martes, 13 de octubre de 2015
CON TODO RESPETO RESPONDO A SUS SEÑORIAS DEL "TSJC" SU NOTA PUBLICA DE HOY
Barcelona 14 de octubre de 2015.
Señorías lo que ustedes dicen llamadas a concentrarse ante el Palacio de Justicia son hechas por personas civiles en uso de su perfecto derecho de convocarlas, el hecho que las promueve, como ustedes mismos indican es un caso tan inusual como es la comparecencia a declarar de miembros y ex miembros del gobierno de la Generalitad, lo cual por si solo es motivo más que suficiente para que la sociedad catalán que lo considere oportuno y acuda a presenciar un hecho, repito insólito, que es la primera vez que sucede en esta comunidad.
Las cuestiones que conciernen al funcionamiento del Poder Judicial, institución esencial en toda sociedad democrática, revelan siempre un interés general, dicen sus señorías en su nota, esto solo justifica todavía más que parte de la sociedad catalana tenga interés en asistir desde fuera de sus instalaciones al suceso en sí y mostrar su apoyo a los asistentes imputados que van a declarar ante sus señorías.
No ha habido ninguna interferencia a su labor ni amenazas ni altercado alguno en el hecho en sí, en consecuencia, todas las decisiones jurisdiccionales que sus señorías adopten, estarán sometidas al control y a la crítica pública. Lo mismo que las asistencias públicas que se organicen a tal efecto. Estos hechos no deben hacer olvidar a sus señorías su función judicial, porque en ningún momento las concentraciones de curiosos ciudadanos son efectuadas en el interior de sus dependencias judiciales con lo que no alteran sus funciones, a no ser que estas, no estén lo suficientemente justificadas o fuera de la normalidad jurídica.
Es en última instancia la sociedad. La garante de la Justicia, valor fundacional del Estado Constitucional, su acción necesita de la confianza de la sociedad, fuente, además, de su legitimidad. Por lo tanto no tiene ningún valor de alteración judicial el que más o menos amigos compañeros y curiosos de los imputados deseen apoyar con su presencia a dichos encausados a no ser repito que sus señorías entiendan que estas comparecencias son más un espectáculo que un acto estrictamente judicial. Y en este caso todavía deberían importarles menos.
La Sala de Gobierno no puede permanecer impasible cuando constata que se convocan manifestaciones y concentraciones a la puerta del Palacio de Justicia con el objetivo de cuestionar la legitimidad de los Jueces, esto se lo imaginan ustedes señorías, o es que es así, y lo que está ocurriendo que son muy cuestionables las comparecencias que han citado sus señorías. Y además sus señorías dicen que estas concentraciones pretenden influir en su toma de decisiones. Y ello les supone un ataque directo y sin paliativos a la independencia judicial poniéndola incluso en entredicho. Me temo señorías que esto es una excusa, nadie ha interrumpido en su salas de justicia nadie les ha interrumpido en sus funciones, todo de lo que se quejan ha sucedido en la vía publica.
Los fundamentos esenciales del Estado Constitucional están perfectamente guardados por la propia sociedad asistente guardando las distancias oportunas y sin intento alguno de sobrepasarse en su postura de meros observadores y apoyando a sus gobernantes y ex gobernante jamás han intentado ni abochornarles ni irritarles con gritos o insultos malsonantes hacia sus señorías.
Deben sus señorías recordar que la independencia judicial no es un privilegio de los Jueces, sino una garantía de los ciudadanos. Por eso su actitud un tanto en términos de alarma o de amenaza, me atrevería a decirles si sus señorías me lo permiten, no se justifica en lo anteriormente dicho. Su cuestionamiento a estos actos de libertad democrática ejercidos por la sociedad catalana resultan aún más inadmisibles, cuando puede desprenderse que sus señorías están amenazando con que su equidad y su juicio puede llevarles a actuar de forma indebida, aplicando inconscientemente unas sentencias no acordes con los hechos a juzgar, aplicando una acción de venganza indirecta por unos hechos sucedidos en la vía publica que a sus señorías les han causado estupor o mal estar.
Si esto puede ser así, lo primero que deben hacer sus señorías es recusarse de continuar con los procesos establecidos, pues es evidente que están condicionados según se desprende de su propio comunicado, hecho que queda claro con sus insinuaciones, que se han visto sus señorías afectados por que unos hechos ajenos a su labor los acusan de responder a una estrategia favorecida, diseñada y encabezada por representantes públicos, algunos de ellos con funciones de gobierno.
En este sentido, la Sala recuerda el deber de no injerencia que vincula especialmente a aquellos que forman parte de los otros poderes, en los que se organiza nuestro sistema político. Insisto ustedes ven fantasmas donde no los hay, es muy lógico que personas y personajes públicos sean acompañados y apoyados por cientos de amigos y por la propia sociedad a la que representan y dirigen.
Insisto. Cuestionar que la actuación de personas civiles se limiten a dar acompañamiento y apoyo a sus amigos y unos y gobernantes otros de manera desinteresada, es lo mismo que insinuar que la actuación de los Tribunales de Justicia solo se debe a intereses políticos, y que su actuación promueve la desconfianza social y las estrategias de presión de la misma, constituyen una
negación de las bases de nuestra convivencia política.
Solo desde el respeto a los valores democráticos se puede garantizar el ejercicio y protección de los derechos fundamentales reconocidos en nuestra Constitución. Y en esa medida reclamamos responsabilidad a aquellos que tienen el deber de garantizar la convivencia en paz y libertad, es decir a sus señorías miembros del poder judicial también.
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