lunes, 9 de julio de 2012

EUROPA: NO SON LA DEUDA Y LOS DEFICITS EL PROBLEMA, SINO LAS CONSECUENCIAS


Quiero volver a insistir hoy sobre la situación geopolítica de Europa y de la economía y cultura occidental, porque sigo viendo a nuestro mundo muy pendiente y ofuscado por los desequilibrios económico financieros de la UE seguimos olvidándonos que estamos en medio de un mundo cambiante y convulso que no sé muy bien porque parece que la ha tomado con nosotros y viceversa.

Toda la culpa de la mala situación de la economía del euro se está orientando al excesivo gasto por parte de los estados y por añadidura a la sociedad, es decir a todos nosotros mis queridos lectores, pero yo pienso que esta interpretación es muy cómoda y simple, la caída de la economía no es exclusiva achacarla al despilfarro esto es una incongruencia, porque pensemos, en las normas clásicas de la socio economía si el consumo es exagerado lo que se incrementa es la inflación, porque un consumo desbocado tiene por regla general el exceso de liquidez en manos de la sociedad, pero lo que no es lógico es que se pare  la economía, que las empresas se queden sin trabajo y que la demanda caiga brutalmente en todos los ámbitos.

Rotundamente no acepto como causa principal del desequilibrio económico de Europa que sea el gasto el causante. La realidad, que no quieren ver, o mejor dicho enseñar los políticos y gobiernos europeos, es que la crisis es debida a las circunstancias geopolíticas que están convulsionando el mundo, estas son las verdaderas causas del desequilibrio en las cuentas de los países europeos, y como consecuencia de la euro zona y no solo afecta a la europa continental, sino que ha afectado a los EEUU, como ya he expresado en otros artículos de hecho afectan a toda la sociedad occidental.

El que se hayan disparado las deudas soberanas, y los déficits presupuestarios de algunos países, es consecuencia de que al fuerte ritmo de consumo (público y privado) mantenido por la economía europea y occidental en sus diferentes naciones, se unió el recorte del flujo de ingresos económicos por la vía de la comercialización de bienes manufacturados, desequilibrándose por ello las balanzas comerciales de los países hoy más afectados por los problemas tanto de deuda como de déficit porque este efecto de desequilibrio entre costes e ingresos produce el déficit fiscal el cual debe taparse con deuda soberana.

A esto hay que añadir que se realizan menos inversiones estratégicas y especulativas por parte de inversionistas y capitales externos, porque han nacido otras oportunidades en otros destinos geográficos donde invertir con mas rentabilidad y sin competencia, también se producen menos contratos y pedidos industriales por la misma razón, añadan también incremento en Europa de la demografía por la inmigración descontrolada aquí, pero perfectamente planificada por las sociedades interesadas en obtener dos objetivos, uno mantener sus problemas de integración laboral y social lo más alejados posible y en algunos casos también, establecer movimientos de desestabilización en  contra de la convivencia y cultura occidental.

Así las cosas se ha producido una contracción considerable de la capacidad de ingresos y una ampliación de la necesidad del gasto, que además se ha superpuesto a la normal que ya estaba establecida en la vida de la sociedad europea.

Todos los gobiernos han tenido que aumentar sus gastos sociales, a la vez que intentaban mantener los gastos del consumo público y privado propio del nivel económico de sus sociedades. La cuenta evidentemente pronto ha dado resultados negativos, y los déficits estatales se han disparado, consecuentemente se recurrió a la emisión de deuda para mantener esta situación y así se llega a la catastrófica realidad actual.

Ahora Europa pretende rectificar la situación, atacando lo que no es la causa principal del daño sino la consecuencia, es decir recortando el déficit a base de recortar los gastos, pero esto no solo trae como consecuencia la rebaja y el deterioro del nivel de estabilidad de la sociedad, si  no que no  sirve para poner las cosas en su sitio. Solo actuando sobre la causa que ocasiona  este deterioro, la capacidad de generar recursos, se conseguirá que vuelva a equilibrarse el nivel de estabilidad económica, que permita mantener el estatus social que la sociedad europea tiene perfectamente ganado a pulso, por historia, por sufrimientos, y por tesón.

Nuestros políticos y gobernantes, no pueden estar tan ciegos o estar tan cómodos en su idílico mundo, y dejar que la sociedad pierda día a día condiciones de vida,  que se escapan hacia otras direcciones y latitudes, sin que se pongan los medios y las soluciones adecuadas para que el ascenso de otras sociedades, no represente inevitablemente la recesión  de las nuestras. Insisto en la necesidad de la reactivación de la producción en Europa, si es necesario a golpe de tratados y leyes anti deslocalización y beneficios a la repatriación de empresas y producciones desubicadas desde hace unos años a esta parte.

Y es que la cuestión que planteo no ha terminado ni terminara por el hecho de que europa rebaje sus deudas soberanas y déficits y eleve las condiciones de seguridad ante los mercados financieros, debemos comprender que la “competencia” no solo está ya asegurada sino que otros problemas se presentan en el horizonte geopolítico mundial, a los que yo reclamaría proceder a un seguimiento estratégico y preventivo desde ya. Quiero exponer la siguiente teoría: considero afianzado pero todavía en crecimiento el mercado y la economía del extremo oriente sobresaliendo por encima de ellos a China, Japón, y la India.  Ante esta realidad que es la que ha provocado el desajuste de la economía europea y occidental, hay que encontrar el equilibrio económico entre ambos bloques si queremos que vuelva la normalidad social y de forma de vida occidental a los niveles alcanzados el siglo XX.

Pero ya hay que ir más allá, porque o mucho me equivoco o la primera mitad del siglo XXI será la que vera el cambio del mundo Islámico, esta gran porción de mundo que abraza una filosofía de vida basada en una religión muy farrea y agresiva frente a otras religiones monoteístas principalmente, ha permanecido esclavizada de algún modo por sus propias estructuras sociales y religiosas ambas absolutistas totalmente hoy se está revolucionando todo el islamismo  por el este nace un islamismo rico por el petróleo que parece querer mantenerse tranquilo frente a su cliente comprador de su riqueza pero ya ha nacido el elemento distorsionador que es Irán el cual ya mezcla su riqueza petrolera con su ambición imperial recordemos que estamos ablando de Persia que fue uno de los primeros imperios de la humanidad.

Y más cerca de nuestra europa casi integrada físicamente entre nosotros esta Turquía otro imperio a caballo del islam y la cultura occidental mas laica pero que ahora esta dudando entre qué camino tomar porque sabe que  le será muy difícil ser europea y si se duerme acabara siendo “Persa” y este dibujo condiciona todo el resto del mundo árabe o islámico como quieran y que nos debe preocupar y mucho porque gran parte de él lo tenemos a muy pocos kilómetros de distancia tan pocos que en algún punto que se puede ir nadando, me refiero al Magreb y a su llamada erróneamente primavera democrática, ni es primavera ni es democrática es simplemente el cambio para preparar la expansión de ya veremos quién o los turcos o los ayatolas, pero esto es simplemente cuestión de tiempo y alguna que otra guerra espero que entre ellos.

Lo que quiero decir con todo esto es que mientras nos estamos desgastando entre cómo arreglar las deudas y los déficits  entre declaraciones como la de la canciller Merkel en el sentido de que ningún país debe asumir la deuda de otro país, otros países, están preparando el camino para formar otro frente que quiero creer solo económico frente a nuestra depauperada economía y europa si seguimos así discutiendo si son galgos o son podencos cuando nos demos cuentas estaremos entre sus fauces, y ya no habrá ni deudas ni déficits no puedo adivinar ni lo veré lo que habrá sucedido.

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