Señores yo no sé que pensaran ustedes
pero los hechos que están acaeciendo en nuestro país España, son a todas luces
insostenibles, yo escribo desde Cataluña y quizás pienso que puede ser que no
me lleguen bien las noticias, y lo que a mí y aquí, nos alarma, en el resto del
país no les da esta impresión, pero da igual yo me he propuesto dar mis
opiniones y las seguiré dando y ustedes perdonen si a alguien les parecen fuera
de lugar.
Quiero
referirme hoy al vacio que el Gobierno de la Nación está abriendo bajo cada uno
de nosotros, este no es sólo el deterioro galopante de la economía y las
finanzas, la situación social y laboral es cada vez más grave. La distancia que
nos va separando de nuestros vecinos centroeuropeos, es a mi modo de ver ya irrecuperable.
El paro sigue y nadie ni derechas ni izquierdas dice o afronta la verdad. Yo
voy a atreverme ahora y que Dios me ayude, el paro en España seguirá creciendo
más y más durante este año y los próximos hasta que España vuelva a tener una
población de 40 millones de habitantes, y como no sé como lo haremos, les auguro
que el problema será que pronto no nos querrán ni en el euro ni en Europa es así de simple.
Por
favor paren un momento atención y piensen ¿qué elementos de creación de riqueza
tenemos en España? La respuesta que se darán es: ninguno. Hasta ahora en España
hemos vivido en una primera etapa, gracias a una reconversión social económica
e industrial propiciada por la entrada a la unión europea, que nos saco del ostracismo
político y nos coloco en Europa allá en el año 1986, subvenciones a raudales, y
entrada de una industrialización multinacional no autóctona, permitieron un
rebrote espectacular del país. Éramos entonces unos 39 millones de habitantes y
nosotros a cambio ofrecimos, sol, el turismo, mano de obra barata, y un mercado
con unas ganas locas de consumir.
España
cambio casi radicalmente, las inversiones europeas y los fondos de cohesión
cambiaron la faz del país y también a la sociedad civil haciéndonos creo yo mas
europeos y cosmopolitas, pero a pesar de ello, España en el fondo no cambio su
mentalidad retrograda, y escondido en nuestro interior quedo adormecido el
fantasma del oligarca y del plebeyo, fundamentos sociológicos de la sociedad
española desde los siglos del Imperio. España se limito a aprovechar la
circunstancia que se le ofrecían, dinero, trabajo fácil y sin grandes
exigencias, porque nuestro papel industrial era trabajar casi por la mitad que
lo hacía un alemán o un francés, pero no supo la sociedad y sobre todo la
oligarquía española cambiar radicalmente, y reformarse de acuerdo a los
parámetros europeos.
Así
que nacieron enormes fortunas, grandes negocios, se fortalecieron los partidos
políticos democráticos, se implanto una nueva clase política, pero con los mismos
mimbres que la herencia imperial traía consigo, España no rentabilizo su
industrialización, dejo que la industria fuerte quedase en manos de los
industriales europeos y solo fuimos capaces de engendrar una mediana industria
auxiliar, solo seguimos brillando en el aspecto turístico y en los servicios,
eso sí servir creo que es lo que nuestra historia de siglos nos ha enseñado,
unos pocos mandan y los demás servimos.
La
cosa se torció hace unos años, la crisis mundial afloro y saco sus garras en Europa,
y que ha pasado, pues que Europa se contrajo sobre sus naciones se acabo el
empuje industrial traído de fuera, y como no podía ser de otra manera España se
quedo sin industrias, porque no se había preocupado de crear ni una, solo
auxiliares esas que no crean sino que hacen lo que otros les dicen y les dan
masticado y casi preparado, eso sí para mayor desgracia nuestra, quedo la
industria del pelotazo que fue la única que si supimos crear, la construcción, las
constructoras, y la banca, que dicho sea de paso, son las que nos han hundido, las
primeras llenándonos de inmigrantes para hacer de obreros de la construcción, y
las segundas especulando y dándonos un capital que no teníamos (ni nosotros ni
ellos), en forma de hipotecas y créditos sin ningún control.
Así,
hemos desembocado en la situación actual, tenemos más casas vacías e
hipotecadas que nadie, tenemos viviendas
para dar y vender hasta el año 2020, y tanta obra civil sin ninguna necesidad y
aplicación, que habrá que demoler o se caerá sola porque no es posible
mantenerla, espero que no construyan mas líneas de alta velocidad para emplear
mano de obra, porque no se equivoquen, estas obras son un tributo a pagar, no
sé muy bien a quien, porque de hacer falta no lo hacen.
Ahora
se nos plantea por parte del gobierno de turno que vamos a inventar cosas, y trabajos nuevos,
pero solo en altas tecnologías y servicios, ya me dirán con que recursos, pero
dándolo por bueno, eso señores no creara la proporción de puestos de trabajo
que se han perdido, ni siquiera para cubrir la
demanda de nuevo empleo. Alguien ha hecho cuentas del crecimiento
demográfico español, yo si lo he hecho y se lo he comentado ya otras veces,
España no puede ni podrá en las condiciones actuales, absorber un crecimiento
demográfico de 6 millones de habitantes ocurrido en la década de 2000 al 2010.
Se
ha creado un desequilibrio tal en nuestra amada España, que no se solucionara
haciendo recortes, porque tomen las medidas correctoras que tomen, todas ellas
van a dificultar el reequilibrio económico-social que se ha roto en mil pedazos,
cuanto más recorten más desempleo, menos servicios, más descontento. Hay que
empezar a vaciar el país de mano de obra y habitantes, el estado debe ayudar a
esta circunstancia no puede dejar que se arregle sola porque lo más seguro es
que se pudra en lugar de arreglarse, de lo contrario nos echaran de la
Comunidad Europea y pronto porque vamos a estar desequilibrando el PIB, el déficit
presupuestario, la deuda y la sociedad, sin remedio.
España
debe reestructurarse y redimensionarse cuanto antes, y alguien debe decir la
verdad, de una vez, alguien tiene que afrontar ante el pueblo y ante europa esa
responsabilidad, hay que contar la realidad y programar un camino, que no es
precisamente el azuzar a la sociedad con más recortes y reformas inútiles que
solo sirven para aumentar más la conflictividad social.
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