La inestabilidad
política en que está sumida España la
hace cada vez más insegura de cara a las inversiones extranjeras lo curioso del
caso es que el ya finito gobierno del PP va diciendo y repitiendo a los
españoles que es Catalunya la que desestabiliza España pero el caso es que es a
la inversa es España la que no sabe tranquilizar a los mercados respecto a cómo
acabara el proceso ya casi inevitable de la segregación de Catalunya y esto si
causa inestabilidad en España.
Pero el
gobierno de Madrid sigue ciego y sigue pensando que es Catalunya la que esta
inestable cuando los daros macroeconómicos dicen lo contrario La inestabilidad
política en la que está sumida España desde que Artur Mas inició el proceso
soberanista propició la salida en tromba de los empresarios y en especial del
Gobierno de Madrid, alertando sobre el impacto que esto podría tener en la
recepción de inversión extranjera y en el intercambio de bienes sobre todo en Catalunya
que según ellos es la que está causando la inestabilidad.
Las
estadísticas revelan todo lo contrario: la inversión extranjera bruta recibida
rompió la tendencia bajista de los últimos años y se duplicó desde los 4.921
hasta los 8.533 millones en el primer semestre de 2015. La inversión productiva
en Cataluña crece porque nadie ve ningún problema económico en el supuesto
hecho de que se consuma una secesión.
Los inversores consideran que el escenario secesionista de una independencia de España no altera la economía productiva catalana
porque está perfectamente dimensionada y en marcha recordemos que el desempleo
en Catalunya está ya en el 17% cinco
puntos menos que el promedio español.
Un
proceso similar ha ocurrido en el caso de los intercambios comerciales. Ni las
exportaciones a otras regiones ni a otros países se han visto perjudicadas por
el escenario de posible independencia. Así se puede constatar en el último
informe elaborado por el Centro de Predicción Económica (Ceprede), que analiza
tanto la evolución de las ventas al exterior como a otras comunidades
autónomas.
Las
ventas a otras regiones escalaron un 1,3% en la primera mitad de 2015, con lo
que se ha logrado romper la tendencia a la baja registrada en los tres últimos
ejercicios. Desde el techo alcanzado en 2011 (20.755 millones), el comercio
interregional había caído con fuerza hasta tocar suelo en 2014, en el que llegó
a 19.059 millones de euros. Esa tendencia bajista se ha corregido en el primer
semestre de este año hasta llegar a 19.320 millones, lo que representa volver a
los niveles registrados en 2012.
El
ranking de socios comerciales de Cataluña elaborado por Ceprede revela la
importancia de las economías con mayor cercanía geográfica. El socio más importante
es Francia, con 9.893,25 millones de euros, seguido por la comunidad de Aragón,
con 8.581 millones de euros. Alemania, situada en la tercera posición de la
clasificación, con 6.173 millones. En el cuarto lugar figura la Comunidad
Valenciana, cuyas compras suponen 6.674 millones al año, por encima de los
4.630,31 de Italia.
Por
su parte, las exportaciones catalanas a terceros países han crecido un 8,5%
hasta julio y se han situado en máximos históricos. La última actualización de
los datos, hecha pública el jueves por el Ministerio de Economía, confirma esa
tendencia. Entre enero y agosto han crecido un 6,3% frente al 4,9% de la media
nacional. Se trata del indicador que, sin embargo, mejor revela la divergencia
entre el temor de los empresarios y la realidad de los intercambios
comerciales. En 2009, coincidiendo con la crisis financiera mundial, las ventas
al exterior alcanzaron su nivel más bajo de la serie histórica (20.706 millones)
y comenzaron una escalada progresiva en los siguientes seis ejercicios hasta
llegar a 31.737 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 53,2%
en esos seis años.
¿Por
qué se ha producido esta situación? La razón es la especialización de la
economía catalana en los tres sectores que más peso tienen en las ventas a
terceros países (químicos, bienes de equipo y automoción). Los últimos datos de
la Secretaría de Estado de Comercio revelan que suponen el 51,6% en el conjunto
de las exportaciones catalanas, lo que ha llevado a que hayan crecido por
encima de la media española. En términos absolutos, han rozado los 42.000
millones de euros, lo que supone un 25,5% del total de las exportaciones
españolas y un nuevo máximo histórico. El sector que más ha crecido entre enero
y agosto ha sido el del automóvil, con un alza del 15% y un peso del 16,3%
respecto al total de las exportaciones catalanas.
Si los
inversores tienen inquietud por el hecho de que Catalunya se pueda segregar de España
no es por Catalunya es por España y esto es lo que el PP y los políticos españoles
no quieren creerse y esta postura hace que Catalunya se aleje cada vez mas de España
de la que solo recibe amenazas y chantajes emocionales. Para darse cuenta de lo
que digo hay que repasar los datos siguientes: La segunda comunidad más
exportadora tras Cataluña es Madrid, que en el mismo período rozó los 19.000
millones, un 11,4% del total, español pero que representa un 40% menos que las
exportaciones catalanas,
Esto
es así porque no hay en Madrid el tejido industrial como en Catalunya que está
dirigido a la obtención de productos de valor añadido, como ejemplo Madrid tan solo dispone de un
centro de producción y de reducidas dimensiones del sector de la automoción, el
sector más pujante. La fábrica de PSA en Villaverde (Madrid), cerró el pasado
ejercicio con una producción de 59.000 vehículos, mientras que la de Seat en
Martorell fue la que cerró con un mayor número de vehículos (428.000 unidades).
Y aquí no está contada la producción de Nisán que también está en Barcelona. Esto
es lo que preocupa al mercado mundial no que Catalunya no funcione si se Independiza
de España sino que España no pueda suplir la fuerza industrial y exportadora de
Catalunya
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