martes, 10 de julio de 2012

LA CAIDA A LOS INFIERNOS DE LA ECONOMIA Y LA POLITICA ESPAÑOLA NOS ARRASTRARA SIN REMEDIO



Es difícil sustraerse de usar la nomenclatura genérica de España para revelarse desde Catalunya contra una situación de injusticia e incomprensión que probablemente no es general en la sociedad española, pero que si lo es y de qué manera en la sociedad de derechas nacional española. Todos los reproches que desde la derecha española se vierten contra el sentimiento del ser catalán, tienen su misma contrapartida en sentido contrario. Dicho de otra manera más entendible, tanta antipatía produce el ser y sentir catalán a la derecha Española, como el absolutismo y la imposición del centralismo nacional español produce en el sentimiento y ser catalán.

Es inútil seguir el camino de la política, de la buena educación, y la negociación, Catalunya debe tomar conciencia de que debe enfrentarse de una vez a su destino final, no hay otra alternativa, no se debe continuar enmascarando una situación tan real como irreversible en ambos sentidos. El problema principal es que la acción a tomar debe de surgir del débil, es decir de Catalunya. España tiene como se dice vulgarmente la salten por el mango, pero desde Catalunya se le debe de exigir que explique por qué no la suelta, porque nadie en su sano juicio, quiere tener un grupúsculo de gente que reniega, molesta, e incordia constantemente, sin una razón cualitativa y cuantitativa que explique el porqué se la obliga a seguir molestando, máxime cuando el que produce la molestia manifiesta abiertamente no quisiera seguir ni molestando ni siendo molestado.

La cuestión es muy simple, porque tiene miedo España a reconfigurarse geográficamente, que le da pavor, modificar el mapa físico de  España, o el hecho de que si empieza una separación, se rompa a trozos la unidad de España, si es esto porque y a quien le da miedo esta posibilidad, esto es tanto como reconocer que España no existe como tal unidad de sentimiento patrio, sino que es un territorio mantenido artificialmente, mediante políticas integradoras impuestas y forzadas y no consensuadas, que se sostiene simplemente por la presión gravitacional ejercida por un centralismo imperativo, que se ejerce desde hace siglos pero que no consigue ser integrador.

Sea lo que fuere, lo que está claro es que no será España la que tome la decisión de echarnos de su imperio por antipáticos y mal agradecidos. Esto es así y debería entenderlo toda la clase política catalana. Si hay que exigir algo, si hay que plantar cara a alguien, si hay que decir basta, o no, es decir seguir así definitivamente, es una cuestión que debe decidir Catalunya y su gente, y esto no se puede prorrogar mas, pues el daño que nos estamos haciendo ambos, aunque los que más salimos perdiendo seamos los mas débiles, es mucho y muy profundo, y no lo duden ante esta duda siempre sale perdiendo el más débil es decir Catalunya.

Ahora en el momento actual con la situación de precariedad que se apunta cada vez mas desde la misma Europa continental, en la que se tambalean todas las uniones relativas, debido a que afloran las grandes diferencias económicas y políticas entre los países europeos, es el momento de tomar una decisión, porque en estos momentos la afectación de España sobre Catalunya es enorme, estamos a punto de ser barridos del mapa engullidos por la fallida economía española, y si esto ocurre definitivamente, nunca más Catalunya será diferenciada del resto de España, ni por el resto de Europa, ni por nadie en el mundo entero, habremos sucumbido no ante un ejército imperial, sino en medio de una economía tercermundista que nos anulara para siempre, porque nunca más tendremos la mas mínima fuerza que nos permita emprender un camino independiente.

Catalunya es la comunidad donde más se recorta, y encima es atacada verbalmente pero muy rotundamente por otras CCAA y por numerosos medios y políticos españoles "pintan bastos" para Catalunya, y todo eso después de más de un año recortando gastos, sacrificando a nuestra sociedad reduciéndoles sus ingresos, salvando nuestros bancos ayudando a las políticas del estado con ello, y para que nos sirve, solo para que siga el mal trato social de parte de España. Que ahora ya se permite la amenaza velada  de la pura intervención fiscal estatal como nueva forma de imperialismo de estado.

No podemos seguir así, no es justo, ni para los que nos sentimos  catalanes, ni para los que se sienten españoles, lo dije una vez y lo repito, a mi no me molesta ser español, lo que me molesta es que me desprecien y me quieran anular el ser catalán por el simple hecho de pensar, hablar, y no sentir lo mismo que otras partes de España. Por eso reclamo de mis gobernantes que es hora de tomar una decisión definitiva, o abandonamos el hecho nacional catalán y tomamos conciencia absoluta de ser solo españoles, o todo lo contrario, planteemos oficialmente y ante las autoridades que corresponda, la firme decisión de iniciar el proceso de secesión de nuestra pequeña Nación o repito la caída a los infiernos de la economía y la política de España nos arrastrara sin remedio.

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