinaria y en el otro lado hay una persona que su educación
deja mucho que desear y jamás podrá asumir unas responsabilidades y unas
acciones que están fuera de su nivel de incompetencia, y no solo me refiero a
la Colau sino a todo su equipo que como sabemos los ha recogido de entre los “políticos
callejeros” que su experiencia es haberla acompañado en las guerrillas contra
los desahucios y me temo que esto siendo muy de alabar es poco bagaje para
gobernar.
Espero
que pronto los partidos que han consentido que el gobierno de la ciudad de Barcelona
caiga en la vulgaridad y el enchufismo de amigos de lucha y de cama, empiecen a
plantear como cambiar esta situación porque si tal como van las cosas, perdemos
la posibilidad de conseguir la independencia y además destrozamos el nombre de Barcelona,
ya me dirán ustedes que va a quedar de Catalunya
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